El Enigma de la Trinidad

Rebate al libro de igual título

 

Las citas en negro son extraídas del libro El Enigma de la Trinidad de

Yosef Aharoni

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Comentarios en verde son míos y en granate las citas bíblicas.

 

Abel Martínez Díaz

 

Capítulo 1. El origen del Cristianismo

Capítulo 2. El origen del dogma trinitario

Capítulo 3. El enigma de la Trinidad

Capítulo 4. Análisis de la palabra "ejad"

Capítulo 5. Una deidad masculina-femenina.

Capítulo 6. Yeshúa, el principio de la creación

Capítulo 7. La preexistencia del Mesías

Capítulo 8. La palabra qanití en proverbios 8:22

Capítulo 9. El verdadero Mesías

Capítulo 10. ¿Qué dice Juan 1:1?

Léase primero los textos originales (en negro) para que la trama argumental del autor no sea interrumpida por los comentarios insertados por mí y poder captar mejor la idea expresada.

Los presentes comentarios no presuponen tanto la defensa del dogma de la Trinidad como la declaración de ideas erróneas o inexactitudes encontradas en el presente libro. Para una defensa apologética del dogma trinitario léase Tres en Uno de  Estuart Oliott.

 

 

 

 

 

 

Capítulo 1 volver

 

El Origen del Cristianismo

 

El cristianismo como se lo conoce hoy día no se estableció firmemente como religión sino hasta el tiempo de Constantino el Grande, quien necesitaba una religión nacional para consolidar su imperio. Así que él adoptó la nueva religión, que para entonces ya había sufrido muchos cambios y la convirtió en una secta nacional. No sólo impuso que se aceptara como la única religión del imperio, sino que formuló su política e hizo que se aceptaran sus doctrinas, y se estigmatizó como herejes a los que no aceptaron la nueva religión, y los desterró de su reino o les dio muerte. Cualquiera puede corroborar lo anterior por medio de referirse a cualquier enciclopedia sobre la vida de Constantino. Así comenzó la iglesia Romana, de la cual surgieron las iglesias hijas que componen las denominaciones de la cristiandad.

 

Cuando el Mesías nació en el mundo, su madre fue una doncella de Israel, de la tribu de Yahudah (Judá). Nació en una familia santa, que rendía culto al Todopoderoso de acuerdo a la doctrina y el ritual dados por el Altísimo a los profetas mediante el espíritu santo. No hay una jota de evidencia en los Escritos Apostólicos (o Nuevo Testamento) de que el Salvador se haya desviado alguna vez de la religión de su pueblo, que era la adoración bíblica practicada por los profetas. Cada palabra y acto suyo recalcaba el hecho de que él no había venido a destruir la ley ni los profetas (es decir, las Sagradas Escrituras) sino más bien a obedecerlas, cumpliéndolas en cada punto y coma. "No crean ustedes que yo he venido a quitar la ley ni las enseñanzas de los profetas; no he venido para quitarlas, sino para darles su verdadero significado" (Mateo 5:17 Versión Popular).

 

El Mesías enseñó los mismos preceptos de santidad, practicó la misma vida de justicia, observó las mismas fiestas sagradas, santificó el mismo día de reposo semanal que los patriarcas y profetas antes que él. Pero para beneficio de la sinagoga corrupta de su tiempo, él puso el énfasis en el poder de una vida de santidad de tal modo que su influencia pudiera cambiar al más vil pecador y sanarlo de nuevo física y espiritualmente. Su mensaje era el mismo de los profetas puesto en práctica en su vida y en las vidas de sus seguidores inmediatos. Aquella vida de santidad no sólo influyó en los individuos, sino que a través de ellos afectó el curso de las naciones, y remodeló el mundo en un nuevo estilo. Pero el Salvador murió, luego resucitó y subió al cielo, y sus discípulos continuaron su obra hasta que ellos también murieron. Mientras vivieron los discípulos inmediatos del Mesías, practicaron su doctrina y forma de vida según el modelo del Salvador, porque eran en su gran mayoría de la nación judía y de la fe judía. Continuaron viviendo, enseñando y adorando como verdaderos israelitas, siguiendo el ejemplo del Maestro.

 

Acerca del historiador Filón, dice el historiador Eusebio: “Además, por su descripción tan exacta de la vida de nuestros ascetas se ve claramente que él no sólo reconocía la divina misión de los apóstoles de su tiempo, quienes eran, parece, de origen hebreo, y preservaron la mayoría de las antiguas costumbres en un estilo estrictamente judío.” (Eusebio, hablando del tratado de Filón Sobre la vida contemplativa, Libro 2, capítulo 17. Eusebio, Historia Eclesiástica.)

 

Después de la destrucción de Jerusalem en el año 70, los judíos fueron dispersados a todos los rincones del imperio romano, y los discípulos del Mesías, por ser en su mayoría de la nación judía, fueron dispersados con los demás. Aquellos discípulos llevaron consigo la fe pura y sencilla que habían recibido del Salvador. Formaron congregaciones dondequiera que fueron, y así quedó sembrada la fe del Mesías hebreo Yeshúa en todo el mundo de entonces.

 

El historiador Hegesipo dice: "Hasta entonces (el año 106 ó 10co7 EC, cuando el martirio de Simeón) la iglesia permaneció como una virgen pura sin rrupción, porque aquellos que trataban de corromper las sanas reglas de la predicación del Salvador, si había alguno, asechaban furtivamente en la negra oscuridad. Pero cuando el sagrado grupo de los apóstoles y la generación de aquellos que tuvieron la oportunidad de oír con sus propios oídos la divina sabiduría llegaron al fin de sus vidas, entonces la federación del impío error tuvo su comienzo mediante el engaño de falsos maestros, quienes al ver que no quedaba ninguno de los apóstoles, descaradamente trataron de imponer contra la predicación de la verdad la contra‑predicación del conocimiento, falsamente así llamado (Historia Eclesiástica, de Eusebio, Libro 3, capítulo 32).

 

De entre las naciones a donde fueron esparcidos los creyentes originales, juntaron prosélitos para la fe verdadera, y así las congregaciones crecían en número, formadas por personas de diversas nacionalidades que se mezclaron con los creyentes de la nación de Yahudah. Aquellos nuevos creyentes, sin embargo, habían estado conectados con otras religiones anteriormente, tal como sucede ahora. Y en aquel entonces, como ahora, no tenían la doctrina pura en aquellas religiones. Cuando aquellos conversos entraron al rebaño, procedentes de las religiones paganas, se descuidaron en cuanto a dejar fuera sus antiguas creencias, y así introdujeron en el nuevo rebaño sus doctrinas y prácticas paganas.

 

“La propensión de aquellos rudos e ignorantes conversos del paganismo a aferrarse a los ritos festivos de sus antepasados resultó ser invencible, de manera que se consideró necesario tratar de adaptar las viejas costumbres al nuevo culto, en lugar de abolirlas por completo. Además, aunque el imperio se había vuelto cristiano, era claramente ventajoso que los antiguos días de fiesta (paganos) se reconocieran hasta donde fuera posible en el nuevo arreglo del calendario.” Enciclopedia Británica.

 

Con el tiempo, como los verdaderos creyentes provenientes de Yahudah (judíos) murieron y los que se aferraban a la fe verdadera disminuían en número, los otros prosélitos que se habían ganado de las religiones paganas llegaron a ser la fuerza dominante en la nueva fe; y pronto, excepto casos aislados, la nueva religión llegó a ser una religión mestiza, híbrida, en parte pagana y en parte bíblica. No era la fe pura del Mesías, ni era el paganismo de tiempos antiguos, sino que llegó a conocerse con el tiempo como  “cristianismo.” Este cambio fue gradual, comenzando aún en el tiempo del apóstol Pablo y culminando en la Iglesia Estatal Romana durante el reinado de Constantino.

 

En cuanto a esta transición de la fe verdadera a la fe de una religión mestiza, el doctor Jessé Lyman Hulburt, el notable historiador eclesiástico, dice:

 

“Por cincuenta años después de la vida de san Pablo una cortina se suspendía sobre la iglesia, a través de la cual en vano nos atrevemos a mirar; y cuando esta por fin se levanta, como 120 años después, con los escritos de los padres de la iglesia, encontramos una iglesia en muchos aspectos diferente de la de los días de san Pablo y san Pedro.”

 

Es obvio que la iglesia fuera diferente en algunos aspectos. Jerusalén había sido destruida y sus pobladores desterrados a tierras gentiles. Pablo se dedicó al mundo gentil y Pedro a la circuncisión. Pablo no conoció a Cristo sino por la manifestación en el camino de Damasco y recibió por revelación lo mismo que los apóstoles habían recibido de Cristo. Durante 14 años Pablo siguió predicando antes de conocer a los apóstoles. Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), 9y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. 10Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.

Reina Valera Revisada (1960), Gálatas 2:7-10 Leer desde el principio del capítulo 2.

 

No obstante tiempo después hubo judaizantes que fueron atajados por el llamado concilio de Jerusalén donde los apóstoles y demás hermanos así como el Espíritu Santo dictaminaron no imponer carga alguna a los de las naciones:

Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, 25nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, 26hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. 28Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: 29que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.

Reina Valera Revisada (1960), Hechos 15:24

Así que no era básico el seguir la tradición judaica, si bien los hermanos judíos la siguieron practicando como parte de su costumbre. No la enseñaron como básico para la salvación.

 

“Hasta ese tiempo (la caída de Jerusalem en el 70 EC) la iglesia había sido considerada por el gobierno romano y por el pueblo en general como una rama de la religión judía, pero de entonces en adelante los judíos y los cristianos quedaron separados. Un pequeño sector de cristianos judíos permaneció por dos siglos, pero en número cada vez menor. Los ebionitas constituían un pueblo en sí, escasamente reconocidos por la iglesia general y despreciados como apóstatas por los de su propia raza." (Historia de la iglesia cristiana por Hurlbut, Pág. 43).

 

“Hay una fuerte base para la teoría de que el cristianismo primitivo era judaico en todo aspecto; que era en esencia una reforma judaica con la adición de principios mesiánicos que ya habían sido corrientes entre los judíos por cerca de dos siglos. El cristianismo judaico, sin embargo, desapareció prácticamente después de la caída de Jerusalem en el año 70 EC.” (Nueva Enciclopedia Estándar, de Funky Wagnall, artículo “Bible.”

 

El cristianismo actual no es la fe del Salvador sino una amalgama de paganismo y judaísmo salpicada con tintes de la fe verdadera que enseñó el Mesías. Hurlbut dice: “Mientras la iglesia fue principalmente judía se observó el sábado hebreo; pero a medida que se hacia cada más gentil, el primer día (domingo) tomó gradualmente el lugar del séptimo.”

 

No solamente se eliminó el sábado y se adoptó el domingo (día santo de los paganos romanos) en la nueva religión, sino que de igual manera rechazaron la Pascua y la fiesta de los Panes Inleudos y adoptaron la cuaresma y el domingo de Pascua. La Fiesta de las Cabañas y el Día de la Expiación fueron olvidados, y tomó su lugar el cumpleaños del dios‑Sol, llamado ahora la Navidad. La aspersión tomó el lugar del bautismo por inmersión; la inmortalidad del alma, adoptada del paganismo, reemplazó a la doctrina de la vida eterna condicional; la resurrección y el día del juicio quedaron olvidados y empezó a enseñarse un juicio continuo mediante el cual los muertos entran al cielo o al infierno por la eternidad, sin que sea necesaria la resurrección en este programa. El reino de los cielos, como verdadero gobierno mundial en toda la tierra, quedó ignorado a medida que los miembros de la nueva religión buscaban agradar a los “poderes establecidos.” Verdaderamente, como dijo Hurlbut, “Encontramos una iglesia en muchos aspectos muy diferente de la de los días de san Pedro Y san Pablo,” y del Mesías. Aquella nueva iglesia, tan diferente, era el cristianismo, el cual adoptó como divinidades los diversos ídolos de los paganos, relegando a segundo plano a Yahwéh, el Santo de Israel, y a su Hijo humano Yeshúa.

 

 

La nueva religión no era el cristianismo antiguo, sino verdaderamente una nueva creación. Era una amalgama general, compuesta de diversas creencias de varios cultos antiguos. Tomaron algunas cosas de unos y otros, y formaron un todo que llamaron cristianismo. El domingo lo tomaron de los paganos romanos; Easter (Pascua Florida), de los paganos egipcios; la Navidad, de los paganos babilonios; el dios trino, de los paganos gnósticos; la inmortalidad del alma, de los paganos griegos; y esto lo combinaron con algunas de las enseñanzas del Mesías y otras doctrinas, y así se formó la religión del cristianismo, la cual con el tiempo llegó a ser la religión nacional del imperio romano.

 

En muchos lugares los templos paganos se convirtieron en iglesias cristianas. Los servicios de adoración aumentaron en esplendor pero eran menos espirituales y de corazón que los de tiempos anteriores. “Los formalismos y ceremonias del paganismo se introdujeron gradualmente en el culto. Algunas de las antiguas fiestas paganas se convirtieron en fiestas de la iglesia, con un cambio de nombre y culto.”

 

 

Los paganos habían estado adorando a Diana o Artemisa, así que ahora iban a venerar a la virgen María. Habían estado adorando a Zeus o Júpiter como la deidad suprema así ahora se les dijo que el nuevo nombre era Theós, o Deus, o Dios. Los templos paganos vinieron a ser iglesias cristianas, los ídolos paganos vinieron a ser imágenes cristianas; las deidades paganas vinieron a ser divinidades (semi­dioses) cristianas; las fiestas paganas vinieron a ser los días santos cristianos; los ritos y ceremonias paganas se “cristianizaron”; y así nació el cristianismo moderno.

Estoy de acuerdo con el autor. La Iglesia primitiva del siglo IV por tratar de cristianizar a los paganos se corrompió con costumbres no bíblicas y dejó de ser la iglesia católica (universal) y pasó a ser la iglesia romana, la ortodoxa y otras. Pero eso no invalida las verdades predicadas por estos primeros padres.

 

Los profetas hebreos adoraban al Creador del mundo, y él les había revelado que su nombre es Yahwéh (Isa. 42:8). Los profetas declararon que este es el único nombre del Todopoderoso (Salmo 83:18). Así como la Escritura revela que no hay más que un sólo Todopoderoso supremo, así también declara que él no tiene más que un sólo nombre, y que ese nombre es Yahwéh. Alrededor de 7,000 veces, las Sagradas Escrituras le revelan al hombre ese nombre sagrado. Los patriarcas, los profetas, el Salvador, y sus discípulos adoraron al único Creador verdadero y lo invocaron por su único nombre revelado Yahwéh, o la forma abreviada Yah. Cuando el Salvador estuvo entre los hombres adoró al Poderoso de Israel, y conoció y enseñó el nombre sagrado. él oró: "He manifestado tu nombre a los que del mundo me diste;” "les he declarado tu nombre”; ‑‑ los he guardado en tu nombre”; -‑ Juan 17:6, 12, 26.

 

Que se sepa, no hay constancia de que en el primer siglo se escribiera el nombre de Dios. El nuevo testamento habla más del nombre de Cristo que del nombre de Dios y eso no quiere decir que dijeran Jesús (Yeshúa) porque el proclamar su nombre era el evangelio y dar a conocer a Cristo, no su nombre en sí. Cristo invocaba al Padre, al menos en público; En la cruz clamó Elí (mi Dios). Cuando leyó en la sinagoga, dijo Kyrios porque era un ejemplar de la Septuaginta ya que difiere en algo de las palabras del texto hebreo de Isaías. E incluso si fuera un ejemplar hebreo hubiera dicho Adonay como judío profundamente respetuoso. Tampoco el Evangelio hebreo de Mateo menciona que Cristo se dirigiera a Dios por el nombre. El no enseño a decir el nombre en sí sino a proclamar su nombre, es decir: su persona.

 

Tras la muerte de los apóstoles se dejó de invocar a Yahwéh en las congregaciones, y los nombres de los dioses de las naciones tomaron su lugar en la nueva religión y en sus traducciones de las Escrituras. El profeta dijo: “Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su deidad, nosotros con todo andaremos en el nombre de Yahwéh nuestro Poderoso eternamente y para siempre” (Miqueas 4:5). Cuando las Sagradas Escrituras fueron traducidas a los idiomas de las naciones, los traductores ignoraron el Nombre Sagrado revelado en esas Escrituras, e insertaron los nombres de las deidades nacionales en lugar de Yahwéh. Así pusieron como nombre del Creador: Adonay, Kúrios, Dóminus, Señor, y más tarde Jehovah. En cada caso la deidad nacional en oposición a Yahwéh fue colocada en el sitial de honor. Cada una de las naciones adoraba una deidad suprema y tenía un nombre nacional. Dondequiera que podía usarse ese nombre, fue colocado en las traducciones de las Escrituras. Y así deidades extranjeras recibieron la alabanza, la gloria y la adoración que le pertenecen justamente a Yahwéh. No en balde el Todopoderoso declara: "Yo soy YAHWéH, este es mi nombre, y a otro no daré mi gloria" (Isayah 42:8).

 

La siguiente cita histórica suena desagradable pero la esencia es verdadera:

 

“El dios del noventa y nueve por ciento del mundo cristiano es simplemente Bel, Moloc, Zeus, o cuando mucho Osiris, Mitra, o Adonis, aunque con otros nombres modernos, a quienes la gente adora con las antiguas ceremonias paganas y fórmulas ritualistas. Es la imagen de Jove Olímpico, adorada como el Padre, en una iglesia cristiana que fue templo pagano; es la estatua de Venus, que llegó a ser la virgen María. (Moral y Dogma, de Pike, Pág. 296).

 

Yahwéh no es el Ser Supremo del cristianismo; más bien los cánticos, las oraciones, la alabanza y la honra ascienden al nombre de una deidad extranjera en cada idioma debajo del cielo. Los griegos le oran a Kúrios y Zeós; los alemanes a Herr y Gott; los polacos a Bog y Pan; los ingleses a Lord y God; los latinos a Señor y Dios. Y así es en toda la cristiandad. La religión moderna ignora el nombre de Yahwéh.

Cuando el salvador nació en el mundo, su madre fue una doncella judía de la tribu de Yahudah, pero su padre fue el Todopoderoso, cuyo nombre es Yahwéh, o Yah. Siendo el hijo de Yahwéh, era natural que llevara el nombre del Padre, y eso fue lo que indicó claramente cuando dijo: “Yo he venido en el nombre de mi Padre” (Juan 5:43). Las traducciones comunes de las Escrituras dicen que el nombre del Hijo de Yahweh es Jesús, pero recuerde que el mensajero celestial le habló a una muchacha hebrea, y declaró el nombre del niño en el idioma hebreo, nombre que en dicho idioma significa "Yah es salvación." Como el nombre "Yeshúa" era judío, resultaba objetable para los griegos y los romanos, quienes odiaban a los judíos, y por eso lo eliminaron de los registros para insertar un nuevo nombre. De esa manera el nombre Yeshúa fue reemplazado por Ie‑seús, conocido ahora como Jesús. [El nombre se escribía originalmente Yahoshúa pero, como es común en hebreo, más tarde se acortó en el uso diario y llegó a ser Yeshúa. Luego por influencia rabínica se empezó a cambiar la "a" por "e" y a pronunciarse Yeshúa. Los traductores griegos, en vez de transliterarlo así en su idioma, lo transformaron en Iesoús. De ahí pasó al español antiguo como Iesús, y al español moderno como Jesús.]

 

La nueva religión se conoció como cristianismo porque a la deidad suprema de ella se le dio el nombre griego de Cristós (en español "Cristo"). Los hebreos llamaban su salvador venidero con el título Mesías. Los discípulos del Salvador lo aceptaron como tal y lo conocían en hebreo como Yeshúa ha Mashíaj (en español: Yeshúa el Ungido). Los griegos, sin embargo, en vez de usar el título inspirado hebreo, lo tradujeron con el griego Cristós (Ungido). [El error fue que al traducir el título Mesías como "Cristós" dejaron de considerarlo como título y empezaron a considerarlo como un nombre propio del Salvador. Un error todavía peor fue que al traducir las Escrituras al español, en vez de traducir el griego Cristós como "el Ungido", lo transliteraron como "Cristo", como si esto fuera un nombre propio y, de hecho, pasó a ser el nombre del Salvador]. Entre los pueblos del oriente se adoraba una deidad solar llamada "Cristna," y algunos ven una relación entre el nombre hindú "Cristna" y el "Cristós" de los griegos. Si es así, el nombre sánscrito del mesías hindú llegó a ser el nombre del mesías de la nueva religión moderna que se conoce ahora como la fe "cristiana."

 

La religión revelada en las Escrituras Sagradas de Israel es la adoración del Creador cuyo nombre único es Yahwéh. Baal no es el Creador; Adonis no es el Todopoderoso; Pan no es el Santo, ni lo es Kurios, ni Señor ni Dios. Yahwéh es el Ser supremo, y a él hay que adorar (Isayah 42:8).

 

El único Salvador en las Escrituras es Yeshúa, el Hijo de Yahwéh. Su título real es el Mesías, o el Ungido de Yahwéh. El no conoció esos nombres modernos tales como "Jesucristo" o "Cristo." Es tiempo de apartarse de esas invenciones modernas y exaltar al Salvador del mundo por su nombre verdadero: Yeshúa el Mesías. Reconozcamos cuánto se ha apartado el cristianismo moderno de la senda antigua, el camino de dedicación, el camino de adoración pura.

 

Nuestra exhortación hoy día para el lector es que considere bien sus caminos. Compare su religión con la Palabra Inspirada y acepte las sendas antiguas de santidad. Adore a Yahwéh, el Poderoso de Abraham, Isaac y Jacob; siga al Mesías Yeshúa y asegúrese de que él sea su único Salvador. Rechace todas las tradiciones y mandamientos de hombres, y adore a Yahwéh en espíritu y en verdad.

 

No estoy de acuerdo en que se tenga que pronunciar en hebreo sino cada uno en su lengua. La gran muchedumbre del Apocalipsis era de toda nación pueblo y lengua y cada uno alaba a Dios en su idioma. Algunos dicen que el verdadero nombre es Yahuwéh, otros que es imposible saberlo, lo importante es clamar al Dios del cielo. No creo que por decir Jesús, él se niegue a escucharme por no haber dicho Yoshúa. Entiendo perfectamente que como judío nazareno reivindique el nombre pero considero que Cristo no vino a enseñar el nombre ya que de ser así, ninguno de la iglesia del primer siglo lo enseña. Mas bien proclaman el nombre de Cristo: ...a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 3Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Cor 1:1-3; Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 2ª Timoteo 2:19; Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. 1ª Juan 1:12.

 

Ustedes utilizan una nomenclatura diferente. En lugar de Dios, utilizan Poderoso, en lugar de Dios fuerte dicen héroe poderoso, e incluso ponen Yawéh donde ningún manuscrito antiguo del nuevo testamento lo atestigua. Al igual que la Watchtower restituyen el nombre cuando proviene de una cita del A.T.(que tiene un principio lógico) y en otros muchos lugares donde no se cita el A.T. así como en el Apocalipsis o Revelación (que no tiene principios lógicos ni históricos ni arqueológicos que lo avale). Sin embargo no hay constancia alguna, y ya vamos por descubrimientos de originales casi del siglo II, que refleje que en el N.T. se pusiera el tetragrámaton. En http://www.tetragrammaton.org se puede verificar lo que digo.

 

Las famosas fuentes "J" y un número a modo de subíndice donde la Watchtower se apoya para incluir el tetragrámaton en el N.T. no provienen de ningún manuscrito sino de las distintas versiones en hebreo que la Sociedad Trinitaria de Londres publicó en siglos recientes para la comunidad judía.

No creo en la hipótesis formulada por el profesor George Howard de que, antes del siglo II se removió el tetragrámaton y se substituyó por Kyrios (señor). El mismo se retractó de lo dicho en 1988. Ver carta aquí. Además ninguno de los santos Padres mencionan que tal barbaridad se haya hecho. Sería imposible haber rectificado miles de manuscritos, que ya habían llegado a todo el mundo conocido y que no hayamos descubierto ninguno o que no hayamos tenido constancia alguna del hecho a través de los historiadores de la época. No hay apoyo histórico, ni evidencias arqueológicas que sostengan versiones como las que son citadas en este libro y no son por lo tanto válidas para defender lo expuesto anteriormente.

 

 

(Capítulo contribuido por C. 0. Dodd. Revisado por J. A. Alvarez.)

 


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Capítulo 2

 

El origen del dogma trinitario

 

Las personas que creen en la Trinidad suponen que esta doctrina es de origen bíblico y que la iglesia siempre la ha enseñado. Por eso es muy importante que investiguemos el origen de esta doctrina tan difundida en el cristianismo moderno. ¿Qué nos dicen los historiadores sobre los orígenes de este dogma?

 

¿Cómo era originalmente la "Iglesia", o sea, la comunidad mesiánica de Palestina? El historiador nos dice:

 

"La primera comunidad de Jerusalem es puramente judía; No tenemos ninguna razón para dudar, sobre este punto, de la exactitud del testimonio de los Hechos; Sus miembros se distinguen de los demás judíos piadosos sólo en la creencia de que [Yeshúa] Nazareno fue elevado por [Yahwéh] a la dignidad de Mesías, y que las promesas se cumplieron en él." (El cristianismo antiguo, Pág. 89).

 

¿Y qué nos dice la historia en cuanto a la fe del apóstol Pablo y de la comunidad mesiánica primitiva?:

 

“Ahora bien, [Yahwéh] es para Pablo una herencia judía: Se deduce de esto que el monoteísmo israelita se impone a su espíritu como un ‘a priori’ y absolutamente... Pablo ...no sospechaba todavía los innumerables problemas teológicos que la noción de Hijo de Dios reservaba para el porvenir... De todos modos debe descartarse la idea de una confusión entre el Maestro y Yahwéh; Sería inconcebible en Pablo, que aun no piensa en la trinidad... Toda la cuestión está, puede decirse, dominada por el texto de 1 Cor. 8:6; helo aquí: "Para nosotros no hay más que un Dios, el Padre... y un solo Maestro, [Yeshúa el Mesíah]. " Así que por esencial y necesaria que sea la colaboración del Maestro en las obras de Dios, el Maestro no es el igual de Dios.

 

“En rigor, para Pablo, solo el Maestro representa una de las categorías de la creación, la más próxima a Dios y que puede calificarse de divina.” (ídem., págs. 106,108).

 

Comienza la transformación

 

Pablo predijo que después de su partida la Comunidad Mesiánica caería en apostasía. Tal predicción no tardó en cumplirse. Continuamos citando el testimonio de la historia:

 

“Hacia la misma época también se efectúa de hecho el divorcio entre la Iglesia y la Sinagoga, y los fieles de [Yeshúa] empiezan a hablar de los judíos en términos que, sin duda, habrían sorprendido al Maestro... Las comunidades nacidas de los apóstoles y de sus discípulos judíos, que se quedaron siendo pequeñas y pobres, y aún subsistían en Siria, en Egipto y tal vez en Roma, fueron sobrepasadas por las grandes iglesias pobladas de tránsfugas del paganismo... En realidad los cristianos grecorromanos no se sentían ya ligados a Israel y daban a la ley, de la que [Yeshúa] había afirmado que no cambiaría un ápice, una interpretación puramente simbólica." (ídem., Pág., 115)

 

“En otros términos, en los umbrales del segundo siglo, el cristianismo aparece ya como una religión independiente, poco coherente de seguro... Se encuentra ya muy lejos del pensamiento de Yeshúa y de los Doce.” (ídem., Pág. 116)

 

“A veces es difícil decir con certeza de qué rito pagano deriva tal rito cristiano, pero es indudable que el espíritu ritualista de los paganos se impuso poco a poco al cristianismo... Por tanto, si consideramos a la Iglesia cristiana a principios del siglo 4, nos sería difícil reconocer a la comunidad apostólica, no la reconoceríamos en absoluto." (ídem., pág. 125,126)

 

"Dogmas complicados, como el de la Trinidad, o sutiles como el de la Transubstanciación, debieron su nacimiento y su organización a las sobre-evaluaciones y a los razonamientos de los filósofos, estimulados por las afirmaciones a veces contradictorias de los simples." (ídem., pág. 154).

 

"Para salir de la confusión, el buen sentido sólo podía elegir entre dos soluciones: la de abandonar francamente el monoteísmo y resignarse al triteísmo; o la de abandonar la distinción de las personas en Dios y caer en el modalismo, o sea, la de considerar a cada una de las personas como una simple modalidad, como uno de los aspectos esenciales del Ser divino único. Ahora bien, la mayoría de los cristianos no ha querido elegir y ha pretendido mantener, a la vez, la unidad indivisible del Omnipotente y la existencia en él de tres personas distintas. Esta paradoja provocó innumerables debates, en el curso de los cuales surgieron problema tras problema y dificultad tras dificultad, que causaron a la iglesia un trastorno espantoso." (ídem., pág. 156)

 

“Lógicamente, esa evolución encontró oposiciones. Ciertos hombres se adhirieron a las formas antiguas de la fe apostólica y a las tradiciones del judeo‑cristianismo primitivo; son probablemente los descendientes directos de los primeros fieles palestinos.. Las iglesias griegas no tardaron en acusarlos de pensar 'pobremente del Maestro'... Se entrevén igualmente resistencias harto tenaces a la constitución de la teología del Logos, por la cual se preparó y finalmente se fundó el dogma de la trinidad. Pero los alogos, como se les llama a estos reaccionarios, no tienen la menor probabilidad de detener la corriente que arrastra la fe cristiana hacia la constitución de una metafísica dogmática, cada vez más complicada y cada vez más alejada de las afirmaciones apostólicas.” (ídem., Pág. 158)

 

Un rey pagano decide el debate

 

El primer Concilio Ecuménico de la Iglesia Romana, el Concilio de Nicea en el 325 E. C., marcó un hito histórico en el desarrollo teológico de la “Iglesia Madre”. En ese concilio se decidió por fin cuál habría de ser la doctrina oficial de la Iglesia en torno a la Deidad.

 

Sobre esta situación nos dice otro historiador:

 

"Dos grupos de teólogos tenían una influencia tan amplia que prácticamente dividieron a la cristiandad en dos bandos que fueron rivales teológicos y políticos durante dos siglos. Estos fueron el grupo 'ortodoxo,' dirigido por Atanasio..., y los arrianos, llamados así debido a Ario. Los atanasianos eran trinitarios; los arrianos eran unitarios... Creían en la doctrina de que [Yeshúa] el Hijo está subordinado a [Yahwéh] el Padre, y es de una substancia diferente, debido a que el Mesíah fue creado por [Yahwéh] y así llego a existir después de [Yahwéh]." (El desarrollo de la doctrina cristiana, Pág. 15).

 

Una autoridad moderna del catolicismo romano afirma:

 

“Es dificil, en la segunda mitad del siglo 20, ofrecer un relato franco, claro y objetivo de la revelación, la evolución doctrinal, y la elaboración teológica del misterio de la Trinidad... Uno no debería hablar de trinitarismo en el Nuevo Testamento a menos que lo haga con serias restricciones... Cuando uno habla de un trinitarismo absoluto, uno ha pasado del período de los orígenes del cristianismo a, digamos, el último cuarto del siglo cuatro.” (La nueva enciclopedia católica, ed. 1967, tomo 14, Pág. 295).

 

¿Y qué sucedió en el siglo cuatro? Pues se realizó el ya mencionado Concilio de Nicea, convocado por y bajo la dirección del emperador pagano Constantino.

 

“En las postrimerías del reinado de Constantino podía preverse ya la unión de la iglesia y el estado, la absorción del cristianismo por el paganismo y su total destrucción.” (El  cristianismo antiguo, Pág. 173).

 

 

Constantino y el Concilio de Nicea

 

Para abreviar, presentaremos un resumen de esta interesante historia:

 

Constantino declaró que se había convertido al llamado cristianismo, sin duda debido tanto a factores políticos como religiosos. Por lo tanto le era muy molesto ver esta división doctrinal, pues la consideraba como una amenaza a la unidad de su imperio. Como Pontífice Máximo, principal gobernante religioso, convocó el primer concilio ecuménico en Nicea en el 325 E.C. Aunque todavía no había sido bautizado como cristiano, presidió sobre este concilio al que sólo asistieron 318 obispos.

 

Durante unos dos meses los trinitarios y los arrianos disputaron; los trinitarios a menudo recurrieron a tácticas de extrema intolerancia. Constantino, notando que los trinitarios formaban la mayoría, decidió a favor de ellos. Aplastó la oposición entre los obispos y exigió la firma de todos los presentes bajo pena de proscripción. Solamente dos obispos de Libia rehusaron firmar; juntos con Ario y los sacerdotes que siguieron fieles a él, fueron exilados a Ilírico territorio que corresponde a la Yugoslavia occidental del día actual. Los escritos de Ario fueron confiscados y quemados, y se advirtió a todos en contra de poseer cualquiera de ellos, bajo pena de muerte.

 

Pero el triunfo de Atanasio y sus seguidores trinitarios fue de muy corta duración. Constantino, quien había decidido a favor de los trinitarios, muy probablemente por razones políticas, estaba muy dispuesto a cambiar cuando el clima político pareciera variar. Y así sucedió cuando Constantino, sólo unos pocos años más tarde, mudó su capital a Bizancio y construyó la ciudad que lleva su nombre, Constantinopla. Aquí el arrianismo estaba fuerte, los obispos de esta zona habían firmado la declaración solamente debido al temor.

 

El principal obispo de Constantinopla, Eusebio de Nicomedia, era un arriano y logró que Constantino cambiara, por así decirlo, de caballos doctrinales. Ahora fueron los trinitarios los que fueron proscritos. En el 335 Constantino desterró a Atanasio a Treves, en Galia (Francia). Poco después, y antes de morir, fue bautizado por el obispo arriano Eusebio.

 

Constantino dejó el imperio a sus herederos. El que finalmente salió vencedor en la lucha por el poder fue Constancio, un arriano de convicción que gradualmente ganó control sobre todo el imperio, oriental y occidental, a la muerte de sus hermanos trinitarios. Decidido a hacer progresar el arrianismo, ordenó que los obispos trinitarios fueran reemplazados por obispos arrianos, cambios que hicieron que un historiador pagano de ese tiempo se burlara acerca de que “las carreteras estaban cubiertas de obispos al galope.”

 

 

Finalmente ganan los trínitarios

 

Sin embargo, esa dominación arriana duró solamente hasta la muerte de Constancio, pues los trinitarios todavía formaban la mayoría. Otra razón por la que los arrianos perdieron fue que no estaban unidos. No apoyaron una declaración o credo común que expresara sus creencias ni tenían tampoco un cuerpo gobernante al cual apelar.

 

Pero tal vez, entre otras cosas, lo que hizo que los trinitarios vencieran a los arrianos fue el hecho de que los trinitarios estaban siempre dispuestos a recurrir a la violencia y a la fuerza para lograr sus metas. Cuando Ario se levantó para hablar en el concilio, se nos dice que un tal Nicolás de Mira lo golpeó en la cara y, mientras Ario hablaba, muchos obispos trinitarios se metían los dedos en los oídos y salían corriendo como si estuvieran horrorizados ante sus palabras. Otra cosa que fue característica de los trinitarios, fue la huelga de brazos caídos que Ambrosio; el obispo de Milán, maniobró para evitar que ni siquiera un edificio eclesiástico de su ciudad fuera entregado a los arrianos, según lo había ordenado el emperador Valentiniano. Ambrosio hizo que su rebaño permaneciera en el edificio día y noche, cantando canciones por dos semanas, hasta que el emperador cedió finalmente a su demanda.

 

Un testimonio similar al hecho de que la violenta intolerancia de los trinitarios era un arma eficaz contra los arrianos lo suministran las declaraciones contrastantes que hicieron dos de los más notables gobernantes “bárbaros” germánicos. Clovis, rey de los francos, que abrazó la ortodoxia romana y por lo tanto el trinitarismo, procedió en contra de los visigodos de la Galia, diciendo: “Me apena que estos arrianos posean parte de Galia. Marchemos con la ayuda de Dios y sojuzguémoslos.” Y de veras que los sojuzgó. Con respecto a la cosecha que siguió a la siembra de intolerancia, leemos que “es un relato de crueldad, avaricia y traición, de reyes depravados y reinas vengativas, para quienes el papa [Gregorio] encontró excusas debido a su defensa de la ortodoxia católica.”

 

En extraordinario contraste a la intolerancia del ortodoxo Clovis, está el arriano Teodorico, rey de los ostrogodos... Teodorico conquistó a Italia, pero en cuanto a la religión, su política fue: “La religión es un asunto en el que el rey no puede ordenar, porque no se puede obligar a ningún hombre a creer en contra de su voluntad.”

 

Otro factor que obró a favor de los trinitarios fue el monasticismo, esto es, la práctica de llevar vidas célibes en los monasterios. Atanasio fue el primer teólogo católico romano de prominencia que promovió el monasticismo. Los monjes no sólo eran una fortaleza del trinitarismo, sino que siempre estaban dispuestos a recurrir a la violencia en su celo por sus creencias trinitarias.

 

El hecho de que los guerreros germánicos que invadieron el imperio romano, tanto su parte oriental como occidental, eran arrianos, también obró en favor de los trinitarios. ¿Por qué razón eran arrianos estos “bárbaros”? Porque habían sido convertidos por un obispo arriano, Ulfilas. Así que el favorecer el arrianismo era como simpatizar con estos invasores.

 

Tal vez el golpe más serio contra los arrianos lo dio el emperador Teodosio. Mediante los edictos oficiales del 391 al 392 E.C., él impuso la ortodoxía católica romana sobre todos los "cristianos" y privó a los arrianos, así como a todos los paganos, de sus casas de adoración. Dice un historiador: "El triunfo legal de la iglesia contra la herejía (el arrianismo) y el paganismo y su evolución de una secta perseguida a una iglesia perseguidora quedó completo."

 

 

Los bárbaros arrianos

 

Desde el quinto siglo en adelante no volvió a haber ningún emperador romano arriano. Sin embargo, esto no señaló el fin del arrianismo como religión nacional. ¡Lejos de eso! Después de la muerte de Teodosio, Roma volvió a ser presa de los invasores arrianos germanos que en su arremetida bajaron del norte. Dice una autoridad católica romana:

 

“A pesar de alguna persecución, el cristianismo en esta forma [arriana] se esparció con notable vigor desde los bárbaros a las tribus vecinas... Cuando estos invadieron el occidente, y establecieron los varios reinos germánicos, la mayoría de las tribus confesaban el arrianismo como su religión nacional y en algunos casos perseguían entre los de la población romana, a los que confesaban la ortodoxia católica... Pero gradualmente la Iglesia católica logró eliminar el arrianismo. En algunos casos esto se logró mediante la acción militar que prácticamente barrió con el elemento germánico, Esto sucedió durante el reinado del emperador Justiniano, cuya ambición era restaurar el imperio romano a su anterior gloria y quien fue notorio por su persecución, no sólo de los arrianos sino también de los judíos y de los samaritanos. ¡Y hasta prohibió a los judíos que leyeran sus Escrituras en hebreo!

 

Pero Justiniano no terminó con el arrianismo. Roma todavía iba a tener más que ver con los bárbaros germánicos, porque unos pocos años después de la muerte de Justiniano, los lombardos, de quienes se dice que eran una de las más feroces de todas las tribus germánicas, invadieron a Italia. No pasó mucho antes de que tuvieran la mayor parte de la península bajo su control. Entonces, a mediados del siglo séptimo, por una u otra razón, los lombardos gradualmente se hicieron católicos romanos trinitarios, y así, aunque siguieron creándole problemas al papado, era sobre asuntos políticos y territoriales, no religiosos.

 

Con respecto a este período leemos: “En la resultante hecatombe, la fortuna alternaba, más a menudo como consecuencia de los cambios políticos y los patrocinios civiles que debido a los argumentos teológicos.” Y como dice otra autoridad, el arrianismo “se mantuvo por dos siglos más, aunque más por accidente que por elección o convicción.”

 

Y así, la nota tónica de la conclusión de esta sección la dejarnos de nuevo al historiador Charles Guignebert:

 

“Así, por una acción de colaboración inconsciente de influencias, bastante disímiles en su origen, pero convergentes en su acción, una religión muy diferente del mesianismo, que ya entrevimos en los umbrales del siglo 3, se constituye en el siglo 4 y se encuentra prácticamente dueña del mundo romano al iniciarse el siglo 5...

 

“Cuando se piensa en lo que fue el cristianismo de la edad media ... y se lo compara con la religión del profeta galileo... con la religión de [Yeshúa], cuya piedad se elevaba hacia el Poderoso de sus padres en un confiado impulso filial, sencillamente, casi no se ve nada de común entre una y otra. Parecería que, con el nombre del Mesíah, la vida religiosa y filosófica del paganismo, con todos sus contrastes y todas sus incoherencias, hubiera recuperado vigor y triunfado sobre la religión del espíritu y de la verdad que el Maestro judío había vivido. No es menos cierto que el ‘triunfo’ de la Iglesia en el curso del siglo 4 solamente fue posible por el fracaso de la fe primitiva, la que podemos llamar la fe de los doce." (El  C. A., Págs. 187,188).

 

"Por eso puede decirse sin paradoja, que los occidentales jamás comprendieron verdaderamente, en la antigüedad, los dogmas cristianos, que tampoco los comprendieron mejor después y que la religión que, con su propio esfuerzo, han construido sobre esos dogmas, ha sido una cosa diferente, en espíritu y en esencia, del cristianismo oriental, otra cosa, surgida esencialmente de su propio fondo, de acuerdo con sus propios sentimientos y vaciada en fórmulas inadecuadas para contenerla en rigor, los occidentales jamás han sido cristianos." (ídem. Pág. 206).

 

De acuerdo en todo, menos el punto de vista que se pretende de esta lectura, a saber: a) que durante los siglos precedentes al concilio, la fe era unitaria o distinta a la trinitaria; b) que los primeros cristianos ignoraban la deidad trinitaria habiendo sido impuesta en aras a una unión férrea que Constantino pretendía para su imperio, cosa ésta última cierta. Pero el dogma de la trinidad, que sí habían declarado Ireneo de Lyon, Tertuliano y otros al menos un siglo antes, ya existía aunque no con la palabra trinidad. El hecho es, que fue escandaloso para la mayoría de los obispos allí reunidos y tuvieron que atajar esa herejía con la declaración de un dogma. No comparto la actitud de Constantino ni el casamiento de religión-estado. Pero lo cierto es que este concilio lo que defendió es lo que estaba siendo atacado, es decir la Divinidad de Cristo rebajándolo a una creación. Ni siquiera se tocó lo del Espíritu Santo, no porque no lo creyesen sino porque no fue atacado ni fue motivo de controversia. Tan solo se dijo y creemos en el Espíritu Santo.

Para más información ver: El concilio de Nicea   Citas trinitarias de los padres apostólicos

 

La verdadera fe monosteista

 

La verdadera fe monoteísta no se ha dado nunca fuera de Israel. La supuesta fe monoteísta del cristianismo falta en pasar la prueba del monoteísmo. El monoteísmo requiere que la deidad suprema sea una sola persona, mientras que la fe cristiana pone a tres personas en la misma categoría de omnipotencia y soberanía.

 

El credo fundamental de la fe israelita excluye toda noción de politeísmo y de trinitarismo: “Oye Israel, Yahwéh es nuestro Poderoso, Yahwéh solo” (Deut. 6:4).

 

Se ha pretendido que la palabra traducida aquí como "solo," ejad, significa una unidad plural. Pero el error de esa interpretación lo expondremos en un capítulo subsiguiente. Ejad significa "uno," "solo," "único," "solamente."

 

En la fe de Israel no existe la noción de una deidad plural compuesta de varias personas. Para los profetas, sólo Yahwéh es el Elohim, el Poderoso; y sólo a él se debe la adoración. 4Ni siquiera en las religiones paganas antiguas existió la noción de una deidad compuesta. La trinidad egipcia se componía de tres deidades, pero nunca se pretendió que las tres componían una sola deidad. (Resaltado mío del texto original)

Estoy de acuerdo. Pero este último párrafo parece contradecirse con lo del "dios uno" compuesto dicho en el capítulo siguiente. Compruébalo aquí 

 

La fe israelita rechaza total y contundentemente la idea de "pluralidad en la unidad." Yahwéh es una sola persona y no admite iguales a su lado. "Porque yo soy Poderoso, y no hay ningún otro, yo soy divino, y no hay nadie como yo" (Isa. 46:9).

 

Yahwéh no habita en un panteón de divinidades, como se concebía antes a las deidades paganas. El “habita en una luz inaccesible,” a la que nadie puede entrar. (I Tim. 6:16).

 

La fe original de Israel es el yahwismo. El yahwista por excelencia en los tiempos primitivos  fue Abraham, el padre de la fe. Luego el yahwismo se extendió a través de su familia a todos sus descendientes.

 

Pero el yahwismo no era una fe exclusiva de las tribus arameas y hebreas, de donde procedía Abraham, sino que también era patrimonio de los midyanitas y otros pueblos muy antiguos.

 

Los historiadores de Israel demuestran que la adoración de Yahwéh como una deidad única se remonta al mismo principio de la humanidad, a los días de Set el tercer hijo de Adam.

 

Dice el relato histórico: "Y a Set, a su vez, le nació un hijo, y lo llamó Enosh. Fue entonces que los hombres comenzaron a invocar a Yahwéh por nombre" (Gen. 4:26 Versión Israelita).

 

En aquel tiempo no había ídolos ni deidades rivales. La humanidad conocía a un solo Ser Omnipotente: Yahwéh Elohim, el Creador de todas las cosas.

 

Un elemento de reflexión: ¿citan las escrituras aunque sea una sola vez que el Padre se llame Yawhé? ¿O lo dice siempre de Dios? Yo no he encontrado ninguno que diga nuestro Padre Yawhé.


El Enigma de la Trinidad volver

 

Capitulo 3:

 

El enigma de la Trinidad

 

¿Cuán antigua es la “Trinidad”?

 

Conviene que comencemos por hacemos un par de preguntas, a ver si de alguna manera podemos aclarar los conceptos.

 

En primer lugar, ¿de dónde surge la teoría de la Trinidad? ¿Es acaso una doctrina católica, o protestante? ¿Hubo personas que creían en una trinidad antes de que surgiera el cristianismo? Para algunos resultará una sorpresa saber que sí, que millones de paganos creían en una trinidad antes de que surgiera el cristianismo con el dogma trinitario. Dejemos que nos informe un afamado escritor, teólogo, e historiador cristiano, el Dr. Alexander Hislop.

 

En su afamado libro Las Dos Babilonias, el Dr. Hislop nos ofrece las siguientes joyas informativas:

 

“Nada más tenemos que comparar los antiguos misterios babilónicos con el entero sistema de Roma para notar cuán inmensamente ha tomado prestado una de la otra. Estos misterios estuvieron envueltos por mucho tiempo en las tinieblas, pero ahora la densa oscuridad comienza a disiparse. Todo el que haya prestado la más mínima atención a la literatura de Grecia, Egipto, Fenicia o Roma se percata del lugar que ocupan estos "misterios" en esos países. Ahora, así como el lenguaje de Jeremíah indica que Babilonia fue la fuente primaria de donde surgieron todos estos sistemas de idolatría, así las deducciones de los más sabios historiadores, basadas simplemente en fundamentos históricos, han llevado a la misma conclusión." (Página 12).

 

“Ahora bien, para establecer cuán idénticos son los sistemas de la antigua Babilonia y la Roma papal, sólo tenemos que indagar hasta qué punto está el sistema del papado en armonía con el sistema establecido en estos misterios babilónicos... " (Pág. 13)

 

“Tomando entonces la admitida unidad y el carácter babilónico de los antiguos misterios de Egipto, Grecia, fenicia, y Roma, como la clave que nos ha de guiar en nuestras investigaciones, vayamos paso a paso en nuestra comparación de la doctrina y la práctica de las dos Babilonias: la Babilonia del Antiguo Testamento y la Babilonia del Nuevo”.

 

“Y aquí tengo que notar, primero, lo idénticos que son los objetos de culto en Babilonia y en Roma. Los antiguos babilonios, así como los modernos romanos, reconocían en palabras la unidad de la Deidad; y aún cuando adoraban innumerables deidades menores, como poseedoras de cierta influencia en los asuntos humanos, reconocían claramente que había un Creador infinito y todopoderoso, supremo sobre todos. La mayoría de las otras naciones hacían lo mismo.” Pág. 14).

 

Cierto. Los griegos tenían muchas deidades pero creían en un ser infinito que creó los cielos y la tierra al que llamaban "el Logos" (la Palabra o el Verbo). Por eso el apóstol Juan presenta a Cristo como ese Logos. El Logos manifestado en hombre. Y para un griego estaba claro lo que decía Juan. No había otra traducción posible. Por eso le rebatía a los griegos que Cristo había sido manifestado en carne, pues la dificultad de éstos no era el creer que él era Dios; la gran dificultad, en el pensamiento gnóstico y helenístico de la época, era admitir que Cristo era hombre. Pensaban que Cristo arrebató un cuerpo en el que habitó y después lo desechó cuando murió en la cruz. Juan presenta a Cristo como el verdadero Dios. 1 Juan 5:20 dice: Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. Versión Dios Habla Hoy.

Es a través de Cristo que vemos a Dios. Juan le llama el verdadero en varias ocasiones, (1 Jn5:20, tanto en el evangelio como en su epístolas así como en el Apocalipsis o Revelación donde dice que tenía escrito en su muslo Fiel y Verdadero que son títulos de Cristo).

Juan no presentó a un Mesías como hiciera Mateo, presentó al Logos, el Dios verdadero en la concepción helenística y lo presentó como Hijo de Dios: Jesucristo. De la lectura en griego de Juan no se desprende otra cosa.

 

Diferencia entre Israel y los paganos

 

A la luz de lo que se ha dicho, ¿cuál era entonces la diferencia entre Israel y las naciones paganas? ¿Por qué el Todopoderoso reprendió a las otras naciones llamándolas paganas e idólatras, y, sin embargo, favoreció a la nación de Israel?

 

Nuevamente nos ilumina la acertada pluma del historiador:

 

“Tan profundamente idólatra era el concepto babilónico de Divina Unidad, que [Yahwéh] el Dios vivo, condenó severamente a su propio pueblo por dedicarle la más mínima atención a ello: ‘Los que se santifican y se purifican en los jardines, tras los ritos de Uno Solo, que comen carne de puerco y abominación y ratón, serán consumidos juntos’ (Isa.. 66:17; y así también otras versiones). En la unidad de aquel "Dios Único" de los babilonios había tres dioses, y para representar aquella doctrina de la Trinidad utilizaban, como muestran los descubrimientos de Layard, el triángulo equilátero, como bien se sabe que hace la Iglesia Romanista hasta el día de hoy.” (Pág. 16). Se contradice con lo dicho antes en el capítulo anterior:

“Ni siquiera en las religiones paganas antiguas existió la noción de una deidad compuesta. La trinidad egipcia se componía de tres deidades, pero nunca se pretendió que las tres componían una sola deidad. ver

No encuentro una versión que avale lo de "uno solo" y en mayúscula. En el texto masorético de Leningrado B19a en BHS y BHK dice uno en masc. y sing. y una o a una fem. sing. anotación al margen. En otros 13 manuscritos hebreos aparece también en femenino. Pongo a continuación todas las versiones de las que dispongo: Pincha aquí No hay nada en estos versos que puedan referirse a un dios trino pagano. La historia habla de triadas de dioses a veces representadas juntas, pero dioses individuales, al fin y al cabo.

 

“El papado tiene en algunas de sus iglesias, como por ejemplo, en el monasterio de los llamados Trinitarios en Madrid, una imagen del Dios trino, con tres cabezas en un cuerpo. Los babilonios tenían algo igual. El señor Layard, en su último libro, ha mostrado un espécimen de tal divinidad trina, adorada en la antigua Asiria... En la India, de igual manera, en uno de los más antiguos templos, se representa a la Divinidad Suprema con tres cabezas en un solo cuerpo bajo el nombre de Eko Deva Trimurti. “Un Dios, tres formas.” En el Japón, los budistas adoran a su gran divinidad Buda, con tres cabezas, en la misma forma, bajo el nombre de “San Pao Fuh.”

 

¿Se da usted cuenta de que el dogma de la trinidad no se origina en la Biblia, ni en las enseñanzas del Mesías? La iglesia Romana la tomó prestada de la religión pagana de Babilonia y los protestantes la han aceptado sin cuestionarla.

Como usted bien ha dicho anteriormente, todas estas deidades históricas no eran dioses trinos sino tres dioses independientes o de tres manifestaciones de un mismo Dios. No existe apoyo histórico que avale la existencia de trinidades como la manifestada por los cristianos.

Los trinitarios creemos en un solo Dios que subsiste en tres personas, no en tres formas.

 

Ahora, como se les hace imposible explicar razonablemente a la “Deidad” con el antiguo dogma trinitario de la antigua Babilonia, diciendo que hay tres personas que componen un solo “Dios,” los nuevos teólogos echan mano de un nuevo ejercicio filosófico: decir que no se trata de una Divinidad en tres personas sino de una Persona en tres divinidades, o sea, en tres manifestaciones divinas.

 

Este nuevo desarrollo teológico pretende evitar las terribles contradicciones lógicas de la anterior interpretación romano­-babilónica. Pero, ¿tiene fundamentos bíblicos la nueva explicación? De ninguna manera. Esta nueva teoría tiene unos obstáculos insalvables y choca violentamente contra la simple enseñanza bíblica de un solo Todopoderoso, el Padre, quien tiene un Hijo, el Mesías Yeshúa. El Hijo mesiánico, incluso, adora al Padre.

 

Es mucho más insalvable a la luz de las Escrituras el creer que hay dos Dioses, en mayúscula o en minúscula, uno creado y otro increado.

Isaías declara por boca de Dios que no existe otro dios grande o chico, roca o fuerte. (Isaías 43:10; 44:6, 8; 45:21,22; 46:9). Declara así mismo que él, sus manos, hicieron el cielo la tierra y todo lo que ellos contienen, (Isa. 44:24; 45:8, 12, 18; 48:13) lo que choca con lo que dice el N.T. que dice que fueron hechos por Cristo. El mismo profeta se ríe de los ídolos, dioses de los paganos, y declara a todos falsos y aunque Cristo dijera que Satanás es el dios de este mundo no lo dice porque lo sea sino porque sus seguidores así lo creen. Como Maradonna es un dios en Argentina. La Biblia declara que no existen dioses. Les llama dioses a los jueces, príncipes, legisladores y a veces a los ángeles porque como usted bien dice, la raíz etimológica de la palabra Dios viene de fuerte o poderoso. "Dioses sois" declara el salmista diciendo que son poderos.

También dice la escritura Dios de dioses, pero esto es un superlativo como Señor de señores, pero en ningún momento declara Dios que hay otro. Antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Isaías 43:10 y aquí utiliza el vocablo El (fuerte, dios, héroe) excluyendo a dioses menores. En Isa 44:6 y fuera de mí no hay Dios excluye a los que tengan naturaleza todopoderosa como El, ya que aquí sí utiliza elo'him en masc. y plural. En el 44:8 dice no hay Dios sino yo y aquí utiliza eloh'am, Dios en masc. y singular. No hay tampoco Roca, Fuerte o Refugio o dios. En resumen, excluye a toda naturaleza divina aparte de El. Pablo decía lo siguiente en Gálatas 4:8 Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses... aunque le llamen dios no lo es. Ese es el uso que Cristo también le da.


Isaías deja claro que no hay nada divino fuera de él. Otros profetas y el salmista así lo corroboran. Entonces podemos afirmar que también excluye a Cristo como dios. Solo queda la posibilidad de que Cristo sea Dios, no todo el Dios pero sí Dios. Con esto no quiero decir que Cristo no sea Dios completamente o que le falte alguno de los atributos, sino que no es la Deidad al completo.

 

Volver a conclusión, si vienes de ella

 

El testimonio del Mesías mismo

 

* Mateo 20:23. “...el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se le dará a aquéllos para quienes mi Padre lo ha preparado.”

 

* Mateo 24:36. “En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.” (¿Cómo es posible que el Padre sepa algo que el hijo no sabe si son la misma persona? Esto no sólo indica la diferencia entre el Padre y el Hijo sino también la supremacía del Padre y las limitaciones del Hijo).

 

* Juan 5:17. “Pero Yeshúa les dijo: "Mí Padre siempre ha trabajado, y yo también trabajo.” (¿Ve usted aquí a un trabajador o a dos?).

 

* Juan 5:19. “Yeshúa les dijo: 'Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solamente hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo. 20 Pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace... 21 Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a quienes quiere dársela. 22 Y el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo todo el poder dejuzgar,

para que todos den al Hijo la misma honra que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre, que lo ha enviado. 26 Porque así como el Padre tiene vida en si mismo, así también HA HECHO QUE EL HIJO TENGA VIDA EN SI MISMO... 30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, pues no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre... 4s No crean que yo los voy a acusar delante de mi Padre; el que los acusa es Moisés.”

 

* Juan 6:37. “Todos los que el Padre me da vienen a mí; y a los que vienen a mí, no los echaré fuera. 38 Porque yo no he venido del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado. 57 El Padre que me ha enviado tiene vida, Y YO VIVO POR éL;  De la misma manera, el que se alimenta de mí vivirá por mí.”

 

(¿Notó bien? El Hijo recibe vida del Padre. Por eso es que uno es padre y el otro es hijo; de otro modo no tendría sentido la relación. Yeshúa nunca habló de su poder y autoridad como posesiones inherentemente suyas. Siempre hizo claro que todo su poder y autoridad le fueron dados por su Padre Yahwéh. Y de la misma manera que él vive por el Padre, los suyos vivirán por él.)

 

* Juan 8:38. “Yo hablo lo que mi Padre me ha mostrado, y ustedes hacen lo que su padre les ha dicho... 40 Sin embargo, aunque les he enseñado la verdad que EL PODEROSO ME HA ENSEÑADO, ustedes quieren matarme... 42 ... No he venido por mi propia cuenta, sino que el Poderoso me ha enviado. 43 ¿Por qué no pueden ustedes entender mi mensaje? Pues simplemente porque no quieren escuchar mi palabra. 50 Yo no quiero que me honren, aunque hay ALGUIEN que quiere que se me honre, y él juzga.”

 

* Juan 8:54. “Si yo me honro a mí mismo mi honra no vale nada. Pero el que me honra es mi Padre, el mismo que ustedes dicen que es su Poderoso.”   (¿Quién era el Poderoso de los judíos? Yahwéh, ¿verdad?  Pues Yeshúa está diciendo que ese es su Padre.)

 

* Juan 10: 14, 15. “Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre, así también yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí.” 

 

* Juan 12:49. “Y si Yahwéh me apartó y me envió al mundo, ¿cómo pueden ustedes decir que lo he ofendido porque dije que soy hijo de Yahwéh?”    Supongo que la cita es Juan 10:36. Ningún manuscrito avala lo de Hijo de Yahwé. Esto puede dar lugar a conjeturas no bíblicas. Lo que todos los manuscritos dicen es Hijo de Dios.

 

* Juan 12:49. “Porque yo no hablo por mi propia cuenta; el Padre que me ha enviado me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. 50 Yo sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así, pues, lo que yo digo, lo digo como el Padre me ha ordenado.”

 

* Juan 14:28. “...Si de veras me amaran, se habrían alegrado al saber que voy al Padre, porque éL ES MáS QUE YO.”

 

* Juan 17:4,5 “Yo te he glorificado aquí en el mundo, pues he terminado lo que me mandaste hacer. Ahora, pues, Padre, dame en tu presencia la misma gloria que yo tenía contigo desde antes que existiera el mundo. 6 A los que escogiste del mundo para dármelos, les he hecho saber quién eres.. 7 Ahora saben que todo lo que me diste viene de ti; 8 pues les he dado el mensaje que me diste, y ellos lo han aceptado. Se han dado cuenta de que en verdad he venido de ti, y han creído que tú me enviaste.”

 

Alguien se ha inventado un hombre de paja para atacar a los trinitarios diciendo que creemos que Cristo y el Padre es la misma persona. Todos los textos citados anteriormente nos demuestran que Cristo no es el Padre, ¡como si nosotros creyésemos lo contrario! También todas estas citas muestran la limitación humana y siempre auto impuesta de nuestro Señor. Tampoco dudamos  de esto. Si creemos que Cristo fue Dios y perfecto humano no hay contradicción alguna. Muchas partes de la Biblia muestran la humanidad de Cristo pero otras muchas la deidad. No sería justo citar solo una parte ya que no haría honor a la verdad. La Biblia menciona más de 90 veces la frase Hijo del Hombre y unas  50 la de Hijo de Dios. ésta habla claramente de las dos naturalezas que Cristo poseía para ser el perfecto mediador. Como hombre pasó necesidades y habló como tal (citas muy usadas por lo que niegan la deidad de Cristo)  y como Dios mostró atribuciones que solo son propias de éste y actuó como tal. Como cuando perdonó pecados mostrando así que él era capaz de perdonar las ofensas cometidas contra él. Si él no fuera Dios sino solo mediador, entonces solo podría haber expiado los pecados contra Dios efectuando la remisión pero nunca el perdón puesto que Cristo no sería el ofendido y solo éste es el único que puede perdonar las ofensas. El dijo que tenía poder para perdonar los pecados por lo tanto era el ofendido (Dios) y al mismo tiempo el intermediario (Hombre).  Mr 2:7-10

El nunca se refirió a su persona como Hijo de Dios. Solo indirectamente. Siempre se autodenominó el Hijo del Hombre. Sin embargo su Palabra dice que el era el Hijo de Dios y nadie duda acerca de esto. Jesús no dijo nunca que era Dios mismo encarnado, pero su Palabra sí que lo dice en muchas ocasiones. ¿Por qué habría que dudar entonces?

Citas que declaran la deidad de Cristo

 1 Jn 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna;

Rom 9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

Tito 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

2 Pedro 1:1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo

Hay a quien le molesta estos textos y aluden que están mal traducidos y que las versiones mayoritarias y ampliamente reconocidas por las autoridades griegas no hacen honor a la verdad. Pero eso será objeto de estudio más adelante. El lector puede acudir a cualquier Nuevo Testamento interlinear en griego de prestigio reconocido y comprobarlo.  He de decir que muchas de las versiones que indican los unitarios y otros de teología similar en sus alegaciones no son reconocidas más que por sus seguidores y que a sabiendas ignoran ciertas reglas gramaticales y aplican de modo caprichoso y a su conveniencia otros criterios de traducción.  Por ejemplo en la versión del Nuevo Mundo dicen que en 2 Pedro 1:1, mencionado antes, debe traducirse: por la justicia de nuestro Dios y de nuestro Salvador Jesucristo (en amarillo las añadiduras)  y sin embargo siendo la misma construcción gramatical en griego traducen 10 versículos más adelante en 2 Ped 1:11  del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Aquí sí que respetan la norma y no dicen de nuestro Señor y de nuestro Salvador Jesucristo.

Por favor compara estas dos frases de 2 Pedro 1:11 con 2 Pedro 1:1. Ambas tienen la misma constitución gramatical, los mismos tiempos y los mismos casos declinativos.

 

tou/ Kuri,ou h`mw/n kai. swth/roj VIhsou/ Cristou/Å            del Señor nuestro y Salvador Jesucristo        

tou/ Qeou/    h`mw/n kai. swth/roj VIhsou/ Cristou/\            del Dios  nuestro y Salvador Jesucristo

 

La traducción del Nuevo Mundo vierte para las mismas frases en griego:

 

tou/ Kuri,ou h`mw/n kai. swth/roj VIhsou/ Cristou/Å           del Señor nuestro  y      Salvador Jesucristo        

tou/ Qeou/    h`mw/n kai. swth/roj VIhsou/ Cristou/\          del Dios   nuestro  y del Salvador Jesucristo

¿De dónde sale ese “del” si comparando ambas frases en griego son igualmente construidas y tan solo cambian “Dios” por “Señor”? ¿Por qué hacen distinción de personas en la segunda  frase y no en la primera  o viceversa? ¿Es ignorancia o intencionalidad?

Ejemplos como estos proliferan en algunas de estas traducciones. Juzgue el lector

El testimonio de los apóstoles

 

Con el testimonio del Mesías mismo en cuanto a quién es él y quién es el Padre debería ser suficiente; pero como hay quienes aún parece que no le creen, vamos a ver si a los apóstoles les creen:

 

* Romanos 1:9. “Yahwéh, a quien yo sirvo con todo mi corazón anunciando el mensaje de su Hijo, es testigo de que continuamente los recuerdo en mis oraciones.”

 

* Romanos 15:6. "Para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Poderoso y Padre de nuestro Maestro Yeshúa Mesías.”

 

* 1 Corintios 11:3 “Pero quiero que entiendan que el Mesías es cabeza de cada hombre, y que el esposo es cabeza de su esposa, así como Yahwéh es cabeza del Mesías.”

 

(¿Qué significa el que el hombre sea cabeza de su esposa? ¿No es que el hombre tiene autoridad sobre su esposa en el arreglo divino? Pues así Yahwéh tiene autoridad sobre el Mesías, por ser su Padre).

 

* l Corintios 15:24. “...Entonces vendrá el fin, cuando el Mesías derrote a todos los dominios, autoridades y poderes, y entregue el reino al Poderoso Padre... 7 Porque Yahwéh lo ha sometido todo debajo de sus pies. Pero cuando dice que todo le ha quedado sometido, es claro que esto no incluye a Yahwéh mismo, ya que él es quien le sometió todas las cosas. 28 Y cuando todo haya quedado sometido al Mesías, entonces el Mesías, que es el Hijo, se someterá a Yahwéh, (literalmente él, se refiere al Dios y Padre  del ver. 24) que es quien sometió a él todas las cosas. Así, Yahwéh  (lit. DIOS) será todo en todo.”  (¿Podría alguien quererlo más claro?)

 

* Gálatas 1:1 "Yo, Pablo, soy un apóstol, no enviado ni nombrado por los hombres, sino por Yeshúa el Mesías mismo Y POR YAHWEH EL PADRE, que lo resucitó... 3 Que Yahwéh. nuestro Padre y el Maestro Yeshúa Mesías DERRAMEN [plural] su gracia y su paz sobre ustedes." Estoy de acuerdo en que son distintos pero tampoco es verdad lo de DERRAMEN. Compruébenlo del original griego:

 

GNT Gálatas 1:3 ca,rij u`mi/n kai. eivrh,nh avpo. qeou/ patro.j h`mw/n kai. kuri,ou VIhsou/ Cristou/

------------- Gracia -a vosotros y ---paz--- de --Dios -Padre- nuestro -y --Señor-- Jesús Cristo,

La otra fuente es parecida y viene del Texto Receptus. Añade el adjetivo posesivo "nuestro" a Señor Jesucristo:

GNS Galatians 1:3 ca,rij u`mi/n kai. eivrh,nh avpo. Qeou/ patro.j( kai. Kuri,ou h`mw/n VIhsou/ Cristou/(

Ninguno de los textos donde Usted cita Yahwéh está avalado por ningún original. Siempre aparece Dios o Padre o Señor

 

Estamos de acuerdo que las escrituras hablan de dos personas y tres con el Espíritu Santo. Nunca dicen que uno sea el mismo que el otro. Pero hay evidencias que hacen ver que Cristo es la imagen visible del Dios invisible col. 1:15. El es el buen pastor de Ezequiel 34. El mismo vendrá como dice su Palabra. Así hay cientos de pasajes que se cumplieron y se cumplirán en la persona de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El es el que volverá. Todo el Nuevo Testamento así lo indica. Por lo tanto no puede haber dos pastores ni dos Salvadores ni dos que lo llenan todo ni dos que sustentan todo con la palabra de su poder. Puesto que no es el Padre quien dice todos estos pasajes sino Dios o YHWH, no hay contradicción en que Cristo siendo parte de la Deidad, sea quien lo cumpla ya que él es también YHWH Dios. El nombre de la Deidad es Yahwéh y este nombre no es exclusivo del Padre sino de los tres.

 

* Colosenses 1:15. "El Mesías es la imagen visible de Yahwéh, que es invisible; es su Hijo primero, anterior a todo lo creado. POR MEDIO DE éL, YAHWéH CREÓ TODO ¿? lo que hay en el cielo y en la tierra."

 * 1 Pedro 1:16. "Si ustedes llaman 'Padre' a Yahwéh, ¿? que juzga a cada uno ... 18 Pues Yahwéh ¿? los ha salvado a ustedes ... 19 con la sangre preciosa del Mesías."

Comprueben si los originales griegos dicen Yahveh

kai. eiv pate,ra evpikalei/sqe to.n avproswpolh,ptwj kri,nonta kata. to. e`ka,stou e;rgon( evn fo,bw| to.n th/j paroiki,aj u`mw/n cro,non avnastra,fhte\

RVA 1 Pedro 1:17 Y si invocáis como Padre a aquel que juzga según la obra de cada uno sin hacer distinción de personas, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación.

No digan lo que las escrituras no dicen y no quiten ni un ápice lo que se dice de Cristo. Aquí les expongo el griego original de donde se sirven todas las traducciones que conocemos.

Colosenses 1:16 o[ti evn auvtw/| evkti,sqh ta. pa,nta evn toi/j ouvranoi/j kai. evpi. th/j gh/j( ta. o`rata. kai. ta. avo,rata( ei;te qro,noi ei;te kurio,thtej ei;te avrcai. ei;te evxousi,ai\ ta. pa,nta diV auvtou/ kai. eivj auvto.n e;ktistai\

RVA Colosenses 1:16 porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él.

Decir en este texto que YHWH creó todo por medio de él es ser poco honestos por no decir que inducen deliberadamente al error. No dice que Dios o Yawéh creó todo sino que en El o por El fueron todas las cosas creadas, refiriéndose a Cristo.

Aquí no aparece la palabra Dios (qeou/), Padre(pate,ra), Cristo (Cristou) o Yawéh que no se menciona ni una sola vez en las escrituras griegas cristianas. Puede ser el Padre o Dios que es lo que da la exégesis pero no lo presuponga. Para analizar un texto es previo el análisis sintáctico y después se aplica la exégesis si hace falta, pero nunca al contrario. Con versiones incorrectas se llegan a conclusiones erróneas y no se ve tampoco la idea que la fiel Palabra de Dios quiere que vislumbremos.

La traducción que exponen se parece mucho a la versión popular de Dios Habla Hoy. No es una versión correcta. Más bien una paráfrasis para ayudar al entendimiento. Pero en vez de eso provoca muchos malentendidos. Yo la califico en vez de versión, perversión porque en muchas ocasiones añaden lo que no dicen las escrituras. Peor ocurre con la versión del Nuevo Mundo de la Watchtower que malversa los textos, y no por ignorancia como ya hemos demostrado, para apoyar su teología.

 

Observo ciertas coincidencias peligrosas con la expuesta en este artículo, como la de insertar lo que no viene en ninguno de los casi 5.000 manuscritos que se conservan hoy día. Indaguen acerca de lo que digo o verifíquenlo con las recopilaciones de originales griegos que conocemos y que pueden ser accesibles a través de Internet. Si quieren ver un estudio hecho por el Teólogo y Periodista Cesar Vidal Manzanares, lean en Internet: Conspiración contra las Sagradas Escrituras. Con respecto a la inclusión o no del tetragrámaton en el N. T. pueden comprobarlo en la página Web http//:www.tetragrammaton.org

 

Aquí algunas de las versiones que dispongo de lo citado anteriormente:

 

KJV Colossians 1:16 For by him were all things created, that are in heaven, and that are in earth, visible and invisible, hether they be thrones, or dominions, or principalities, or powers: all things were created by him, and for him:

ASV Colossians 1:16 for in him were all things created, in the heavens and upon the earth, things visible and things invisible, whether thrones or dominions or principalities or powers; all things have been created through him, and unto him;

RSV Colossians 1:16 for in him all things were created, in heaven and on earth, visible and invisible, whether thrones or dominions or principalities or authorities -- all things were created through him and for him.

GNT Colossians 1:16 o[ti evn auvtw/| evkti,sqh ta. pa,nta evn toi/j ouvranoi/j kai. evpi. th/j gh/j( ta. o`rata. kai. ta. avo,rata( ei;te qro,noi ei;te kurio,thtej ei;te avrcai. ei;te evxousi,ai\ ta. pa,nta diV auvtou/ kai. eivj auvto.n e;ktistai\

GNS Colossians 1:16 o[ti evn auvtw/| evkti,sqh ta. pa,nta( ta. evn toi/j ouvranoi/j kai. ta. evpi. th/j gh/j( ta. o`rata. kai. ta. avo,rata( ei;te qro,noi( ei;te kurio,thtej( ei;te avrcai.( ei;te evxousi,ai\ ta. pa,nta diV auvtou/ kai. eivj auvto.n e;ktistai\

VUL Colossians 1:16 quia in ipso condita sunt universa in caelis et in terra visibilia et invisibilia sive throni sive dominationes sive principatus sive potestates omnia per ipsum et in ipso creata sunt

DRB Colossians 1:16 car par lui ont été créés toutes choses, les choses qui sont dans les cieux, et les choses qui sont sur la terre, les visibles et les invisibles, soit trônes, ou seigneuries, ou principautés, ou autorités: toutes choses ont été créés par lui et pour lui;

NEG Colossians 1:16 Car en lui ont été créées toutes les choses qui sont dans les cieux et sur la terre, les visibles et les invisibles, trônes, dignités, dominations, autorités. Tout a été créé par lui et pour lui.

RVA Colossians 1:16 porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él.

SRV Colossians 1:16 Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fué criado por él y para él.

GNS 1 Peter 1:17 kai. eiv pate,ra evpikalei/sqe to.n avproswpolh,ptwj kri,nonta kata. to. e`ka,stou e;rgon( evn fo,bw| to.n
th/j paroiki,aj u`mw/n cro,non avnastra,fhte\

RVA 1 Pedro 1:17 Y si invocáis como Padre a aquel que juzga según la obra de cada uno sin hacer distinción de personas, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación.

¿Quién es el Anti‑Mesías?

 

* l Juan 1:3. "Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con el Padre y con SU HIJO Yeshúa el Mesías. "

 

* l Juan 2:1 "Si alguno comete pecado, tenemos un abogado ante el Padre, que es Yeshúa el Mesías."

 

* 1 Juan 2:1. “¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Yeshúa no es el Mesías. Ese es el enemigo del Mesías [anti-­Mesías], pues niega tanto al Padre como al Hijo. 23 Cualquiera que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre. 24 Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y... también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre.” [Todavía 1+1=2]

 

* l Juan 4:14,15. “Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que EL PADRE envió a SU HIJO para salvar al mundo. 15 Cualquiera que reconoce que Yeshúa es EL HIJO de Yahwéh, vive en Yahwéh y Yahwéh en él.”

 

* 2 Juan 3. Que Yahwéh el Padre, y Yeshúa Mesías, HIJO DEL PADRE, [1+1=2] derramen [plural] su gracia sobre ustedes.”

 

Otra vez estoy totalmente de acuerdo en este punto. El Hijo no es el Padre. Nunca se ha dicho que lo fuera. Otra cosa es lo que dicen las nuevas teologías y que no son bíblicas como el neo-pentecostalismo y otros.
Juan 1:1 dice en el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios. Y el verbo era Dios.

 

¿A quién hay que adorar?

 

El Gran maestro nos enseña claramente a quién hay que adorar como nuestro Poderoso, al mismo a quien él adoraba, como judío que era:

 

  1. El Mesías adoraba al Padre:

“Llega la hora en que ustedes adorarán AL PADRE sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalem. 22 Ustedes [los samaritanos] no saben a quién adoran; pero nosotros [los judíos] sabemos a quién adorarnos, pues la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora, y es ahora mismo cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu del Poderoso. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran." (Juan 4:21‑23)

 

“Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el ÚNICO PODEROSO VERDADERO, y a Yeshúa Mesías, a quien tú enviaste." (Juan 17:3)

 

  1. Los apóstoles adoraban al Padre:

“Pues aunque en el cielo y en la tierra existan esos llamados poderosos y en ese sentido hay muchos poderosos y muchos soberanos, 6 PARA NOSOTROS NO HAY MAS QUE UN SOLO PODEROSO, EL PADRE,... Y hay también un solo soberano, Yeshúa el Mesías (l Cor. 8: 5,6). [Uno más uno = dos personas; pero uno de ellos es nuestro Poderoso y el otro es nuestro soberano, es decir, nuestro rey].

 

 

La prueba de fuego

 

Hay un par de pasajes en el Nuevo Testamento tocante a los cuales deseamos extender una amistosa invitación a los amigos que creen en la teoría trinitaria. Si esos dos pasajes apoyan su idea de la trinidad, tienen una victoria. Pero si no, los invitamos a apegarse a la verdad de las Escrituras Inspiradas. He aquí los pasajes; vamos a citarlos, pero usted puede leerlos en su propia Biblia:

 

“El Poderoso de Abraham, de Isaac, y de Jacob, el Poderoso de nuestros padres...” [Un momento; hagamos un paréntesis: ¿Quién es ese Poderoso? En éxodo 3: 15 se identifica como “Yahwéh, el Poderoso de vuestros padres.]... “ha glorificado a SU HIJO YESHÚA, al cual vosotros entregasteis.” (Hechos 3:13 VRV).

 

¿Se da cuenta de lo que dice aquí? Pedro está diciendo que el Poderoso de Abraham (o sea, Yahwéh) envió a SU HIJO YESHÚA. Entonces el Poderoso de Israel tiene un Hijo que se llama Yeshúa. Además, en el capítulo 2:32 dice que "a este Yeshúa lo resucitó Yahwéh," y en el verso 36 dice que “a este Yeshúa a quien vosotros ejecutasteis, YAHWéH lo ha hecho Soberano y Mesías.”

 

En el capítulo 4:24‑27, los apóstoles oran al Omnipotente y lo invocan así: "Soberano Yahwéh tú eres el Poderoso que hizo el cielo y la tierra.” [¿A quién se referían, al Padre o al Hijo?] “Los príncipes se juntaron en uno contra Yahwéh y contra su ungido. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Yeshúa, a quien tú UNGISTE.”

 

¿Se da cuenta? El Padre mencionado aquí es Yahwéh. Y si Yeshúa fuera Yahwéh, como dicen los unitarios, entonces ¿quién es el Ungido? Pedro, por inspiración, evita toda confusión: Yahwéh es el Padre, y Yeshúa es su Hijo, el Ungido, es decir, el Mesías. De manera que es claro que en la mente de los apóstoles no existía esa idea de que Yahwéh y Yeshúa, o sea, el Padre y el Hijo sean la misma persona. Ellos hacían una distinción clara y precisa entre los dos.

 

Y no solo eso; si los que saben un poco de griego hubieran cotejado esos pasajes con el texto original, habrían sabido que en esos dos textos no se le llama a Yeshúa “Hijo” (aunque en otros pasajes sí) sino que se le llama "Siervo" de Yahwéh. La palabra griega en este caso es paidós, y en la moderna Versión Popular, como en muchas otras, se ha traducido como “Siervo.”

 

Si estos pasajes no convencen a los neo‑trinitarios de que Yahwéh y Yeshúa no son la misma persona, sino que Yahwéh es el Padre y Yeshúa es el Hijo, o Siervo Ungido, entonces empezamos a albergar serias dudas en cuanto a la honestidad teológica de estas personas. Porque cualquiera que lea esos pasajes sin prejuicios puede ver que contradicen radicalmente las teorías unitarias.

 

Me pregunto como van a convencer utilizando versiones que ha sabiendas están mal traducidas. En los pasajes citados no aparece la palabra Yahwéh en griego y ninguna prueba documental avala dicha traducción por lo tanto el planteamiento es erróneo y el argumento falso

 

 

Textos que malinterpretan los unitarios

 

Juan 14:9 ...“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre."

 

De aquí, sin más ni más, concluyen los unitarios que aquel que estaba hablando con Tomás era el Padre mismo. Cometen el mismo error que cometieron los padres de Sansón, que vieron aun ángel, mensajero de Yahwéh, y oyeron la voz de Yahwéh hablar por la boca de aquel ángel, y creyeron que aquel ángel era Yahwéh mismo.

 

Si aquel ángel era Yahwéh, y si el Maestro que hablaba con Tomás era Yahwéh, entonces hay una colosal contradicción en la Biblia; porque aquel mismo Maestro dijo también: "A Yahwéh nadie lo vio JAMáS, el unigénito HIJO, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer." ¿Se da cuenta? Al Padre nadie lo ha visto JAMáS, sin embargo, al Maestro de Nazaret lo estaban viendo miles de personas.

 

Pero ¿cómo se explican sus palabras en Juan 14:9? Fácilmente. El mismo las explicó más adelante, en el verso 10: “Las palabras que yo os hablo no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mi, él hace las obras.” Así que la explicación es que el Padre moraba en Yeshúa, no en el sentido que le dan los metafísicos como si Yeshúa fuera una encarnación de Padre, sino en el sentido bíblico de una presencia espiritual. Si esto significa que eran la misma persona, entonces el espíritu santo y nosotros somos una misma persona, porque en 1 Corintios 3:16 dice que el espíritu santo “mora en nosotros.” No, amigo lector, lo único que estas palabras pueden lógicamente significar es que el Padre hablaba y actuaba en el Maestro de Nazaret, y por eso ver al Maestro era como ver al Padre, tanto era el parecido. Se trata de parecido, no de identidad. Como cuando ahora una persona dice de un niño: “Ese niño es el mismo padre;” y todo el mundo sabe que lo que se quiere decir es que son muy parecidos.

 

Juan 10:30. Este es otro bastión de la teología unitaria, "Yo y el Padre somos uno. " Pero lo que no le dicen a usted los teólogos unitarios es que en el lenguaje bíblico, cuando se dice que dos personas son una lo que significa es que actúan unidas.

 

¿Desea ver un ejemplo de esto? Juan 17:2 1: "Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros... para que sean uno así como nosotros somos uno.” Ahora bien, ¿qué quiso decir el Maestro? ¿Que no habrían muchos discípulos sino uno solo, o más bien que sus discípulos estarían en armonía así como el Padre y el Hijo están en armonía? Observe qué excelente traducción de ese pasaje nos ofrece la Nueva Biblia Española:

 

“Que sean todos uno, como tú, oh Padre, estás conmigo y yo contigo; que también ellos estén con nosotros... Yo les he dado a ellos la gloria que tú me diste, la de ser uno como lo somos NOSOTROS, yo unido con ellos y tú conmigo, para que queden realizados en la unidad.”

 

Amigo lector, esto no es interpretación de hombres ni imaginación de teólogos; es la propia interpretación que le dio el mismo Mesías a sus palabras. Además, usted sabe que cuando el Creador dijo que el hombre y la mujer serían uno en el matrimonio no quiso decir que serían literalmente una sola persona, sino que estarían unidos por un vínculo sagrado.

 

 

¿Dos Yahwéhs en las Escrituras?

 

En esta sección contestamos a los que dicen que en las Escrituras Hebreas se habla de dos Yahwéhs. Siempre nos hemos preguntado cuál es la intención de esa enseñanza. Tiene que haber una intencionalidad en esa declaración cuando se le da tanto énfasis en algunos sectores de la cristiandad. Algunos lo que pretenden es demostrar que Yeshúa preexistió, pero hay otras manera de demostrar eso. Otros pretenden demostrar que Yeshúa era un ser divino. No hay que hablar. ¿Por qué insistir entonces en una declaración tan contradictoria y extraña a las Escrituras?

 

Para mostrarnos que hay dos Yahwéhs, una persona nos citó una vez Génesis 19:24, que dice en la versión Reina‑Valera: “Entonces [Yahwéh] hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de [Yahwéh] desde los cielos.”

 

Partiendo de esa expresión concluyó él que en este pasaje se mencionan dos Yahwéhs, uno en el cielo y uno en la tierra. La idea es que antes de que el Mesías naciera en la tierra existía en el cielo como el “Todopoderoso Yahwéh Hijo”, y siendo que su Padre es Yahwéh, entonces hay dos Yahwéhs.

 

Le explicamos al hermano que ese pasaje no prueba nada porque es claro que esa expresión es un hebraísmo, y simplemente significa que Yahwéh hizo llover fuego del cielo. Hay múltiples ejemplos de ese hebraísmo en las Escrituras, pero unos pocos ejemplos bastarán para demostrarlo.

 

* Ezequiel 11:24 “Luego me levantó EL ESPIRITU y me volvió a llevar en visión DEL ESPíRITU del Poderoso.” (Cabe preguntar entonces: ¿Cuántos Espíritus Santos hay?)

 

* éxodo 24:1 “Dijo YAHWEH a Moisés: Sube ante YAHWEH tú y Aarón” (¿Diría usted que hay dos Yahwéhs en este pasaje? El problema es que, si los había, estaban los dos en la tierra al mismo tiempo ante Moisés).

 

* Oseas 1:5,7 "Y le dijo [YAHWEH]: ... los salvaré por YAHWEH su Poderoso. " (¿Todavía no se dan cuenta de que se trata de un hebraísmo y que solo hay una persona hablando de sí misma?)

 

* Zacaríah 10:12 “Y yo los fortaleceré en YAHWEH... dice YAHWEH. " (Si todavía cree usted que este lenguaje significa que hay dos Yahwéhs prepárese para una sorpresa:)

 

* l Reyes 8:1 (Hebreo): " Entonces SALOMÓN reunió ante el rey SALOMÓN en Jerusalem a los ancianos de Israel.”

 

(Si lo quiere en hebreo: Az yajel Shelomóh etziknéy... el-hamélek Shelomóh Yerushaláim.) ¿Cuántos Salomones hay en este pasaje?)

 

* 2 Crónicas 8:2. “Salomón también reedificó las ciudades que Huram le había dado a Salomón.” (Aquí otra vez la versión Reina‑Valera eliminó el Segundo Salomón, pero está en el texto hebreo). (De nuevo, ¿cuántos Salomones hay?)

 

* 2 Crónicas 11:1. "Cuando vino Roboam... reunió... hombres. .. para hacer volver el reino a Roboam. " (Aún en la Reina­-Valera están los dos Roboames. ¿Cuántos Roboams había reinando en Judá en ese momento?)

 

Ahora bien, si no usted está dispuesto a aceptar que esto es un hebraísmo, tendrá que concluir que había DOS SALOMONES en Israel, uno congregando a los ancianos delante del otro; y dos Roboames al mismo tiempo sobre Judá. ¿Suena tonto? Entonces, estimado lector, no hay manera de escapar al hecho de que existe un modismo hebreo en este tipo de expresiones, y que estas frases sobre Salomón y sobre Roboam son idénticas a la de Génesis 19:24.

 

Fíjese si es claro para los traductores que se trata de un modismo, que en la versión Reina‑Valera, en vez de mencionarse a Salomón dos veces, se traduce: “Entonces Salomón reunió ANTE SI en Jerusalem... (etc.)” Es que precisamente ese es el sentido de la frase. Pues así también en Génesis 19:24 debería traducirse: “Y Yahwéh hizo bajar azufre y fuego desde su presencia en el cielo.” Por eso versiones más cuidadosas, como la Versión Popular, traducen: “Yahwéh hizo llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.” De esta manera evitan la confusión causada por la traducción de versiones como la de Reina‑Valera.

 

Además, el mayor de los mandamientos dice: “Oye Israel, Yahwéh nuestro Poderoso es un sólo Yahwéh.” (Versión Moderna). La expresión "un solo" es traducción del hebreo ejad Pero como también la teoría trinitaria dice que esta palabra indica pluralidad, al igual que elohim, trataremos esto en capítulo aparte.

Admito los hebraísmos y entiendo sus argumentos en las citas en las cuales se narra en tercera persona, pero esos mismos criterios no son aplicables a Exodo 24:1; Oseas 1:5,7; Zacarias 10:12 en los que es YHWH quien habla en primera persona. Creo que el criterio de traducción de la Reina-Valera es bastante acertado.

Hay muchos más textos bíblicos que habría que analizar y que hablan de más de uno que es llamado YHWH desde el cap. 1 del Génesis.

 

Capítulo 4 Volver

 

Análisis de la palabra “ejad”

 

La teoría trinitaria que dice que Yahwéh es una “Deidad compuesta” se basa en una doble premisa: 1) que el término hebreo elohim es un plural numérico, y 2) que la palabra hebrea ejad no significa "uno" sino una unidad compuesta. Se reclama que ejad no significa "uno como entidad singular sino como entidad plural compuesta," mientras que yajid significa "uno" con el sentido de una entidad singular.

 

Cuando uno compara este argumento con la manera en que se usan las dos palabras en las Escrituras Hebreas se hace evidente que eso es una falacia. No está apoyado por las Escrituras, sino solamente por un deseo honesto de defender el dogma romano de la Trinidad. Coteje los siguientes pasajes por usted mismo y vea si ejad no significa una entidad, única, singular, simple.

 

La doctrina de la trinidad no está basada en la "doble premisa" que usted dice sino que este concepto subyace en la totalidad de la Biblia. Sería iluso por su parte pensar que nos apoyamos exclusivamente en dos conceptos e ignorar todos los pasajes que confirman la trinidad de Dios.

 

Usos de ejád en las Escrituras:

 

1. Como uno entre varios otros:

Gén.  2: 11 ‑ el nombre del uno era Pishón. (Heb.)

Gén. 2:21 ‑ una de las costillas del hombre. (NIV)

Gén. 3:22 ‑ llegar a ser como uno de nosotros.

Cant. 4:9 ‑ con una mirada de tus ojos.

2. Como artículo indefinido:

éxo. 29:1 ‑ toma un toro joven.

éxo. 29:3 - pon los en una canasta.

1 Rey. 22:8 ‑ Hay aún un hombre.

3. De algo único en su propia clase:

Gén. 27:3 8 ‑ ¿Tienes una sola bendición, padre mío?

Gén. 42:11 ‑ Somos hijos de un mismo hombre.

Sal. 27:4 ‑ Una cosa he pedido a Yahwéh.

Sal. 53:3 ‑ ...quien haga el bien, ni aún uno.

Ecl. 2:14 ‑ la misma suerte les tocó.

Ecl. 3:19 ‑ todos tienen un mismo aliento.

Cant. 6:9 ‑ Mi perfecta es única la única hija.

4. De un hombre solo (solitario):

Ecl. 4:8 ‑ Había un hombre solo.

Ecl. 4:11 ¿Cómo puede un hombre calentarse solo?

            Mal. 2:10 ‑ ¿No tenemos todos un mismo Padre... un mismo Elohim?

5. De uno en contraste con muchos:

Isa. 51:12 ‑ Abraham... era sólo uno.

6. Como el adverbio "solo":

            Jos. 22:20 ‑ no fue el único que murió [Lit.: no sólo él murió].

            Ecl. 4:10 ‑ Pobre del solo. [Heb. Pobre del que es él solo]

            1 Crón. 29:1 ‑ Sólo a Salomón ha escogido.

7. Como un numeral consecutivo:

            Jos. 12:9‑14 ‑ el rey de Yerikó uno... uno... uno. Etc.

 

Usos de yajid:

 

1. Como alguien único en su clase: (sinónimo de ejad en No. 3)

            Gen 22:2 ‑ Toma a tu hijo, tu único hijo.

Jer. 6:26 ‑ Llora como un hijo único.

            Zac. 12:10 ‑ Como se llora por un hijo único.

Prov. 4:3 ‑ un único hijo de mi madre.

2. Como adjetivo:

            Sal. 25:16 ‑ Estoy solo y afligido.

            Sal. 68:4 ‑ Elohim pone al solo en familias.

3. Como adverbio: (sinónimo de ejad en No.6)

            Job 34:29 ‑ está... sobre un hombre solamente. (H)

Sal. 86: 10 ‑ Tú solo eres Elohim.

4. Como un verbo: (unirse)

            Gen. 49:6 ‑ que no me una a la asamblea.

            Isa 14:20 ‑ No te unirás a ellos en sepultura.

 

Con esta evidencia interna de las Escrituras, es perfectamente sano concluir que cuando Deuteronomio 6:4 dice "Yahwéh nuestro Poderoso en Un Yahwéh," significa exactamente que Yahwéh es Uno, Único, Singular, Solo, Absoluto, Simple, no compuesto. A esto podemos agregar que la pluralidad del título común elohim no es una pluralidad numérica, como demuestra el gramático hebreo Gesenio, y como hemos demostrado en nuestro folleto sobre la palabra Elohim.

 

De lo expuesto, yo no podría afirmar con tanta rotundidad lo de Absoluto, Simple u homogéneo como la cualidad de Nuestro Dios.

Ejad es el término más utilizado para decir uno, tanto en sentido ordinal como cardinal. Yajid es más concreto en cuanto a unidad absoluta y menos usado. Pero lo cierto es, que el Espíritu escogió "Ejad" para definirse. Si quisiera haber dicho que no hay lugar a una deidad compuesta hubiera utilizado el término "Yajid" y se hubiera zanjado el asunto. De todos modos Yawéh es uno (ejad) como ...y fue la mañana y la tarde un (ejad) día. Gen 1:5; ...y se unirá a su mujer y los dos serán una (ejad) carne Gen 2:4, etc. Lo que es cierto es que "yajid" no es utilizada nunca en el Antiguo Testamento para expresar una unidad compuesta sino algo único en su especie e indivisible por esa razón no utilizó Yahid en la Schemah.

Un español Moisés Maimónides, fue el que al escribir los trece artículos de fe que los judíos incorporaron a su literatura y liturgia, expuso la unidad de Dios en su artículo segundo, y utilizó la palabra Yajid el decir: "Creo con fe perfecta que Dios, bendito sea Su Nombre, es una unidad y que no hay ninguna unidad que pueda igualarse a la suya, y que sólo El es nuestro Dios, que ha sido, es y será" Esto ha hecho que la idea de absoluto arraigara a partir del siglo XIII en el pueblo judío. Pero no es esa la palabra utilizada en las Sagradas Escrituras. Las escrituras dicen: Schemah Israel: Adonai Elohenu, Adonai ejad

En el Zohar escrito por Moisés de León (1250-1305) y base de la Qabbalah (tradición) hace precisamente un comentario a este texto de Deuteronomio 6:4 que refleja el pensamiento del pueblo Hebreo de la época. Acerca de por qué hay que recitar tres veces este nombre en este texto dice lo siguiente: La primera vez, YaHWéH, es porque es el Padre en los cielos. La segunda vez, Dios, porque ése es el título del Mesías, la vara del tronco de Isaí, que ha de venir por David, de la familia de Isaí. La tercera vez Yahwéh, porque es el que nos enseña a caminar aquí en la tierra. Y estros tres son uno."

Lo interesante, es que según la Zohar, al Mesías, no tan solo se le llama Yahwéh, sino que en realidad, es una parte del Dios nombrado tres veces. Y esto está basado en las Escrituras. Leemos en Jer. 23:6 y este será su nombre por el cual le llamarán: Jehová es nuestra justicia. esto no es una interpretación mía o gratuita era el pensamiento judío de antes de la inquisición española. He aquí algunas citas antiguas de la Midrash:

• "Dios le llamó (al mesías) con seis nombres que él dice en relación consigo mismo: Porque un niño nos ha nacido, se nos ha dado un hijo; y el gobierno estará sobre su hombro; y su nombre será maravilloso, consejero, Dios, fuerte, padre eterno, príncipe de paz (se está citando aquí Is 9,5-6). De manera que lo llamó Dios de una manera distintiva” (Iggereth Teman; rabí Moisés ben Maimón escribiendo a Jacob Alfajumi).

• "¿Cuál es el nombre del rey mesías? A esto respondió el rabí Abba bar Kahana: Yahveh es su nombre” (Midrash Echa 1,51)

• "Dios llamó también al rey mesías con su propio nombre (el de Dios)” (Midrash Thillim 21,2).

 

De todo esto deduzco que los judíos, al parecer esperaban que el Mesías sería el propio Dios encarnado. Una emanación de Dios encarnada donde habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Y esto encaja con los escritos del Antiguo y Nuevo Testamento.

 

Elohim

Ante el argumento de algunos teólogos de que en aquellos tiempos el plural de majestad no estaba en uso, preguntamos: ¿En qué sentido los cananeos llamaban a Baal su "elohim"? En qué sentido llamaban "elohim" a la deidad femenina Astarté? Consideraban ellos a Baal una deidad Tres‑en‑uno? Y también a Astarté como otra deidad femenina Tres‑en‑uno? Toda la evidencia está en contra de eso. Baal era considerado como una deidad sencilla, "el Señor del cielo"; y, sin embargo, se lo llama "elohim" en las Escrituras. Esto muestra claramente que el escritor usó esta palabra como un adjetivo intensivo, o como un plural de majestad. En cada caso el significado es "el Poderoso."

 

No se niega que elohim sea un plural intensivo o mayestático. Pero ¿también lo es el uso de la primera persona del plural  en los textos de la creación del Génesis y otros en la Biblia?

Génesis 1:26 Entonces dijo Dios (elohim): «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra». 27          Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

No parece normal que Dios hable en plural y después el redactor lo haga el singular. Creo que Moisés pensaba en un Dios complejo y a la vez único. Su manera de redactar el hecho lo denota.

A este respecto consulté con el principal rabino de mi ciudad y me contestó que eso había dado más de un quebradero de cabeza a los estudiosos hebreos. No me habló de un plural mayestático. Parece ser que Dios hablaba con otros. No podían ser los ángeles puesto que no son a nuestra imagen y semejanza y además no son creadores. Según las Escrituras solo tres son creadores: el Padre, el Verbo y el Espíritu. Nadie más aparece creando cosas de la nada en la Biblia.

El dogma romano‑babilónico de la Trinidad, en el cual varias personas componen una "deidad uni-plural" es simplemente anti-bíblico. No importa cuántas personas estén incluidas en esa deidad, sean dos o tres; no hay diferencia. El hecho que hace falsa esa teoría no es el número de personas envueltas, sino la idea de que hay más de una persona incluidas en la Deidad. Pablo dijo claramente: "Para nosotros no hay más que un solo Poderoso, el Padre," (1 Cor. 8:6).

 

Sin ánimo de ofender, el "Dios compuesto" del dogma trinitario (o aun del credo “diunitario” es simplemente una deidad imaginaria, una imitación del verdadero Todopoderoso. Ese no es el Poderoso que adoró Yeshúa como su Poderoso (Jn.  20:17). Ese no es el Poderoso Uno (¿?) y único adorado por la comunidad apostólica primitiva (1 Cor. 8:5,6). El único Poderoso verdadero es el Padre de Yeshúa; una sola persona: EL PADRE. No negamos que el Mesías sea divino, pero esto es diferente del­ dogma trinitario y lo explicamos en capitulo aparte.

 

Ahora, veamos lo que dice un Comentario Judío Ortodoxo sobre la palabra ejad.

 

"él es Uno porque no hay otro Elohim que él; pero también es Uno porque es completamente distinto a todo lo demás que existe. él es por lo tanto no solamente Uno, sino el Solo y Único Elohim... Por lo tanto, a él solamente es correcto orar, y no a ningún otro ser fuera de él. La creencia de que Elohim se compone de varias personalidades, tal como la creencia cristiana en la Trinidad, se aparta de la pura concepción de la Unidad de Elohim. Israel ha rechazado a través de las edades todo lo que opaque u oscurezca la concepción del monoteísmo puro; antes que admitir cualquier debilitamiento de éste, los judíos han estado preparados a vagar, a sufrir, a morir...El Shemá excluye la Trinidad del credo cristiano como una violación de la Unidad de Elohim. " (Edición Soncino de la Toráh, páginas 770 y 92l).

 

Este es el comentario de un Judío Ortodoxo, pero me remito a los dichos anteriores de judíos mucho más ortodoxos anteriores al S. XIV y para mí mucho más fiables. Los posteriores eran reaccionarios en contra de la inquisición y la cultura cristiana y todo lo que se pareciera a su teología como bien atestigua usted en otro capítulo de este libro.  


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Capítulo 5

 

¿Una deidad femenina‑masculina?

 

Nos mueve a escribir este capítulo el haber estudiado los folletos de una Escuela de Metafísica en la Florida. Según ellos Yahwéh es el Padre, Elohim es el Hijo, y Yeshúa es el espíritu santo. Dicen, además, que Yahwéh es masculino y femenino a la vez. ¡Hay que ver cómo les gusta a algunos confundir las cosas!

 

En cuanto a que haya tres personas en la supuesta trinidad, ya nos hemos ocupado de eso en otra sección. Ahora estas personas recurren otra vez a Juan 1:10 para decir que Yeshúa es el Todopoderoso Yahwéh. Cualquiera que conozca un poco de hebreo se da cuenta de que la base del argumento trinitario es muy débil cuando se basa en pasajes como este. En primer lugar, ahí hay un error claro de traducción en la versión King James (y en la Versión Reina‑Valera), pero hay otras versiones que lo tienen correcto. "The world was made by him" (el mundo fue hecho por él) es una traducción errónea del griego "día". "Día" significa "por medio de" (through) como instrumento. En la New American Standard Version, una traducción afamada como más exacta que la anticuada King James, dice: "the world was made through him." "Through" quiere decir que algún otro lo hizo "a través de él", o sea, usándolo a él como medio. Confirmando esto, la Versión Popular traduce: "Dios hizo el mundo por medio de él." Aunque la palabra "Dios" aquí fue añadido por los traductores, ese es el verdadero sentido del griego.

 

Lo que sucede es que estas personas no conocen los originales hebreosy griegos y tal parece como si creyeran que la Escritura fue inspirada en Inglés, y por lo tanto no saben lo que dicen. Traducir el griego "ho kósmos di'autoú egéneto" como "the world was made by him" (el mundo fue hecho por él) es un error que los traductores modernos están corrigiendo ahora en las nuevas traducciones.

 

Sí, el "Verbo" o la "Palabra" estaba presente en la creación, y él era el "Obrero Maestro" que Yahwéh usó para realizar la creación, según Proverbios 8:30. Pero en el verso 22 dice que esa Palabra o "Sabiduría" fue producida o engendrada o creada por Yahwéh. Que la traducción correcta del verso 22 es "Yahwéh me creó" lo demostramos en el capítulo sobre la palabra qanáh.

 

El único pasaje que habla del espíritu santo como si fuera una persona es 1 Juan 5:7, y el que use ese pasaje para apoyar tal doctrina demuestra que no está al día con el conocimiento de las Escrituras. Ese pasaje no estuvo en la Escritura sino hasta después del siglo 5 después de Yeshúa. En los manuscritos arameos no está esa frase de "tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo." Esa frase fue añadida a los manuscritos GRIEGOS de después del siglo 5. En la Versión Peshita ARAMEA no está, ni en ninguno de los manuscritos griegos del siglo cuarto. (Ellos dicen que Juan no era griego y que no hay que citar el griego, sin embargo, el pasaje que ellos citan ESTá EN UN TEXTO GRIEGO TARDíO. En los manuscritos ARAMEOS, que son mucho más antiguos que los griegos, no está esa frase.)

 

En l Corintios 2:10‑12 se enseña que el espíritu de Yahwéh es para Yahwéh lo que espíritu del hombre es para el hombre. Su espíritu no es otra persona sino parte de usted mismo. Así el espíritu de Yahwéh no es otra persona fuera de él sino parte de él mismo, su mente. Esto se hace claro en el verso 16, donde Pablo dice que nosotros tenemos "la mente del Mesíah." ¿Cómo es posible que tengamos "la mente del Mesíah”? El se refiere al espíritu que nos dio el Mesíah, el espíritu santo.

 

Ahora bien, dicen ellos que Yahwéh es masculino y femenino a la vez, y que la "a" de su nombre viene de Adam, lo que lo hace masculino, y la "e" viene de Eva, lo que lo hace femenino. En cuanto a lo de la "e" y la "a" en Yahwéh, estas personas están en un error doble. Primero, no es la "e" sino la "a", y al final, la que indica el sexo femenino de una palabra hebrea, y solamente si termina en "he" (h). Como por ejemplo "Sarah" (princesa), de "Sar" (príncipe). La "e" indica el masculino, si está al final de la palabra. Si el Nombre fuera "Yahwah" sería femenino, igual que "Sarah". Pero al ser "Yahwéh" es masculino. "Yeshúa" no es femenino porque no termina en "h" sino en la "ayin" hebrea. Pero la palabra hebrea para "salvación", Yeshuáh, es femenina.

 

El segundo error: "La 'a' en Yahwéh viene de Adam y la 'e' viene de Eva." ¡Otra vez estas personas se creen que el inglés vino del cielo. Miren, en hebreo el nombre de Eva no tiene ninguna "e". "Eva" es una transliteración de la forma GRIEGA en la Versión Septuaginta. Si estas personas se tomaran la molestia de cotejar el HEBREO, o si no le ocultaran la verdad a la gente, sabrían que en el texto hebreo el nombre de la mujer de Adam es "Hawah" y su esposo es "Adam". No hay ninguna "e" en ninguno de esos nombres. La única vocal presente en ambos nombres es la "a". Estos metafísicos obviamente desconocen los textos hebreos. Lo único que indica sexo en las palabras hebreas es la terminación de la palabra, y la terminación femenina es "ah." Igual que en español, que "Pedro" es masculino y "Petra" es femenina. Esto es fácil de ver para los de habla hispana, pero en algunos otros idiomas no se ven claramente estas cosas porque son deficientes en esas diferencias de género, y casi todas sus palabras son asexuales. Para hacer que "Adam" sea femenino usted tiene que escribir "Adamah". Esa es precisamente la palabra hebrea que significa "arcilla."

 

Recuerde que esas personas están predispuestas por sus ideas metafísicas que le enseñan a la gente a olvidar la realidad, porque para ellos nada es como parece ser. En éxodo 15:3 dice que "Yahwéh es un VARÓN de guerra. " Siempre, SIEMPRE se le da a Yahwéh el pronombre "él", nunca, NUNCA se le llama "ella". Si lo que estas personas quieren es tener un dios "bisexual" tendrán que ir a buscarlo en otra parte pero no en las Escrituras Hebreas. En estas, Yahwéh es siempre un "él" no una "ella." Si una mujer tiene relaciones sexuales con otra mujer la acusan de lesbianismo, sin embargo, esa misma gente dice que el espíritu santo (que ellos enseñan que es hembra) dejó encinta a Miryam, y a eso no lo llaman lesbianismo. Hay que cuidarse de la corrupción a la que esa mentalidad puede llevarnos.

 

Si fuera verdad que Yahwéh es masculino y femenino a la vez, entonces no tendría ningún derecho de condenar a los homosexuales como lo hace. Entonces un hombre tendría también derecho a ser macho y hembra a la vez. Todo eso es ridículo, absurdo y sin sentido. No hay nada malo en no saber hebreo, y no saber hebreo y decir "yo no sé" es correcto, honesto y lógico. Pero lo incorrecto es, decir "yo sé", sin saber lo que se está diciendo. Hablamos con este atrevimiento porque nos indigna ver cómo algunas personas se amparan detrás de un supuesto conocimiento del hebreo para decir semejantes barbaridades. Después de leer esos folletos nos damos cuenta de la sutileza del espíritu del error. El hecho de que esas personas usen los nombres sagrados los hace más peligrosos, porque tienen una apariencia de verdad; pero su doctrina es radicalmente contraria a la Escritura. Esas personas se basan en conocimiento humano, en interpretaciones metafísicas y esotéricas que son contrarias a la Escritura Inspirada. Pero si usted es un estudiante profundo de las Escrituras Inspiradas, usted sabe mejor que eso. No se dejará engañar por el falso conocimiento

 

 


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Capítulo 6:

 

Yeshúa, "el principio de la creación"

 

En Revelación 3:14 el Mesías glorificado se autodenomina "el principio de la creación de Elohím." Esta aseveración se ha interpretado de dos modos distintos por los estudiantes de la Biblia, 1) según unos, significa que el Mesías fue el primer ser creado por Yahwéh; y 2) según otros, significa que el Mesías fue el originador o "iniciador" de la creación.

 

Para apoyar el segundo punto de vista la Nueva Versión Internacional ha traducido la palabra griega arjé como “el iniciador” en inglés (beginner), y como "el soberano" en la versión española, en lugar de “el principio”. De modo que ahora los estudiantes de las Escrituras que usan esa traducción no tendrán duda de que las Escrituras NO dicen que el Mesías fue creado por el Todopoderoso Yahwéh.

 

Pero la pregunta es, ¿está justificada esa traducción? Parece que en la mente de los estudiantes de las Escrituras el concepto de ser creado conlleva siempre la idea de inferioridad. Otro concepto que acompaña a éste es la idea de que un ser creado no puede ser creador porque para ser creador uno tiene que ser increado, no-derivado.

 

Ahora bien, contéstese esta pregunta: Yeshúa dijo que todo le fue dado, que todo poder le fue dado, aun el tener vida en sí mismo le fue dado (Juan 5:26), y del mismo modo, el poder de crear le tiene que haber sido dado; pero ¿como se le pudo haber dado algo si él era increado, inderivado, todopoderoso en sí mismo. ¿No le parece esto contradictorio? Ciertamente lo es.

Sin embargo, la verdad no tiene que parecer contradictoria. Nos dirigimos a personas de mente abierta que aman la verdad. Si tienen paciencia les vamos a organizar la evidencia bíblica que tenemos para declarar que el Mesías fue, no sólo la más elevada y más sublime producción de su Padre Yahwéh, sino que de hecho fue su ÚNICA CREACIÓN. Tal vez las palabras "creación" y "creado" no son los mejores términos en nuestro idioma para expresar estos conceptos, porque de alguna manera “crear” tiene la connotación de producir algo de la nada, y ese no parece ser el caso con el Mesías.

 

Permítanos recordarle que en el idioma hebreo hay dos palabras que expresan la idea de "creación," una es bará, y la otra es qaná. La palabra bará generalmente significa crear de la nada (aunque hay excepciones, como en Génesis 1:27, donde la palabra bará implica creación, pero no necesariamente de la nada. Véase más sobre esto en el capitulo "La palabra qanití " Ese capitulo aclara por qué es incorrecto traducir qaná como "poseer" como lo tienen las versiones tradicionales.

 

 

 

¿Quién fue "el obrero maestro"?

 

 Todos estamos de acuerdo en que al Mesías se le llama "el Verbo" o "la Palabra" en las Escrituras. Nadie entiende por eso que él fuera una "palabra" en el sentido literal del término. El término "palabra" aplicado a él significa que él fue el vehículo que usó el Todopoderoso Yahwéh para crear todas las cosas, y para comunicarse más tarde con sus creaturas inteligentes. Parafraseando la primera declaración del Génesis, Juan dice que "El estaba en el principio con el Poderoso; todas las cosas se hicieron por medio de él" (Juan 1: 1‑3). Así que aquella “palabra” era una persona mediante la cual el Todopoderoso escogió realizar su creación.

 

En el mismo modo de hablar, a esa persona se le llama "la sabiduría" en el libro de los Proverbios, especialmente en el Capítulo 8. Ahora bien, en ese capitulo, verso 22, la Sabiduría personificada dice: “Yahwéh me poseía en el principio de su camino.” La mayoría de los teólogos, comentadores bíblicos y estudiantes de las Escrituras, concuerdan en que esta sabiduría "poseída" por Yahwéh en el principio es un símbolo del Mesías como Hijo de Yahwéh. Esto no es una simple invención cristiana, como algunos lo etiquetan; tenemos los escritos de los antiguos rabinos y eruditos judíos de la antigüedad quienes entendieron este pasaje de la misma manera.

 

Desafortunadamente, la palabra qaná se traduce erróneamente en este pasaje en algunas versiones como “poseía.” Si usted coteja las mejores y más eruditas versiones en inglés, estas le darán una traducción más correcta del término:

 

Revised Standard Version: “created me...”

An American Translation: “formed me...”

The New English Bible: “ created me...”

The Jerusalem Bible: “created me...”

New Intemational Version: “brought me forth…”

La Septuaginta: “ektise me...” (me creó).

 

Ahora, note que la versión Septuaginta, hecha algunos siglos antes de que existiera un solo cristiano, traduce la palabra qanití como "me creó." Los traductores judíos que produjeron la Septuaginta estaban al tanto de que la palabra qaná significaba "crear" y no “poseer.”

 

Que esta Sabiduría simbólica representa a Aquel que vino a ser el Mesías se muestra en el verso 30, según se traduce correctamente en algunas versiones: "Entonces yo era el obrero a su lado" (NIV); "Entonces yo estaba a su lado como un obrero maestro (RSV; JB; NKJV). Además en los versos 23 y 25 se dice que esta sabiduría creativa fue “producida.” Esto no puede referirse a la sabiduría literal de la mente de Yahwéh, porque esa sabiduría nunca pudo haber sido creada, de otra manera él habría sido un ignorante antes de crear esa sabiduría, y si tal cosa pudiera ser posible, entonces él no habría podido crear nada. De manera que es claro que el término “sabiduría” en este contexto es una referencia simbólica al poderoso hijo de Yahwéh, como también lo es el término “la Palabra” en Juan 1: 1.

 

Ahora bien, de qué manera este “obrero maestro” fue creado por Yahwéh no se expresa en el texto. Pero el uso de la palabra qaná en lugar de bará podría ser indicativo de que no fue una creación “ex nihil,” de la nada, como habría indicado el término bará. Esto podría dar apoyo a la especulación de que el Hijo de Yahwéh fue producido de la misma sustancia de su Padre. Semejante a la creación de Eva de una costilla de Adam, excepto que en el caso de Yahwéh la sustancia no es carne ni hueso sino la más alta forma de energía que existe: rúah (espíritu). En otras palabras, el Hijo no fue exactamente “creado” sino más bien engendrado. Esto es lo que significa la palabra griega monoguenés, unigénito, en Juan 3:16.

 

Una segunda evidencia es un simple pasaje en el que se da una profecía sobre el Mesías: Miqueas 5:2. “...de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel, cuyas salidas han sido desde antiguo, de la eternidad.”

 

Ahora bien, “sus salidas” en hebreo es motsaotáv y “de antiguo” es miquédem, y “de la eternidad” es mimé olám. Todos estamos de acuerdo en que “sus salidas” significa “su origen, su comienzo.” Nadie cuestiona que miquédem signifique “desde antiguo”. Pero algunos argumentan que el texto también dice “de la eternidad” y que esto significa que él es eterno, y si es eterno no tiene principio. Si nos permiten, les mostraremos por la Escritura que la palabra hebrea olám no siempre significa “eterno”.

 

Olám también significa “antiguo" y "antaño”. Tome por ejemplo, Jeremíah 6:16. Yahwéh nos invita a “preguntar por las sendas antiguas.” Ahora bien, la frase “las sendas antiguas” es en hebreo netivót olám. Y los ejemplos podrían multiplicarse muchas veces para mostrar que la palabra olám a menudo significa “antiguo.”

 

Compare con estas excelentes traducciones de Miqueas 5:2:

(Revised Standard Version) “Cuyo origen es de antiguo, de los días antaño.”

(New International Versión) “Cuyos origen es de antiguo, de los días de antaño.”

(Jerusalem Bible) “su origen se remonta al pasado distante, a los días de antaño.”

(The New Jewish version) “cuyo origen es de antiguo, de los días de antaño.”

 

Así que, este pasaje, claramente mesiánico, declara que el Gobernante Mesiánico de Israel tuvo un “origen” en el pasado distante, armonizando con Proverbios 8:22 que dice que fue “creado” o más bien producido por Yahwéh.

 

La última evidencia que presentaremos son las palabras del propio Yeshúa en Revelación 3:14. Este pasaje dice más de lo que la gente se percata generalmente. Yeshúa mismo dice que él es "el principio de la creación;” lo cual es una expresión casi idéntica a la frase “el principio de sus obras” en Proverbios 8:22. Pero algunos, tratando de evitar el hecho evidente de que Yeshúa se clasifica a sí mismo como la primera de las criaturas de Yahwéh, han dicho que la palabra “principio” significa “principiador” u “originador.” Así que es importante cotejar cómo se usa esta palabra en el contexto general de las Escrituras Sagradas. Esta palabra es reshit en hebreo, y arjé en las traducciones griegas.

 

Gen. 49:3 – “la primera señal de mi fuerza” (NIV).

Exo. 12:2 – “el primer mes” (NIV).

Job 40:19 – “la primera entre las obras...” (NIV).

Pro. 8:26 – “la primera parte del polvo” (NWT).

Mtt. 24:8 – “principio de dolores” (= primero).

John 2:11 – “la primera de sus señales” (NIV).

 

En ninguno de estos pasajes la palabra "principio" puede entenderse como “originador.” De hecho, en ninguna parte de la Escritura la palabra reshit tiene semejante connotación.

 

Un paralelo importante

 

Considere ahora el siguiente paralelo:

 

Rev. 3:14 ‑---‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑   Col. 1: 18

“El principio                           “El principio,

de la creación.”                      el primogénito de entre

                                              los muertos."

 

Note cuidadosamente en el segundo verso que palabra “principio” se hace sinónimo de “primogénito.” Esto es, al ser el primero de los muertos resucitados, él es el “principio” de los muertos resucitados; En otras palabras, el primero en resucitar a inmortalidad. Como evidencia adicional de que la palabra “principio” aquí significa “el primero”, tenemos las palabras de Yeshúa: “Yo soy la Alef  y la Tau, el primero y el último, el principio y el fin." (Rev. 22:13 Hab.). Aquí las palabras “principio” y “primero” están utilizadas con el mismo significado. Para mayor contexto véase la siguiente concordancia:

 

 

Lev. 2:22 – “una ofrenda de los primeros frutos.”

Lev.  23: 10 – “un manojo del primer grano.”

Deu. 18:4 – “los primeros frutos de tu grano.”

Deu. 26: 10 – “los primeros frutos del suelo.”

(En todos estos casos la palabra traducida "primero" es en hebreo reshit.)

 

 

 

 

Conclusiones

 

1. Reshit y arjé se traducen ambas como “primicias” y “primeros granos” en la mayoría de las traducciones bíblicas, y también se traducen “principio”, de manera que “el principio” significa “el primero” cuando se aplica a una persona o cosa.

 

2. “Principio” se hace sinónimo de “primogénito” en Colosenses 1:18, así que puede significar lo mismo en Revelación 3:14, lo cual significa que el Mesías es el “primero” de las criaturas de Yahwéh.

 

3. Su creación, como se implica en el uso de la palabra qaná en Proverbios 8:22, no parece haber sido de la nada sino más probablemente de la propia sustancia espíritu de Yahwéh, o sea, engendrado.

 

4. De manera que Yeshúa es un ser único en su clase; el único ser directamente engendrado, o producido por el Padre del universo, y empleado más tarde como su Obrero Maestro en la creación del vasto universo.

 

Estas conclusiones de ninguna manera disminuyen el honor de Yeshúa. Es lo contrario, lo exaltan sobre todo otro ser en el universo, exceptuado solamente a su Padre, Quien es su Cabeza, (1 Cor. 11:4). Y armonizan perfectamente con el Shemá, que declara fuera de duda que "Yahwéh nuestro Poderoso es único" (Deut. 6:4).

 

Es sumamente interesante, y me ha gustado mucho como ha expuesto el tema de la generación o engendro del Verbo. En lo único en que difiero es en el momento que se produjo. Fue en la eternidad. A nuestro entender estamos encerrados en las tres dimensiones en las que el creador nos ha sujetado y a las que El no se sujeta: espacio, materia y tiempo. Es ésta última la menos entendida con respecto a Dios. Me refiero a que, podemos entender un Dios eterno sin final, ....pero eterno sin principio es algo en que cuando lo meditamos nuestra mente cae en círculo y nos atascamos como los ordenadores.

 

De lo expuesto arriba, yo entiendo que nuestro Cristo es una emanación visible del propio Dios. Nuestro Dios es un Dios complejo. Si lo pudiéramos encasillar, medir o si quiera entender ya no sería nuestro Poderoso Dios. Los primeros padres, que debían entender el griego koiné mejor que nosotros, avalan la eternidad de Yoshúa: "Si alguno dijese que el Verbo de Dios o la Sabiduría (Espíritu) de Dios tuvieron un comienzo, advirtámosle no sea que dirija su impiedad también contra el ingénito Padre, ya que negaría que El fue siempre Padre y que El ha engendrado siempre al Verbo, y que siempre tuvo sabiduría en todos los tiempos previos o edades, o cualquier cosa que pueda imaginarse previamente. No puede haber título más antiguo del Dios omnipotente que el de Padre, y es a través del Hijo que El es Padre" (Orígenes. S. III. Sobre los principios 1.2.; Patrologia Graeca 11.132).

 

Otro punto del que difiero es que, Jesucristo no sea Dios Eterno. El es Dios de Dios. El es su Verbo. El es la parte visible del Dios invisible y en el reside, porque así le plació al Padre, toda la plenitud de la Deidad. Col 2:9. Colosenses también dice que El hizo todo por él y para él. El es el dueño de lo creado y en él subsiste toda la creación por la palabra de su poder.

En cuanto a que él lo ha heredado todo, es cierto. Y además se sujetó al Padre, e incluso a sus padres terrenales (Lucas 2:51). No olvidemos que Cristo se auto despojó de todo, se humanó y se humilló hasta lo sumo para poder recibirlo todo otra vez de manos del Padre, una vez presentado el sacrificio, y ser exaltado hasta lo máximo para gloria de Dios Padre, quien quiso reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. Efesios 1:8. Es en éste sentido que él lo ha heredado todo. Cristo no puede decir con propiedad yo soy la resurrección y la vida (Jn 11:25) si El ha recibido la vida y tuvo que ser resucitado. No es coherente. El es el verdadero Dios y vida eterna 1Jn 5:20.

 

Miqueas 5:2. Algunas traducciones modernas vierten "de los días de antaño" para la palabra hebrea olám. Cuando fui a consultar al principal rabino de mi ciudad, un hombre sefardí que habla mejor el hebreo que el Español,  me dijo con respecto a mi pregunta: significa desde los días del comienzo de todo, desde siempre, desde los días de la eternidad. He proseguido con mi estudio de esta palabra y resulta que tiene casi las mismas connotaciones que "siempre" y "eterno" en español. Decimos: este vecino me está molestando "siempre" y no entendemos la acepción eterna sino la temporal. De igual modo decimos de un coche robusto: este coche (carro para nuestros amigos hispanos) es "eterno". En ambos casos sabemos que no estamos empleando el término correctamente sino a modo de hipérbole (exageración).

 

Pongo a continuación algunos versos que describen a Dios como eterno utilizando el término correcto olám:

 

RVA Salmo 45:6 Tu trono, oh Dios, es eterno (olam) y para siempre; Aquí nadie vierte tu trono es antiguo.

Salmo 48:14 Porque Dios es nuestro Dios eternamente (olam) y para siempre; por siempre nos guiará. Nadie entiende que hubo un tiempo en que nuestro Dios no lo fue.

103:17 Pero la misericordia de Jehovah es desde la eternidad (olam) y hasta la eternidad (olam) sobre los que le temen; y su justicia sobre los hijos de sus hijos,

Isaias 24:5 La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han transgredido las leyes, han falseado el derecho y han quebrantado el pacto eterno (olam). El pacto ¿es antiguo o eterno? Es el pacto ¿de siempre o es eterno? Todos los traductores coinciden en poner eterno y no antiguo, de antaño o de siempre.

Genesis 21:33 Abraham plantó un árbol de tamarisco en Beerseba e invocó allí el nombre de Jehovah, el Dios eterno. (olam)

Salmo135:13 Oh Jehovah, eterno (olam) es tu nombre; tu memoria, oh Jehovah, de generación en generación.

Concluyo diciendo que en las Escrituras el vocablo que mejor expresa el concepto de eternidad en hebreo es precisamente olam. No veo pues ninguna razón para traducir precisamente en este versículo “de los días de antaño”. Es más contradice los otros textos que hablan del Mesías. El vocablo olám bien sea aplicado a Dios o al Mesías siempre tiene las mismas connotaciones de eternidad. No es gramaticalmente correcto aplicar la acepción eterna a Dios y la temporal a Cristo.

 

Hay que decir también que la palabra olam se vierte casi todas las veces en griego aión que significa lo mismo: eternidad.

Creo que en el contexto de Miqueas 5:2 sus salidas (en hebreo esta palabra es femenina y plural) se refieren a las distintas manifestaciones, teofanías, de nuestro Señor Jesucristo no a sus orígenes, ya que no puede tener múltiples orígenes, y estas salidas son desde los días de la eternidad. Los traductores de la Septuaginta que eran eruditos judíos tradujeron del hebreo al griego salidas (e;xodoi de donde viene la palabra éxodo) y no origen. ¿Por qué se empeñan los eruditos modernos en hacernos entender 25 siglos después lo que no entendieron aquellos 70 sabios judíos?

 

 

 

 

Revelación 3:14

En el libro se dice esta conclusión:

2. “Principio” se hace sinónimo de “primogénito” en Colosenses 1:18, así que puede significar lo mismo en Revelación 3:14, lo cual significa que el Mesías es el “primero” de las criaturas de Yahwéh.


Este paralelismo o regla de tres puede resultar también al contrario: como "Principio" en griego también significa autor o soberano se hace sinónimo de "primogénito" que significa también principal y además cuadra con la frase que le sigue: para que en todo tenga la preeminencia que refleja el verdadero sentido de este texto. No se puede pretender que primogénito de entre los muertos signifique el primero en resucitar de los muertos sino el principal, el soberano de entre ellos; de lo contrario tendría que haber dicho el primogénito entre los resucitados. Por lo mismo, el Primogénito de la Creación de Dios no quiere decir el primero de las criaturas. Y ahora paso a argumentar lo dicho.

 

La palabra principio es en griego arqüe con sus diferentes estados:

ajrchv (nominativo, femenino y singular) avrch.n en acusativo y avrch/j en genitivo.

y aparecen en tres acepciones:

 

1 en sentido temporal: principio, inicio, origen...

Juan 2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

Hebreos 3:14 y 7:3 porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio.

Nada se sabe de su padre ni de su madre ni de sus antepasados; ni tampoco del principio y fin de su vida.
Apocalipsis 21:6 Y me dijo: «Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin

y así la mayor parte.

 

2 Sentido posicional: autor, principal o principado, poder, autoridad, soberanía...

Efesios 1:21 u`pera,nw pa,shj avrch/j kai. evxousi,aj kai. duna,mewj kai. kurio,thtoj kai. panto.j ovno,matoj ovnomazome,nou( ouv mo,non evn tw/| aivw/ni tou,tw| avlla. kai. evn tw/| me,llonti\

por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no sólo en esta edad sino también en la venidera.

Colosenses 2:10 kai. evste. evn auvtw/| peplhrwme,noi( o[j evstin h` kefalh. pa,shj avrch/j kai. evxousi,aj(

y vosotros estáis completos en él, quien es la cabeza de todo principado y autoridad.

1 Corintios 15:24 ei=ta to. te,loj( o[tan paradidw/| th.n basilei,an tw/| qew/| kai. patri,( o[tan katargh,sh| pa/san avrch.n kai. pa/san evxousi,an kai. du,naminÅ

Después el fin, cuando él entregue el reino al Dios y Padre, cuando ya haya anulado todo principado, autoridad y poder.

Judas 6 avgge,louj te tou.j mh. thrh,santaj th.n e`autw/n avrch.n avlla. avpolipo,ntaj to. i;dion oivkhth,rion eivj kri,sin mega,lhj h`me,raj desmoi/j avi?di,oij u`po. zo,fon teth,rhken(

Y á los ángeles que no guardaron su dignidad, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día:

Lucas 20:20 Kai. parathrh,santej avpe,steilan evgkaqe,touj u`pokrinome,nouj e`autou.j dikai,ouj ei=nai( i[na evpila,bwntai auvtou/ lo,gou( w[ste paradou/nai auvto.n th/| avrch/| kai. th/| evxousi,a| tou/ h`gemo,nojÅ

Entonces acechándole, enviaron espías que simulasen ser justos, a fin de sorprenderle en sus palabras, y así entregarle al poder y autoridad del procurador.

Revelación 3:14 Kai. tw/| avgge,lw| th/j evn Laodikei,a| evkklhsi,aj gra,yon\ Ta,de le,gei o` VAmh,n( o` ma,rtuj o` pisto.j kai. avlhqino,j( h` avrch. th/j kti,sewj tou/ qeou/\

"Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: El Amén, el testigo fiel y verdadero, el rigen/principal/soberano de la creación de Dios, dice estas cosas:

3 en sentido de origen: iniciador, autor, principio o elemento generador...

Derivaciones parecidas de la palabra arqüe ajrch:

Hechos 3:15 to.n de. avrchgo.n th/j zwh/j avpektei,nate( o]n o` qeo.j h;geiren evk nekrw/n( ou- h`mei/j ma,rture,j evsmenÅ

y matasteis al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los muertos. De esto nosotros somos testigos.

Hechos 5:31 tou/ton o` qeo.j avrchgo.n kai. swth/ra u[ywsen th/| dexia/| auvtou/ Îtou/Ð dou/nai meta,noian tw/| VIsrah.l kai. a;fesin a`martiw/nÅ

A éste, lo ha enaltecido Dios con su diestra como Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.

Palabras compuestas con arqüe:

Sumo Sacerdote, en el original "arquiereüs" Marcos 2:26; Principal de la sinagoga: "arquiesunagogos" Hechos 18:8; Como "arquitektön" en 1 Corintios 3:10.

Fuera de la Biblia tenemos palabras formadas con Arqüe como archiduque, arquetipo, arcipreste (lat. archipresbyter ¬ gr. archós, jefe + presbyteros, presbítero) o modismos idiomáticos como archi-conocido y todos ellos indican supremacía. ¿Por que no ha de aplicarse en este sentido a nuestro Salvador?

Los primeros padres del siglo II así lo entendieron  y aunque sus escritos no se consideran como inspiración divina si que reflejan su entendimiento al respecto.

El Enigma de la Trinidad volver

 

Capítulo 7

 

La preexistencia del Mesías

 

Hace algún tiempo un apreciado amigo nos escribió para formular algunas preguntas relativas a la preexistencia atribuida en los Escritos Apostólicos a Yeshúa de Nazaret. Por estas preguntas nos da la impresión de saber cuál es la dificultad de los que niegan que Yeshúa existiera en el cielo antes de nacer como hombre. Ellos quieren refutar dogma trinitario de que Yeshúa es el mismo Todopoderoso, o el co­-igual de Yahwéh el Padre. Así, en su sincero esfuerzo por refutar lo que considetran ser un error caen en otro error: negarle a Yeshúa lo que las Escrituras le atribuyen. Reconocemos que deberíamos preocuparnos más por su existencia que por su preexistencia. Si preexistió o no, esto no lo hace menos ni más de lo que es. Tampoco nuestro entendimiento o mal entendimiento del tema lo hará menos o más de lo que él es.

 

Sin embargo, los datos que hemos podido recoger de las Escrituras señalan marcadamente hacia una existencia previa del Mesías, antes de su nacimiento humano de la joven judía Miryám.

 

 

Testimonio de los Escritos Apostólicos

 

Las declaraciones de los Escritos Apostólicos que ofrecemos a continuación serían sumamente extrañas y sin sentido si Yeshúa no hubiera preexistido. Todas esas declaraciones de Yeshúa, de Juan, de Pablo, y de Juan el Inmersor señalan clara e inequívocamente hacia una existencia previa del Mesías. El explicar evasivamente estos pasajes para negar esto es hacer violencia a la Escritura. Para economizar espacio no citaremos las declaraciones mismas; usted puede leerlas en las Escrituras. Damos a continuación las referencias:

 

* Testimonio de Juan el Inmersor: Jn.1: 15, 27, 30; 3: 31, 32.

* Testimonio de Juan el apóstol: Jn. 1: 1‑4, 10, 14, 18.

* Testimonio de Pablo: Fil. 2: 5‑18; Col. 1: 15‑17; Heb. 8: 9, 14, 17; 10: 5.

* Testimonio de Yeshúa mismo: Jn.3: 12, 13; 6: 32, 33, 51, 58; 17: 5, 24: Apo.1: 5; 3: 14.

* Según el Apocalipsis 3: 14 el Verbo fue el primer ser creado.

* Los siguientes paralelos lo señalan como la primera de las creaturas de Yahwéh:

1) Apoc. 1: 5

    Col. 1: 18                      Apoc. 3:14

2) Dan. 12:1                     Judas 6

    1 Tes. 4:16                  Apoc. 12: 7, 8

 

¿Significan estas últimas citas que ustedes creen en el arcángel Miguel como el Yoshúa?

 

El famoso "yo soy"

 

Algunas personas toman la frase "yo soy" en Juan 8:58 como argumento teológico para decir que Yeshúa se identifica a sí mismo como el gran "YO SOY" de éxodo 3:15. Pero la falacia de ese argumento se echa de ver fácilmente. Si por usar la frase "yo soy" uno se identifica con el Yo Soy de éxodo 3:15, es decir, con Yahwéh, entonces Pablo también sería Yahwéh, pues él usó la misma frase, y aún más completa que la que usó Yeshúa. Pablo se aplicó a sí mismo la frase “Yo soy lo que soy” (1 Corintios 15: 10). ¿Lo hace eso ser el mismo Yahwéh? Por supusto que no, ¿verdad? Además, si alguien me pregunta: “¿Es usted José?” y yo le contesto: “Sí yo soy,” ¿significa eso que soy Yahwéh? Hasta un niño puede entender esto.

 

Nótese, además, que en las Escrituras nunca se hace referencia a Yahwéh simplemente como “Yo soy”, sin predicado, como si eso fuera un título en sí mismo. En éxodo 3:14 lo que él dijo fue “Yo soy el que soy.” Interesantemente, en la Septuaginta se traduce eso como "Yo soy el Ser" (Egó eimí ho On). El "yo soy" de Juan 5:58 es en griego (Ego eimí), que es el equivalente del hebreo aní hu, que significa literalmente “Yo ese.” Mientras el hebreo deja sobreentendido el verbo, el griego deja sobreentendido el predicado; pero en ambos casos se debe entender en español como “yo soy ese.”

 

Así que cuando el ciego de Juan 9:9 dijo “Aní hu” (griego: egó eimí) simplemente estaba diciendo “ese soy yo.” El que usara esta frase no quiere decir que aquel hombre ciego era Yahwéh. De la misma manera, cuando Yeshúa dijo "Antes que Abraham naciera, yo soy," no estaba queriendo decir que él era Yahwéh, sino simplemente estaba declarando el hecho de que él existía antes que Abraham.

 

Nótese que Yeshúa está estableciendo un paralelo entre su existencia previa y la existencia de Abraham. La objeción que le presentaron los fariseos fue que Yeshúa no era más viejo que Abraham. “Tú todavía no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?” (vers. 57). Por lo tanto, la respuesta de Yeshúa va encaminada a contestar esa pregunta. Y el sentido de su respuesta es: “Sí, yo he visto a Abraham, porque antes de que él naciera ya yo estaba en la escena.” El se los había dicho de otra manera unos instantes antes. En el verso 23 les dijo: “Ustedes son de abajo; yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.”

 

El uso de la expresión griega egó eimí puede utilizarse como una frase del lenguaje común o tener un uso sagrado dentro de la Biblia como ocurre con la expresión hebrea Adon.

El uso absoluto de este verbo sin predicado enfatiza el hecho de la existencia. Este es el caso de Jn. 8:24, 28, 58; 13:19. La explicación única posible según el especialista en gramática griega Robertson es "que aquí Jesús proclama su existencia eterna con la frase absoluta que se emplea de Dios" No puede traducirse antes que Abraham fuese yo existía por la diferencia entre los verbos genesthai (fuese) y eimi (soy); uno tuvo un origen, el otro indica el ser atemporal. Ver el mismo contraste entre ën (era) en Jn 1:1 y egeneto (fue) de 1:14; o en el Salmo 90:2 entre Dios ei eres y los montes (genëthënai) fuesen. Las traducciones mencionadas en el epígrafe de Juan 8:58 no son fiables en este texto ya que no hacen diferencia entre los verbos y tratan de redondear el sentido de la frase porque molesta en castellano. Pero Cristo lo utilizó intencionadamente como título de Dios. Llama la atención estas las versiones citadas utilicen el pretérito imperfecto cuando el yo soy hebreo hy<h.a tiene sentido de presente continuo, casi de futuro y que muchas veces en el texto hebreo se traduce por yo seré. ¿por qué se considera traducciones fiables las que precisamente peor lo hacen?

Cristo lo dijo en arameo y no según la LXX sino el original hebreo de éxodo 3:14 que dice: yo soy el que soy `~:hy<h.a, rv,a] hy<h.a,: mientras que la LXX dice yo soy el existente (el ser). Queda claro que el "Yo soy" es un título de Yahwéh. Dios lo utiliza en este mismo verso al final: Diles a los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros.

Sea como fuere, no era lógico apedrear a nadie a menos que sea por blasfemia y no creo que ésta sea el señalar la preexistencia a juzgar por la respuesta: aún no tienes 50 años... Mas bien era tenido por un lunático no un blasfemo. Pero al adjudicarse el título que se relaciona con el tetragrámaton le responden. Tú, siendo hombre te haces igual a Dios... eso es lo que entendieron los judíos y por ello quisieron apedrearlo. Cristo utilizó un término que impresionó a algunos de sus oyentes hasta el extremo de reaccionar violentamente. Cristo enfáticamente dijo que también se llamaba YHWH.

 

 

Otras versiones de Juan 8:58:

 

Moffat: “Yo existía antes de que Abraham naciera.”

Lamsa: “Antes de que Abraham naciera, yo estaba.”

Goodspeed: “Yo existía antes de que Abraham naciera.”

Pfaefflin: “Antes de que hubiese un Abraham ya yo estaba ahí.”

 

Si Aquel que era el Verbo existía solamente como un plan o concepto en la mente de Yahwéh, como reclaman algunos, entonces el paralelo que Yeshúa trataba de establecer entre su existencia y la de Abraham habría carecido de sentido. Es claro por los pasajes citados que Yeshúa tenía una conciencia de haber existido antes. El habla de “la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuera.” “Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo.” No habla simplemente de ser de origen celestial, lo cual se podría interpretar de varias maneras, él dice claramente que “bajó del cielo.” Si bajó del cielo es porque alguna vez estuvo allá. Pero no pudo haber tenido conciencia de estar allá si su vida hubiera comenzado al nacer de Miryam.

 

Una de las preguntas bajo consideración era: “Siendo que al Verbo se le clasifica como un poderoso (elohim), ¿significa esto entonces que hay dos Poderosos? Naturalmente, todo depende de lo que se quiera decir por “Poderosos.” Un estudio cuidadoso de las Escrituras muestra que no solamente a Yahwéh se le aplica el título elohim en las Escrituras Hebreas sino también a los ángeles, al rey de Israel, y a los jueces. Así que en el sentido en el que se usa la palabra en las Escrituras hay, no dos, sino muchos elohim, o poderosos. Sin embargo, Yahwéh permanece como "El" Elohim, esto es, el Elohim por excelencia, el Poderoso de los poderosos. En este sentido Yeshúa es un poderoso como Gabriel es un poderoso. Muy especialmente, Yeshúa es un Poderoso en el mismo sentido en el que a los reyes de Israel se les llama “poderosos”, y también a los Jueces, pues ambos reciben el título elohim en el texto hebreo.

 

 

 

Me remito a lo dicho en el Cap. 3: Diferencia entre Israel y los paganos 

 

¿La madre de "Dios"?

 

Otra pregunta que surge es si Miryam fue la "madre de Dios. " Aquí de nuevo se muestra la tendencia de muchas personas a considerar la palabra elohim ("Dios" según ellos) como si fuera un nombre propio de Yahwéh. En ese sentido, NO; Miryam no fue la madre del “Elohim Yahwéh”. El no tuvo una madre ni un principio. Pero Miryam sí fue la madre de un “rey divino” (melek elohim); fue la madre de un “héroe poderoso” (el guibor) (Isa. 9:6).

 

Y es en este sentido que Juan dice que el Verbo era un elohim (pero no “el” Elohim). Esto se refleja en la traducción griega de Juan al hacerse diferencia entre “ho theós” y “theós.” El primero se aplica al Padre del Verbo y el segundo al Verbo. Este pasaje está mal traducido en la mayoría de las versiones bíblicas. Una traducción correcta tiene que tomar en cuenta la mentalidad hebrea y sus formas de expresión, lo cual quedó correctamente plasmado en la traducción literal del texto griego:

 

Kai ho logos en pros ton theón, kai theós en ho logos.

Y el Verbo era con el Poderoso, y poderoso era el Verbo.

 

La manera en que se traduce en la versión del Dr. Goodspeed es digna de consideración: "Y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era divino." Tratamos esto más a fondo en otro capítulo.

 

Una pregunta paralela a la anterior es: “¿Hay dos Creadores?” No vemos ningún problema en considerar al Mesías como un co-­creador con Yahwéh. De la mujer Eva se dice que “creó un hijo con Yahwéh.” (ésta es la traducción exacta del hebreo qanah. Véase nuestro capítulo sobre la palabra qanití.) El hombre Yeshúa resucitó muertos y restauró miembros lisiados. Estos son actos de creación realizados por el poder que Yahwéh le dio.

 

¿Qué hay de la “encarnación”?

 

Una pregunta común es: "¿Puede un espíritu hacerse carne? ¿Es posible que una mujer quede embarazada sin el esperma humano? Bueno, ante una pregunta como esa tenemos que responder con las palabras del ángel Gabriel a Miryam: “Nada es imposible para Yahwéh.” Todos saben que algunos de los malakim (mensajeros) celestiales, que son seres espíritus, tomaron forma de hombres en el pasado cuando se manifestaban a los patriarcas. ¿Eran sólo “apariencias” de hombres? De ninguna manera; fueron carne y hueso por un tiempo limitado, y hasta podían comer y beber con los humanos. Por supuesto, esto no es lo que se llama “encarnación” porque su condición humana fue algo temporero. Ellos lo que hicieron fue materializar cuerpos físicos en los cuales manifestarse.

 

Pero lo que hizo el Mesías fue algo permanente. El no se materializó, no asumió un cuerpo material temporero, y mucho menos una apariencia de cuerpo. La Escritura dice que él “se hizo carne,” desde la etapa de embrión, para nacer como cualquiera de los humanos, aunque sin padre humano. El Mesías existió en el cielo en forma de un elohim (Fiil. 2), pero renunció a ese exaltado modo de existencia en el cielo, y Yahwéh transfirió su vida, su principio de existencia, a la simiente en el vientre de Miryam. Desde entonces fue un hombre igual en muchos respectos a cualquier otro hombre, excepto por su origen celestial y su condición de perfección. Como hombre, fue el segundo Adam, una nueva creación. A propósito, los científicos han podido repetir el nacimiento virginal, aunque hasta ahora sólo en animales. Han tomado el óvulo de un animal hembra, lo han pinchado con una aguja muy fina, y lo han re‑implantado en el útero del animal. Ese óvulo quedó fertilizado y produjo un animal con solamente los cromosomas de la madre. Ahora bien, seguro que nuestros lectores concordarán en que el Creador Omnipotente tiene maneras mucho más sofisticadas y adecuadas para hacer eso mismo en una mujer si escoge hacerlo. Pues tal vez algo semejante fue lo que hizo con Miryam.

 

¿Es Yeshúa "el primero y el último"?

 

Muchos citan Apocalipsis 1:8 para decir que Yeshúa reclamó ser Yahwéh, o el co‑igual de Yahwéh. Sin embargo, este versículo no se refiere a Yeshúa en absoluto sino a su Padre. Apocalipsis 22:13 sí se refiere a Yeshúa. ¿Qué significa? Pueden estar seguros de que no tiene nada que ver con ser la misma persona que Yahwéh su Padre.

 

Es legítimo considerar a cada uno de ellos como el Primero y el Último, porque ambos lo son en su propio sentido particular. Cada uno de ellos es único en su especie, por así decirlo. Nunca antes existió otro ser como Yahwéh y nunca existirá en el futuro. él es el primero en su especie, y el último; otro modo de decir que es único en su especie. Pues lo mismo puede decirse de Yeshúa: Ningún otro ser fue producido directamente por Yahwéh antes del Verbo y ninguno será producido después. Yahwéh lo produjo y después le encomendó a él la creación de todo otro ser. él es el único espécimen de su especie en existencia; Así que él también es el primero y el último. Esto no tiene nada que ver con el reclamo de igualdad.

 

Precisamente este mismo hecho demuestra que no son iguales. Si fueran iguales, entonces Yahwéh sería el Primero y Yeshúa el Último. Pero no son iguales, cada uno es único en su clase. Por eso es que cada uno tiene derecho en propiedad de decir: "Yo soy el Primero y el Ultimo."

 

No es nada convincente lo expuesto y sería pasar de puntillas este texto. El ver. anterior dice que vendrá en las nubes y todo ojo le verá, refiriéndose a Cristo. Toda la teología neotestamentaria enseña que es él quien vendrá en gran gloria. Ver cap. 10 de este libro Tit 2:13. Nunca se dice eso del Padre que permanece invisible. Ap 1:8 dice también "el que es, y que era y que ha de venir, el Todopoderoso."

 

Significado del nacimiento virginal

 

Generalmente los que rechazan la preexistencia del Mesías rechazan también su nacimiento virginal; es decir, que nació de una virgen. En cuanto a esto no tenemos un testimonio sino dos: Mateo 1:8‑25 y Lucas 1:26‑38.

 

Algunos, en su interés por descartar la enseñanza del nacimiento virginal del Mesías, reclaman que estos dos pasajes fueron añadidos al texto griego. Pero ¿dónde está la prueba? Para decirse algo así hay que mostrar un texto griego antiguo que no contenga estos dos pasajes. Si usted coteja los textos griegos del siglo cuarto (los más antiguos hasta ahora), allí encuentra los dos pasajes. Si coteja la Versión Peshita, del siglo segundo, allí están. Si consulta las antiguas ediciones de Mateo en hebreo, allí están. De manera que, mientras no se encuentren textos más antiguos en los que falten los mencionados pasajes, los estudiantes serios de las Escrituras están comprometidos a aceptarlos como auténticos. Y estos dos testimonios dicen claramente que Yeshúa nació milagrosamente de una virgen judía llamada Miryám (María).

 

De todos modos, ¿cuáles son las implicaciones del nacimiento virginal? ¿Por qué únicamente los que rechazan la preexistencia del Mesías rechazan la idea de su nacimiento virginal y los textos que lo sustentan? Es obvio que la gente supone demasiado. Usted no necesita del nacimiento virginal para probar la preexistencia del Mesías, y no necesita probar su preexistencia para probar su nacimiento virginal. Son dos concepto distintos, independientes, inconexos. Yeshúa pudo haber preexistido sin un nacimiento virginal, y viceversa.

 

¿Por qué fue necesario entonces que naciera de una virgen? El problema está en lo siguiente: El hombre que naciera del vientre de Miryam para ser redentor del mundo tenía que ser una nueva creación por razones de naturaleza legal. Tenía que ser así porque, para ser salvador, este hombre no podía heredar la condenación de la ley bajo la cual cayó Adam, lo cual habría tenido si hubiera sido engendrado por un hombre. Recuerde que el pecado no entró al mundo por una mujer sino por un hombre (Romanos 5:12). Por eso Pablo pone la entera responsabilidad de la introducción del pecado en Adam, y no en Eva, porque Adam era el representante legal de la raza humana.

 

Así, en el mismo sentido, el Mesías podía nacer de una mujer sin heredar la condenación de la ley. El Mesías se considera hijo de la Humanidad por haber nacido de una mujer y al mismo tiempo es hijo de la Divinidad por haber sido generado por el Divino Yahwéh.

 

Ahora bien, recuerde que para los judíos el hijo de una madre judía y un padre no judío se considera judío; mientras que el hijo de una madre no judía y un padre judío se considera no judío. Recuerde Esdras 10 en este sentido. En la misma línea de razonamiento, no era indispensable que el Mesías fuera hijo de un hombre para ser hijo de la humanidad; una madre humana era suficiente.

 

De esta manera, por carecer de un padre humano, Yeshúa estaba libre de la condenación de la ley acarreada por Adam. Vino a ser un segundo Adam inocente, sin mancha. Así que no tuvo que morir debido a la condena pronunciada sobre Adam. él era una nueva generación, una nueva humanidad, un nuevo comienzo. En su simiente reproductiva estaba la capacidad de producir una nueva raza humana, perfecta y sin la condenación de la ley. Pero no existía una mujer que estuviera a la par con Eva; por lo tanto esa raza quedó para siempre en sus lomos, para dar así la oportunidad al presente género humano de ser redimido y adoptado como hijo. La muerte del Mesías fue la muerte de un ser humano inocente y perfecto. Por eso su vida fue lo suficiente digna para servir de rescate válido por toda la humanidad. Esto no habría podido ser así si hubiera sido engendrado por un hombre.

 

De manera que el nacimiento virginal era necesario por causa de la ley. Esto es algo que está en completa armonía con la presentación bíblica de la redención.

 

La Preexistencia del Mesías en los escritos rabínicos

 

 ¿Existe en el judaísmo tradicional el concepto de un Mesías preexistente? ¿O tal concepto es una creación cristiana?

 

Dadas las serias implicaciones de esta pregunta, voy a dejar que contesten los sabios judíos Ortodoxos. Traducimos lo siguiente de Jewish Enciclopedia.com:

Preexistencia celestial.

El concepto de un Mesías preexistente se trata en Pesij. R. 33, 36. (pp. 152b, 162, ed. Friedmann; comp. Yalj. i. 339). De acuerdo con la sección Mesiológica de Enok el primero de estos dos pasajes dice: "Al principio de la creación del mundo nació el  Rey Mesías, quien se montó en los pensamientos de Dios antes que el mundo fuera hecho;"  y en el último pasaje se relata que Dios contempló al Mesías y sus obras antes de la creación del mundo y lo escondió debajo de su trono; que a Satán, habiéndole preguntado a Dios quién era la Luz que estaba debajo de Su trono, se le dijo que era el que lo avergonzaría a él en el futuro, y, permitiéndosele entonces, a pedido suyo, ver al Mesías, tembló y se tiró al suelo, gritando: "Verdaderamente este es el Mesías quien me entregará a mí y a todos los reyes paganos al infierno." Dios llama al Mesías "Efraím, mi Mesías justo."

El Mesías preexistente se presenta también en la Hagadáh (Pés. 54a; Ned. 39a; Yalj. i. 20; et al.), donde el nombre del Mesías se incluye entre las siete cosas que fueron creadas antes de que fuera hecho el mundo, y donde se le llama "Yinón," haciendo referencia a Sal. 72:17 (pasaje que probablemente estuvo en la mente del autor de la sección Mesiológica de Enok cuando escribió 48:3). Que eso, contrario al punto de vista de Weber ("Jüdische Theologie," 2da ed., p. 355) y otros, es verdadera preexistencia lo que se quiere decir aquí, y no predestinación, es evidente por la nota adicional —"Según otro punto de vista, solamente la Torah y el Trono of Gloria fueron [en realidad] creados; en cuanto a las otras [cinco] cosas se formó la intención de crearlas" (Yalj., l.c.; en relación con "el nombre del Mesías" compare el comentario de arriba con Enok, 48:3). Finalmente, la preexistencia del Mesías en el paraíso se describe minuciosamente en "La Revelación de R. Joshua b. Leví" (véase Jew. Encyc. i. 680), en Midrash Konen (Jellinek, "B. H." 2:29), y en "Seder Gan Eden" (ib. iii. 132 et seq., 195). En las primeras dos, independientemente de la aparente anomalía, al Mesías preexistente se le llama "Mesías ben David."

Preexistencia Terrenal.

El concepto tratado en la literatura rabínica de una preexistencia terrenal del Mesías debe distinguirse del de la preexistencia celestial. Ocurre en varias formas, que representan, probablemente, diferentes etapas de desarrollo. Primero, se esperaba que él llevara una vida oculta y luego apareciera súbitamente. (Sobre este concepto de una aparición súbita e inesperada del Mesías compare Mateo 24:27, 43-44, donde se dice que el Mesías vendrá como un ladrón en la noche o como un destello de relámpago.) Este es concepto de él en Ex. R. i. and in Tan., Shemot, ambos de los cuales dicen que Moisés, el primer libertador, fue criado en la corte del Faraón, de modo que el futuro libertador se criaría en la capital romana; en acuerdo con esto, en la Agadat ha-Mashiaj (Jellinek, l.c. iii. 142) se dice que el Mesías se revelaría súbitamente a Israel en Roma. Luego, de Nuevo, el Mesías se representa como nacido pero no revelado aún. Este concepto aparece tan temprano como en el siglo segundo en los “Diálogos contra Trifón” de Justino Mártir (cap. 8), y de acuerdo con eso está el pasaje Sanh. 98b, donde se cita a R. Joshua ben Leví como diciendo que el Mesías ha nacido ya y vive oculto a las puertas de Roma. En Targ. Yer. sobre Micah 4:8 el Mesías está en la tierra, pero por causa de los pecados del pueblo se mantiene aún oculto. Finalmente, se piensa del Mesías como nacido en cierto momento en el pasado. Este es el caso en Yer. Ber. ii., que afirma que el Mesías nació en Betlehem el día en que el Templo fue destruido, y en el Apocalipsis de Zerubabel (véase Jew. Encyc. i. 682), que declara que nació en los días del Rey David y que mora en Roma.

La noción, trazable a Ezek. 34:23 et al., de que David mismo es el Mesías, es otra variación del concepto de la preexistencia terrenal. Ocurre en el fragmento apocalíptico del "Siddur" de R. Amram (véase Jew. Encyc. i. 678, s.v. Apocalyptic Literature, 2) y en Yer. Ber. ii. Este ultimo afirma que sea que el Rey Mesías  pertenezca a los vivos o a los muertos, su nombre es David.

 

Después de esta cita de una fuente Ortodoxa, no cabe la menor duda de que el concepto de un Mesías que preexistió antes de aparecer en este mundo es un concepto puramente judío. Y el mismo concepto se refleja en los Evangelios y otros escritos apostólicos de la Comunidad Nazarena primitiva. Por lo tanto, en armonía con la más ortodoxa fe judía, los Judíos Nazarenos creemos en la preexistencia del Mesías, y que este Mesías preexistente encarnó, o se hizo hombre, en la persona de Yahshúa, tal como lo expuso él mismo en los Evangelios.

 

 


 


El Enigma de la Trinidad volver

 

Capítulo 8

 

La palabra qanití en Proverbios 8:22

 

Según el relato del Génesis, cuando la primera mujer, Eva, tuvo su primer hijo lo llamó Caín (Qáyin en el texto hebreo). Ella expresó la razón por la que iligió ese nombre al decir: “Qanití ish et Yahwéh.” (Gen. 4: l). Qanití significa supuestamente “he comprado o adquirido;” ish significa “un varón;” y et Yahwéh significa “de o con Yahwéh.” ¿Pero qué significan realmente estas palabras cuando se ponen juntas. La mayoría de las respuestas que ofrecen los comentadores parecen insatisfactorias.

 

El problema es que la palabra qaná ha cambiado de significado en el hebreo con el correr de los siglos. Ahora puede significar "comprar", "adquirir" o "poseer", pero hay evidencia de que en el hebreo antiguo significaba "crear".

 

Cuando Malki Zédek el rey de Salem saludó a Abram lo bendijo diciendo: "Baruk Abram le'Elyión, qonéh shamáyim wa áretz” (Gen. 14:19). Traducido literalmente sería: “Bendito Abram del Poderoso Altísimo, comprador [o adquiridor] del cielo y la tierra.” Esto sería absurdo. Yahwéh no tiene necesidad de comprar ni de adquirir nada, porque "de Yahwéh es la tierra y su plenitud," (Salmo 24:1).

 

Aunque la palabra qanáh puede significar comprar o poseer en el hebreo moderno, es evidente que en el hebreo antiguo tenía otro sentido. Según Cassuto, y según la Septuaginta en Proverbios 8:22, el verbo qanáh en el hebreo antiguo significaba “crear.” Es sinónimo de aráh, que también significa "crear."

 

Por lo tanto el grito de triunfo de Eva al nacer su primer hijo, “qatiní ish et Yahwéh” se debe traducir: “¡He creado un varón con Yahwéh!” (Es decir, hasta ahora yo había sido solamente una criatura; ahora soy co‑creadora con Yahwéh.). Debería ser claro para todos que el procrear un hijo es un acto de imitación divina, un acto de participación en la obra divina de creación; ya lo dice muy apropiadamente el verbo castellano: “pro‑crear”.

 

Esto exalta a la mujer de una manera especial. La Toráh declara que el parto ha de ser seguido por un período de purificación de la impureza. Siete días por el nacimiento de un niño y catorce por el de una niña. El concepto judío de impureza es aleccionador en este sentido. Cuando la santidad se aparta de alguien, el vacío se llena con lo opuesto, es decir, con la impureza. La mejor ilustración de esa relación es la de la vida y la muerte. La fuente primaria de impureza es un cadáver. Mientras una persona vive participa de la santidad del Elohim vivo. Pero cuando muere, se va la santidad y entra la impureza. Por eso es que el cadáver de una persona se considera impuro en la Toráh.

 

Así mismo, cuando una mujer lleva una vida en su vientre y se encuentra en un estado de imitación divina, siendo co‑creadora con Yahwéh, tiene un alto nivel de santidad. Pero cuando se realiza el acto del nacimiento y el vientre queda vacío, se ha ido la “santidad” y sigue un período de “impureza.” Ese estado de impureza que queda después del parto no debe entenderse como un juicio negativo a la mujer, sino todo lo contrario. Esa es una manera en que la Toráh testifica de la santidad esencial de la mujer. Así se explica por qué el período de purificación por una niña es el doble del de un niño. Porque si la creación de un niño es una sagrada forma de creación que confiere santidad a la madre, y deja un período de impureza, entonces la creación de una niña requiere un período doble de impureza, porque la hembra es la que tiene el potencial de crear, o pro‑crear, otra generación, y repetir este sublime acto de creación. Parir a un ser que a la vez puede parir con lleva el doble de la santidad del varón que no puede reproducir otro ser dentro de sí mismo. Por eso el período de impureza es el doble. De manera que este concepto de impureza no es una noción antifeminista sino al contrario, un reconocimiento a la cualidad creadora de la mujer.

Interesante esto último y muy esclarecedor

 

Aunque parezca que con este breve capitulo nos hemos desviado del tema, esto era necesario. La esencia de lo dicho es que Aquel que era el Verbo, y que era divino como Elohim, fue también el principio de la creación de Elohim, su primera criatura, la cual Elohim usó para crear el universo físico.

 

La palabra qáh-nah que es traducida en la Septuaginta por ktaáomai (adquirir, poseer) incluso en Proverbios 1:5; 4:4; 17:16; 19:8, nunca tiene el sentido de crear sino de adquirir, poseer, tener, escoger... Algunos pasajes de la versión hebrea que no son transliterados por ktáomai (poseer), pero tampoco por crear o creación. Tan solo existe este pasaje y dos más en Génesis 14:19 y 22 que la LXX traduce por crear. He aquí una lista de pasajes para comparar de la traducción hebrea que es la que debe ser de más confianza:

 

Genesis 4:1; 25:10; 47:19, 22, 24; 49:30; 50:13. Levítico 22:11; 25:14, 50; 27:24; Deuteronomio 28:68. Josue 16:8; 17:9; 24:32. Rut 4:4, 5,8, 9; 2 Samuel 12:3; 24:24. 1 Cronicas 21:24. Proverbios 1:5; 4:4, 5, 7; 16:16; 17:6; 18:15; 19:8; 23:23; 27:8. Isaías 1:3; 19:6; 42:3, 24. Jeremías:32:7, 8, 25.

 

En todos estos pasajes es vertida la palabra qáh-náh en la Septuaginta por adquirir, poseer, heredad, posesión.... en ninguno de los anteriores se vierte por crear ya que sería carente de sentido. Solo los tres pasajes de la Biblia citados anteriormente lo vierten en la LXX.

 

Por lo tanto no es absurdo o insatisfactorio traducir “Qanití ish et Yahwéh.” (Gen. 4: l) por He adquirido varón por parte de Yahwéh o "Baruk Abram le'Elyión, qonéh shamáyim wa áretz” (Gen. 14:19) por Bendito sea Abram del Dios altíssimo, poseedor de los cielos y de la tierra; y no comprador o adquiridor como usted dice.

En consecuencia no es cierto que la palabra qáh-náh haya cambiado de sentido al transcurrir de los siglos, ya que los traductores de la LXX vierten en todos los casos al griego el sentido de poseer, heredar, adquirir, obtener, conseguir y en solo tres casos tiene la acepción de creador o producir porque el sentido así lo aconsejaba.

 

Ahora bien ¿tiene sentido traducir en Proverbios 8:22 Yawéh me produjo/formó/creo al principio de su camino.... según el propio contexto del capítulo 8?

En primer lugar dice que la poseía/produjo "desde la eternidad" 8:23. Desde el principio, (arjé), antes de la tierra debe entenderse que la sabiduría era al principio de todo. Lo que dice el pasaje de la sabiduría lo dice en otros pasajes de Dios mismo. Ella es la inteligencia 8:14. Por ella dominan los reyes Pr 8:15, 16 Dn 2:21. Por veredas de justicia guiará 8:20. Bienaventurados los que guardan sus caminos 8:32. Bienaventurado el que la busca y la oye 8:17, 34. Ella es la verdad 8:7. Que es antes de todo 8:24-31 compara con Jn 1:1. Ella es la vida desde siempre desde la eternidad 8:23 cf. 1ª Juan 1:1, 2

La expresión desde el principio, antes de la tierra debe ser entendida como si nos remontásemos al principio de todo, la sabiduría ya era, por cuanto desde la eternidad estaba en actividad. Expresiones idénticas se dicen de Yawéh o de Dios. En el salmo 90:2 se dice que antes que naciesen los montes, antes que formases la tierra y el mundo... tú eres Dios. En Habacub 1:12 ¿No eres tú desde el principio; oh Yawéh...?

No queda otra alternativa que la de aceptar la sabiduría como algo eterno, y por lo tanto no creado. El término qáh-náh debe entenderse a la luz del termino eternidad del ver. 23

 

Concluyendo si hacemos una comparación entre la sabiduría y Jesucristo, el Logos preexistente según Pablo y Juan vemos que el uno dice que Cristo es la sabiduría de Dios (1ª Co. 1:24) y poder de Dios (Pro. 8:14 cf. 1:20). El otro nos dice que es el Logos eterno y vida eterna (Jn. 1:1-3; y 1ª Jn 1:1, 2 cf. Pr 8:23).

 

 

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Capítulo 9

 

El verdadero Mesías

 

 

La "naturaleza divina"

 

La teoría trinitaria propone que porque la Escritura le atribuye naturaleza divina al Mesías eso quiere decir que forma parte de una Trinidad de Seres Divinos. Sin embargo, la Escritura testifica que no solo el Mesías tiene naturaleza divina sino que también los creyentes serán participantes de esa naturaleza. Veamos:

 

Saulo escribe: “Porque plugo al Padre que la plenitud de todo residiera en él (en el Mesías), Col. 1:19.”

 

“Porque en él reside toda la plenitud de la divinidad corporalmente.” Col. 2:9.

 

Pero también el mismo Saulo dice que los creyentes van a ser participantes de la plenitud y de la naturaleza divina:

 

“Así quedareis colmados hasta poseer toda la plenitud de Yahwéh” (Efe.  3:19 VF).

 

“Su divino poder nos ha dado todas las cosas pertenecientes a la vida y a la piedad... para que por medio de éstas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina (2 Pedro 1: 3, 4).

 

“Porque tanto el que santifica como los que son santificados, de una misma naturaleza son; por cuya causa no se avergüenza de llamarlos hermanos” (Hebreos 2:11).

 

Así que, no solamente Yeshúa, sino todos los hijos de Yahwéh pueden ser, y serán, uno con Yahwéh, y también participantes de la naturaleza divina. ¿Quiere decir que serán parte de una Trinidad o Pluralidad? Claro que no.

 

Parece que trata de demostrar que Cristo tiene en él toda la plenitud, no de Dios mismo, de la Deidad o la Divinidad sino la plenitud o la llenura de la persona de Dios tal y como los cristianos participamos de la llenura de Dios por medio de su Espíritu.

Naturaleza divina no es divinidad o deidad en absoluto. Nosotros podremos participar en un futuro de la naturaleza divina pero nunca de la divinidad. Estamos hechos a su imagen y semejanza pero no de su esencia. Nuestra participación en la naturaleza divina, que se menciona en las tres últimos versículos citados, es futura y se refiere a cuando obtengamos al final los cuerpos glorificados (lit. en griego "espiritualizados": cuerpo con naturaleza de espíritu) y que son efectivamente de dicha naturaleza. Serán incorruptibles como el cuerpo de nuestro Señor. Pero nunca se dice que participaremos de divinidad alguna. Naturaleza acuosa no es lo mismo que agua sino que tiene propiedades propias del agua;

 

La mayoría de versiones traducen aquí la Deidad o la Divinidad (con artículo definido en griego) refiriéndose a Dios mismo y después se añade: corporalmente, indicando que Cristo es el Dios encarnado y que posee ambas naturalezas.

Nadie traduce: toda la plenitud divina o de naturaleza divina, texto más acorde con la línea de pensamiento de los unitarios, porque el texto griego es meridianamente claro e impide esa posibilidad. Tan solo los Testigos de Jehová han tenido la desfachatez de traducir en este pasaje: toda la plenitud de la cualidad divina y eso sin que haya posibilidad semántica alguna para dicha traducción. Simplemente les molesta el sentido del texto original.

La Escritura no le atribuye a Cristo naturaleza divina sino Deidad, Divinidad.

 

¿Podemos adorar a Yeshúa?

 

Dice la Escritura que toda rodilla se doblará y confesará que Yeshúa es Soberano. Pero esto será para dar gloria a Yahwéh el Padre, al reconocer y apreciar al que él ha puesto como Rey Ungido. Debe reconocerse que la palabra “adorar” se usa de varias maneras en las Escrituras. Algunos hombres se postraron ante Abraham y “adoraron.” Eso era una actitud de respeto y deferencia. Ante los reyes la gente se postraba y “adoraba”, con el mismo sentido. Y también se usa “adorar” en el sentido de rendirse ante la Divinidad en un acto supremo de entrega. Esto está reservado solamente para Yahwéh.

 

Sería idolátrico, adorar a Yeshúa en el sentido en que adoramos a Yahwéh. Pero es apropiado adorarlo en el sentido en que se reverencia a un rey, como Representante de Yahwéh que es. El Apóstol de Yahwéh su Representante y Rey Ungido tiene que ser recibido y reverenciado con todo el honor y la gloria que se le deben a Aquel a quien él representa. (Juan 5:23).

 

Antes de proseguir, es necesario hacer algunas aclaraciones sobre la palabra española “adorar.” No hay una palabra en las Escrituras Hebreas que corresponda exactamente a esa palabra. Las dos palabras hebreas que a menudo se traducen como “adorar” son ishtajawéh, y avodá. La primera significa postrarse, y la segunda significa servir. Cuando consideramos el significado de estas dos palabra hebreas podemos comprender mejor de qué se trata la adoración en el sentido bíblico.

 

Adoración como istajawéh

 

Las Escrituras nos invitan a postramos ante Yahwéh, a inclinarnos. Este acto no necesariamente significa arrodillarse, aunque esto puede estar incluido. Arrodillarse e inclinarse hasta tocar el suelo con la frente era una manera de mostrar respeto en tiempos muy antiguos. Era una señal de que se rendía homenaje y honor a una persona respetable. Y así vemos que ciertas personas se postraron ante Abraham y otros personajes altamente estimados. Esto no es necesariamente lo que llamamos adoración hoy día. Si usted piensa que eso es adoración, entonces tiene que concluir que era apropiado en tiempos antiguos “adorar” a dignatarios y personas respetables.

 

Hoy día hay otras formas de mostrar respeto, especialmente en las culturas occidentales. Uno es estrechar la mano, o inclinar la cabeza delante de la persona que se quiere honrar. Arrodillarse puede ser un acto apropiado de adoración pero no es el único.

 

 

Adoración como avodá

 

Cuando hablamos de servir a Yahwéh estamos hablando de ser sus instrumentos para bendecir a otras personas. Yahwéh no necesita nada de nosotros; nunca le da hambre ni sed. Su único anhelo es por sus criaturas. él quiere bendecir a sus hijos, y es a través de nosotros que escoge hacerlo.

 

Cuando usted da, hace donación a una persona pobre, cuando le hace un favor a alguien en necesidad, le está dando a Yahwéh el más elevado tipo de servicio que puede dar una persona. Algunas personas no aprecian lo que usted hace por ellos, pero algunos sí lo aprecian. Uno se siente bien cuando otros aprecian lo que uno hace. Pero aún si alguien no muestra aprecio por el favor que usted le hace, su recompensa es la misma: un corazón feliz, porque “hay mas felicidad en dar que en recibir.” Esto es servicio de la más elevada clase.

El verbo adorar en griego no existe específicamente como tal. El término que más se relaciona es proskuneo y en la mayoría de los casos se utiliza para describir la adoración aunque también describe la reverencia, la postración y el ruego.

Lo curioso del caso es que algunas versiones producidas por aquellos que no apoyan la deidad de Cristo como la versión del Nuevo Mundo, traducen esta palabra por: rendir homenaje o venerar cada vez que se menciona relacionada con Cristo y por el contrario vierten el mismo término griego por adorar cuando se refiere a Dios Padre sin ningún cuidado hacia la exégesis o el análisis contextual. Uno tiene la sospecha de que la traducción no se basa en la gramática como referente sino en su teología.

Dicha versión no tiene ningún reparo en respetar la norma cuando la contextualización así lo requiere aún cuando se refiera a la adoración a Satanás Apc. 9:20 o a un hombre Apc. 22:8; o a la bestia Apc 13:4; pero no se la concede nunca a Cristo a excepción de Hebreos 1:6 que usa "adórenle todos los ángeles de Dios" y que también han cambiado por "rendir homenaje" en ediciones posteriores. Es imposible que de las casi 60 veces que aparece este término en el texto griego ni una sola vez se le aplique a Cristo su traducción más común: la de adoración.

La contextualización será básica para una exacta traducción del término proskuneo.

 

Es interesante notar que cuando Cristo en Mateo 4:8-10 le dice a Satanás las palabras de Deuteronomio 6:13, añade algo que no está en el original hebreo: "solo". De esta manera Cristo hace este mandamiento aún más exclusivo. Se desprende una lógica conclusión: Si Cristo no es igual a Dios, entonces no debiera ser adorado por los hombres... eso es lo que esperaríamos encontrar en el N.T., pero muy al contrario descubrimos que no solo permite la adoración a Cristo sino que la aprueba. No hay ningún caso en que Cristo haya prohibido que le adoren como hizo el ángel con Juan Apc 19:10; 22:9; o con Pedro Hch 10:25-26 que ni siquiera les permitió postrarse a sus pies.

Textos en que la gente adora a Cristo y la acepta complacido y que en ningún momento la prohíbe. Cristo en Mt 4:10 sí que prohibió la adoración a una criatura aunque sea angelical. Mt 8:2; 9:18; 14:33; 15:25; 28:9, 17; Jn 9:35, 38;

 

 

Traducción correcta de versículos mal traducidos

 

"Oye Israel, Yahwéh es nuestro Poderoso; Yahwéh es único."  Deut. 6:4  No se debe traducir “ejad” por único. Aún cuando el término tenga esta acepción en algún caso. La palabra que define al  uno absoluto que es lo que los traductores de esta versión pretenden dar a entender es “yahid”.  Siempre que las escrituras han querido remarcar este sentido han utilizado esta palabra. Ver lo dicho anteriormente en capitulo 8.

 

"Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el dominio estará sobre su hombro; y se le darán por nombres suyos: Maravilloso Consejero, Poderoso Héroe, Padre Eterno, Príncipe de Paz."  Isa. 9:6. El” significa casi siempre dios, verdadero o falso y en algunos casos poderoso, héroe, juez, príncipe o alguien con bastante relevancia. Traducir Poderoso héroe no va en consonancia con Padre Eterno, o Maravilloso que son atributos de Dios o Consejero por excelencia ya que a Dios nadie puede aconsejarle. En este caso sería más correcto verter como hacen la mayoría de versiones: Dios fuerte.

Me gustaría incluir algunas citas con respecto a Isa. 9:6 comentado por judíos  ortodoxos anteriores al nuevo pensamiento actual de una parte de los judíos:

Vuelvo a recordar lo dicho en los comentarios del cap. 4 respecto al análisis de los términos ejad y yahid.

Creo que no hemos sido los cristianos los únicos que hemos entendido que el Mesías era el Dios encarnado que tendría que venir como apuntaban las Escrituras.

 

"De quienes según la carne vino el Mesías. El que está sobre todos, Yahwéh, sea bendito para siempre."  Rom. 9: 5. Forzando el texto en griego pudiera expresar lo vertido anteriormente, pero además de sonar mal  no tiene base  exegética y a duras penas pasa la prueba gramatical. Todo depende de la puntuación y de quien sea el antecedente de “el cual” o “quien” que en griego esta función puede ser hecha por el artículo debidamente declinado. Compruébenlo ustedes.

 Las abreviaturas correspondientes al análisis indican los tiempos verbales, los estados, el número, género etc. Las palabras en cursiva están en estado fundamental y en negrita son las palabras ya declinadas en función de los casos descritos arriba.

 

RVA Romanos 9:5 De ellos son los patriarcas; y de ellos según la carne proviene el Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

 


w-n o[j  (aprgm-p) (quienes)

oi` o`  (dnmp) (los)

pate,rej path,r  (n-nm-p) (padres)

kai. kai,  (cc) (y)

evx evk  (pg) (de)

w-n o[j  (aprgm-p) (quienes)

o` o`  (dnms) (el)

Cristo.j Cristo,j  (n-nm-s) (Cristo)

to. o`  (dans) (esto)

kata. kata,  (pa) (segun)

sa,rka\ sa,rx  (n-af-s) (carne)

o` o`  (dnms) (el)

w'n eivmi,  (vppanm-s) (es)

evpi. evpi,  (pg) (sobre)

pa,ntwn pa/j  (ap-gm-p/ap-gn-p) (todo)

qeo.j qeo,j  (n-nm-s) (Dios)

euvloghto.j euvloghto,j  (a--nm-s) (bendito)

eivj eivj  (pa) (en)

tou.j o`  (damp) (los)

aivw/naj( aivw,n  (n-am-p) (tiempos)

avmh,nÅ avmh,n  (qs) (amén)


 

Lo que si es cierto  es que no se puede traducir la última cláusula por: Dios que está sobre todo (sea) bendito por los siglos. Amén. El final no se parece a ninguna de las doxologías empleadas que empiezan por la palabra “bendito” ni menos con el contexto que quedaría inconcluso. La antítesis presentada no encuentra su contra-expresión tan característica en el lenguaje Paulino La expresión “según la carne” en Pablo generalmente acaba con una antítesis cuyo extremo sería Dios o Espíritu. Lo lógico es que acabe hablando de la deidad de Cristo ya que empezó el hilo tratando su humanidad.

 

“Aguardando la esperanza bendita: el aparecimiento de la gloria del gran Poderoso, y del Salvador nuestro, Yeshúa el Mesías.”  Tito 2:13.

 

GNS Tito 2:13 prosdeco,menoi th.n makari,an evlpi,da kai. evpifa,neian th/j do,xhj tou/ mega,lou Qeou/ kai. swth/roj h`mw/n VIhsou/ Cristou/(

 

RVA Tito 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada, la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo,

El artículo genitivo (en amarillo) en griego rige toda la frase. Para que pudiera referirse a dos personas distintas haría falta el artículo genitivo tou/ delante de mega,lou Qeou (Gran Dios) y de VIhsou/ Cristou/( (Cristo Jesús).  Pero es posible que al ir después un nombre propio no hiciera falta el artículo, al igual que en español, y pudiera entenderse como dos personas. Es aquí donde el análisis exegético se hace necesario ya que el gramatical puede ser ambiguo.

Un caso ilustrativo es 2 Ped 1:1 y 2; se puede apreciar que en el primer verso se habla de una persona y después se especifica que son dos lo que parece ser contradictorio:

1Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: 2Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.

Eso no significa que haya que traducir la primera frase como si fueran dos personas para evitar esa incoherencia. Como ya dije el análisis gramatical es previo. Lo que muestra es que el griego especifica a través del artículo genitivo tou cuando se refiere a una persona y cuando a dos.

En griego se muestra esa diferencia por lo tanto la traducción correcta también debe mostrar esa diferencia en cuanto a una o dos personas

GNT 2 Pedro 1:1 Sumew.n Pe,troj dou/loj kai. avpo,stoloj VIhsou/ Cristou/ toi/j ivso,timon h`mi/n lacou/sin pi,stin evn dikaiosu,nh| tou/ qeou/ h`mw/n kai. swth/roj VIhsou/ Cristou/( 2 ca,rij u`mi/n kai. eivrh,nh plhqunqei,h evn evpignw,sei tou/ qeou/ kai. VIhsou/ tou/ kuri,ou h`mw/nÅ

Por lo tanto debemos pensar que el griego es claro cuando quiere hablar de una persona o de dos. Las reglas de la gramática griega dicen al respecto: “Cuando la conjunción copulativa kai (y)  relaciona a dos sustantivos del mismo caso, si el artículo, en cualesquiera de los casos, precede al primero de los mencionados sustantivos o participios, y no se repite después del segundo sustantivo o participio, el último siempre se refiere a la misma persona que se ha presentado o descrito por medio del primer sustantivo o participio, denotando un descripción más amplia de la primera persona nombrada. (Gramática Griega del  Nuevo Testamento. B. M.Metzger y J. R. Mantey). Los principales eruditos griegos coinciden con esta norma.

Ahora bien, dado que se pone en duda vayamos con la exégesis bíblica: ¿Quien dice Pablo en todos sus escritos que vendrá? ¿El Padre o el Hijo? ¿Quien aparecerá en las nubes con gran expectación y gloria?

La palabra  “parusía” (venida) nunca se aplica al Padre que permanece invisible (col. 1:15; 1 Tim. 1:17). Es Cristo quien tendrá una venida en gran gloria y visto ante todos los hombres. Mt. 24:3, 27, 39; 1 Cor 15:23; 1 Tes 2:19, 3:13, 4:15, 5:23; 2 Tes. 2:18; Stgo. 5:7, 8; 2 Ped. 1:16, 3:4; 1 Jn 2:28.

Además, el comienzo del v. 14 “quien se dio a sí mismo por nosotros…” solo puede designar a un antecedente que se haya mencionado antes. La enseñanza del apóstol  a Tito y su grupo de fieles es clara: que estén preparados para la venida de Cristo. Pablo nunca emplea esta manifestación externa y gloriosa en relación al Padre; la usa sólo para la segunda venida de Cristo. (1 Cor 1:7-8; Fil. 1:6; 3;20; 2 Tes 2:8; 2 Tim 4:1 

Todos los indicios  indican que el texto dice: nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús.

 

 

“A este Yeshúa lo ha resucitado Yahwéh... siendo pues por la diestra de Yahwéh ensalzado... Porque David mismo dice: “Dijo Yahwéh a mi Amo: Siéntate a mi diestra...” Yahwéh ha hecho Amo y Mesías a este mismo Yeshúa." ‑Hech. 2: 32‑36.

 

El labrador, la vid y las ramas

 

De manera que los creyentes mesiánicos, tanto en el primer siglo como ahora, han considerado a Yeshúa como:

 

El Cordero ‑ no el que se sienta en el trono;

El Hijo del hombre ‑ no el Anciano de días;

La Imagen del Invisible ‑ no el Invisible;

La Palabra de Yahwéh ‑ no el que la habló;

El Siervo del Altísimo ‑ no el Altísimo;

El Engendrado ‑ no el Engendrador;

El Primogénito ‑ no el Padre;

El Camino ‑ no el Destino;

La Vid ‑ no el Labrador.

 

De Yeshúa no puede decirse, evidentemente, que ningún hombre lo ha visto ni lo puede ver. Yeshúa tiene inmortalidad, como también la tendrán los salvados, pero esa inmortalidad le fue dada por el Padre. Por lo tanto el Dador tiene que ser mayor y primero que el receptor.

Solamente al Padre Yahwéh se le llama “el solo Soberano... el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver.” (1 Tim. 6:14‑16).

 

No olvidemos que el Verbo es eterno e inmutable Hebreos 13:8. La encarnación de este verbo es la que recibió la inmortalidad, no el Verbo en sí: Yo soy la resurrección y la VIDA. Nadie puede decir con tanta propiedad estas palabras si fuese creado o dotado de inmortalidad. Estaría mintiendo. 

 

 

Solamente al Padre Yahwéh se le llama “Santo, santo, santo, Yahwéh, el Poderoso Omnipotente.” (Apo. 4:8). Continua diciendo: el que era, el que es y EL QUE HA DE VENIR. Todo el nuevo testamento enseña que quien ha de venir es Cristo por lo que esta adoración está dirigida no solo al Padre sino a Dios, Yahwéh que como ya hemos visto también es el nombre de nuestro Salvador Jesucristo. Repito las escrituras del Apocalipsis no dicen YHWH sino Kyrios (señor). Mientras no se encuentren manuscritos o pruebas que avalen dicha hipótesis la correcta traducción es Santo, santo, santo Señor Dios todopoderoso.

 

Solamente al Padre Yahwéh se le llama “un Poderoso y Padre de todos, quien es sobre todos y por todos, y en todos.” (Efe. 4: 6). Encuentre un solo versículo de la Biblia que diga que el Padre se llame YHWH. Encontrará muchos que digan que nuestro Dios se llama YHWH. Por ejemplo este texto que usted cita no menciona el tetragrámaton. Eso lo ha añadido la versión que usted utiliza. Lo que si habla es de un Dios en tres personas: “un Dios y Padre de todos, quien es sobre todos (Padre) y por todos (Hijo) y en todos (Espíritu Santo)”

 

 

 

El Enigma de la Trinidad volver

 

Capítulo 10

 

¿Qué dice Juan 1:1?

 

Juan 1:1 es uno de los pasajes peor entendidos de toda la Biblia. La teoría trinitaria recurre a las traducciones defectuosas de este pasaje para apoyar la idea de que hay varias personas que componen la Deidad. Ahora algunos citan la Holy Name Bible para decir que Yeshúa y Yahwéh son la misma persona. La Holy Name Bible dice:

 

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Yahwéh, y el Verbo era Yahwéh.”

 

La Edición Bethel de las Sagradas Escrituras traduce:

“ En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Yahwéh, y el Verbo era Elohim."

 

Ahora demostraremos, con evidencia y fundamento, que esas dos traducciones son erróneas. En su afán por restaurar el Nombre sagrado en el llamado Nuevo Testamento, los respectivos editores, A.B. Traina, y Jacob 0. Meyer, se equivocaron al poner el nombre Yahwéh en este pasaje. Fue un paso ingarantizado y contrario a toda la evidencia disponible.

 

Que Yeshúa y Yahwéh son dos personas distintas lo hemos demostrado ya en otros capítulos. La teoría trinitaria se contradice otra vez, porque he escuchado en grabaciones de sus sermones que ellos hablan de “Yahwéh el Padre y su Hijo Yeshúa”. Por un lado dicen una cosa y por otro lado enseñan algo totalmente contradictorio. Esa es una característica notable de la teología errónea.

 

Ahora bien, ¿qué significa Juan 1:1? Más bien debemos preguntar: ¿Qué es lo que en realidad dice el pasaje? El texto griego, que es de donde se han hecho todas las traducciones, es una traducción literal y fiel del original hebreo. El texto griego dice (con traducción interlineal en español):

 

En arkhé en ho lógos, kai ho lógos en pros ton theón,

En principio era el Verbo, y el Verbo era con el Dios,

 

kai theón en ho  lógos.

y un dios era el verbo.

 

Ahora, el mismo pasaje tomado del Nuevo Testamento Hebreo, publicado por la Sociedad para Distribución de las Escrituras a los Judíos:

 

Bereshít hayáh hadabár, wehadabár hayáh et haelohím,

En principio era el verbo, y el verbo era con el Divino,

 

waelohím hayáh ha dabár.

y divino era el verbo.

 

Ahora, lo que explicamos aquí no es simplemente nuestra opinión sino que vamos a citar lo que dicen las autoridades en gramática griega. Tomamos las citas de la gramática griega, A Manual Grammar of the Greek New Testament, by Dana and Mantey, para que el lector coteje por sí mismo.

 

Note que los sustantivos tienen un artículo definido: “ha” en hebreo, “ho” en griego, “el” en español. El artículo indica personalidad. Es decir, “el Verbo” es una persona, “el Divino” es una persona. Pero la palabra “elohim”  (theós) en la última parte del versículo no tiene artículo. Por lo tanto no se puede traducir lo mismo sin artículo que con artículo. Es una regla gramatical en griego que cuando la palabra "theós" se usa sin artículo, muchas veces hace la función de un adjetivo. Por eso algunos eruditos han traducido “divino” en vez de “dios”. Esa es la traducción más correcta, respaldada por la Gramática y por algunas versiones cristianas reconocidas. Por ejemplo:

 

El Nuevo Testamento de Goodspeed:

“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era divino.”

 

La nueva Biblia Inglesa:

“Cuando todo comenzó, el Verbo ya estaba. El Verbo moraba con Dios, y lo que Dios era, el verbo lo era.”

 

El hecho de que en griego la palabra "theos" vaya primero en la última frase no significa que ese sea el sustantivo. Como dice la Gramática:

 

“En el Anabasis de Xenofonte, 1: 4, 6 kai empórion d'en to khoríon (y el lugar era un mercado), tenemos un caso paralelo al que tenemos en Juan 1:1, kai theón en ho lógos (y el Verbo era deidad). El artículo señala el sujeto en estos ejemplos. Ni el lugar era el único mercado, ni el Verbo era todo el Dios, como significaría si se hubiera usado el artículo también con theós. (Página 148)

 

¿Porqué es importante la falta de artículo en el "theós" de la última frase? La Gramática nos dice:

 

“Un objeto del pensamiento puede concebirse desde dos puntos de vista: en cuanto a identidad o a cualidad. Para indicar el primer punto de vista el griego usa el artículo; para el segundo se usa la construcción sin artículo." (Página 149)

 

“Moulton reconoce la importancia de este punto al decir que:

 

“Para la exégesis, hay pocos de los puntos más finos del griego que necesiten más constante atención que esta omisión del artículo cuando el escritor quiere dar énfasis a la calidad del carácter del objeto' (Moulton  83).” (Página 150)

            “La función básica del artículo griego es señalar la identidad individual.” (Página 137)

 

“En el primero [de los casos, como en Juan 1:1 ] el propósito es la identificación, en el otro... es la definición. Cuando lo prominente es la identidad, encontramos el artículo; cuando se enfatiza la cualidad de carácter, la construcción va sin artículo. En Hechos 7:30 ‘tou órous Siná’  significa el desierto del Sinaí como distinto de todo otro desierto, mientras que en Gál.  4:24 ‘orous Siná’ significa un tipo de pacto al estilo del Sinaí.” (Página 138)

 

“El uso de las construcciones de theós con artículo y sin artículo es altamente instructivo. Un estudio de estos usos del término como se dan en la Concordancia de Moulton y Geden,  convence a uno de que sin el artículo theós significa esencia divina, mientras que con el artículo lo que se tiene en cuenta principalmente es la personalidad divina." (Página 139)

 

“El uso de theós en Juan 1:1 es un buen ejemplo. Pros ton theón señala al compañerismo de Cristo con la persona del Padre; theós en ho logos enfatiza la participación de Cristo en la esencia de la naturaleza divina. El primero aplica claramente a la personalidad, mientras que el último aplica al carácter...Es seguro que el que se envuelve en exégesis no puede darse el lujo de pasar pro alto el articulo." (Página 140)

 

Es decir, que el "ho theós" de Juan 1:1 se refiere al padre Yahwéh, mientras que el "theós" (sin artículo) es una descripción de la cualidad divina del Verbo. De ningún modo se quiere dar a entender que sean la misma persona.

 

Una consideración seria del significado de la palabra hebrea elohim, y todos estos conceptos de la gramática indican que la traducción más correcta de Juan 1:1 es la que se presenta en versión “Las Escrituras Mesiánicas”:

 

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con el Poderoso, y el Verbo era poderoso.”

 

El Verbo era una persona, que estaba con otra persona identificada como “el Poderoso,” y el Verbo era también poderoso. Esto habla de su naturaleza no de su identidad.

Estoy totalmente de acuerdo con el análisis gramatical y es correcto y se ajusta a la verdad.  Me quedo con lo citado antes del Anabasis de Xenofonte:

 

Ni el lugar era el único mercado, ni el Verbo era todo el Dios, como significaría si se hubiera usado el artículo también con theós.

 

Yo también opino que el verbo es la Deidad aunque no la Deidad al completo en su sentido económico. Podría ser mi resumen de todo lo alegado.

Debo añadir que, primero, el texto resalta que el sujeto principal es el Verbo, no Dios y segundo que en el principio de todo donde quiera que fuese, el Verbo "era". Antes de todo esto, él ya era, no dice: fue. Sin embargo en la Septuaginta en Génesis 1:1 dice otro tiempo verbal: en el principio creó Dios... Hubo un comienzo. Observen el verbo en pasado. Mientras que en Jn 1:1 Juan emplea el imperfecto para la existencia del Verbo, el Génesis utiliza el indefinido, haciendo notar que en Jn 1:3 abandona el imperfecto para utilizar el aoristo "fueron hechas" para la creación de las cosas, y eso no ocurre con el Verbo dando a entender claramente que él no ha sido creado sino que existía antes del principio.

 

¿Qué dice Isaíah 45:5?

 

En cuanto a Isalah 45:5, lo que dice es:

 

“ Aní Yhwh, weén ewód zeulatí; en elohim a'azerka.”

“Yo Yahwéh, y no hay otro; no Dios fuera de mí.”

 

En primer lugar, esto nos enseña que hay un solo Yahwéh, no dos ni tres. Cuando él dice que no hay otro “Elohim” fuera de él, evidentemente quiere decir que él es el Elohim por excelencia; el único Poderoso que lo es por cuenta propia.

 

Como hemos estudiado ya:

 

*A los ángeles se les llama elohim: "Le has hecho poco menor que los ángeles (elohim). " Salmo 8:5.

 

* A Abrahani se le llama elohim: "Y los hijos de Het respondieron a Abraham, diciendo: 'Oyenos, señor, tú eres un príncipe poderoso (elohim) entre nosotros. " Gen 23: 5, 6.

 

* A Moisés se le llama elohim: "Yo te he constituido dios (elohim) para Faraón. " Exo 7: 1.

 

* A los jueces se les llama elohim: "Su amo lo traerá ante los jueces (elohim). " Exo 21:6.

 

* A los creyentes se les llama elohim: "Yo dije: Vosotros sois dioses (elohím)." Sal 82:6.

 

* Y a Yeshúa también se le aplica el mismo título. Juan 1:1.

 

Referente a este tema me remito a lo dicho en el capítulo 3 ver lo dicho antes

 

Pero todos estos poderosos tienen poder porque les fue dado (Mateo 28:18). Mientras que Yahwéh es el único Poderoso cuyo poder no le fue dado por nadie. En ese sentido él es el único Poderoso verdadero. Yeshúa mismo lo dijo: "Que te conozcan a ti, el único Poderoso verdadero... " (Juan 17:3 Las Escrituras Mesiánicas).

 

Hay en Zacarías 14:10 un texto curioso y que me cautiva un poco: "En aquel día Jehová sera uno (ejad), y uno (ejad) su nombre". ¿En algún momento él no ha sido uno? ¿O su nombre único? En 1 Corintios 15:24-28 también menciona que cuando haya acabado todo, entonces el Hijo se integrará al Padre para que Dios (la deidad) sea todo en todos. En Cristo, por el beneplácito del Padre y para su gloria, se ha de congregar toda la plenitud de la Deidad. La figura que veremos en el Apocalipsis será la de Cristo glorificado. Dios por su inmanencia, porque lo ocupa todo y porque él es todo no le podemos ver. El rostro del Padre se lo pone el Verbo sin que esto signifique que Cristo sea el Padre. Esto sería puro sabelianismo.

dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. Efe 1:10

El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo Efe 4:10

En 1 Cor. 15:28 dice que Dios es todo en todos. En los mismos términos se refiere Pablo a Cristo en Colosenses en el cap. 3:11 Cristo sea todo en todos.

Una vez que se haya acabado el papel intercesor de Cristo, ya no será más necesario ser el Sumo Sacerdote ni la víctima, el Cordero. La Deidad será, a mi modo de ver como al principio de todo. Por eso en Efesios se dice que Cristo subió al Cielo para "llenarlo todo" (y no "para dar plenitud a todas las cosas" como se dice en algunas versiones y que no dice el griego).

Si ser teólogo expongo lo que yo entiendo, y siempre con las debidas reservas y dispuesto a cambiar si alguien me da más luz al respecto ya que esto es una conclusión personal:

* Nadie puede salvar a la humanidad sino sólo Dios.

* El hombre por su naturaleza nunca buscará a Dios a menos que Dios lo impulse.

* Ninguna criatura por perfecta que sea podría pagar a Dios por toda la humanidad, solo ganaría su eternidad para ella y por nadie más.

* No es Dios quien debe pagar puesto que él no ha ofendido. Tiene que ser el hombre. Por lo tanto la ofrenda debe ser en todo perfectamente humana.

 
* Para que esa ofrenda tuviera valor universal y para que todo el pecado pasado, presente y el que aun esté por cometer pueda ser borrado, requiere que dicha criatura fuese perfecta y sin pecado por lo tanto también divina. Todo Dios y perfecto humano.

Y he aquí la salvación de nuestro Dios:

- Una parte de Dios asumió ser quien cargase todo nuestro negro pecado y soportar la inmensa carga de la justicia divina.

- Otra parte tiene que permanecer en justicia y santidad inaccesible que tiene nuestro Santo Dios. En el hay una majestad tremenda. El es el mayor de todos, no en dignidad sino en grado.

- Otra parte es la que, tocando al hombre lo impulsa a buscar a Dios mostrándole su perdición y la dádiva de Dios.

Creo sinceramente que el hecho más trascendental de todo el universo fue este momento cuando por causa tuya y mía la propia deidad se rasgó para poder efectuar este maravilloso plan de salvación que no se parece a ninguna religión ni filosofía humana. Por eso le dicen a nuestro Señor: Santo, Santo Santo. Una por el Padre, otra por el hijo y otra por el Espíritu Santo.

Creo que en aquel día Jehová será uno y único su nombre.

Conclusión

 

El estudio de estos capítulos debe haber creado conciencia en el lector de que la doctrina de la trinidad no es en realidad una doctrina cristiana ni bíblica. No se deje llevar por el prejuicio que existe en el mundo contra ciertas personas que, al igual que nosotros, rechazan esa doctrina. Estudie las Escrituras por usted mismo y deje que el espíritu santo le indique el camino a seguir. Y que el Poderoso de Israel le bendiga.

 

Yosef  Aharoni

hebraica@tld.net

 

Mi conclusión:

Si nos dejamos llevar por el hecho de que, si no existe la palabra trinidad entonces no  subyace este concepto en las Escrituras, podríamos también decir lo mismo de la expiación de Cristo por nuestros pecados ya que tampoco se menciona dicho término en el Nuevo Testamento.  Cristo nunca dijo directamente que era Dios, pero tampoco dijo que fuera hijo de Dios y el hecho de llamar Padre a Dios no era exclusivo de Cristo sino que era lo común para referirse a Dios. Sin embargo las escrituras declaran que él es el Hijo de Dios. Creo que las Escrituras rezuman la trinidad de Dios y creo que nuestro Señor nos quiso decir muchas cosas de manera velada quizás para que nosotros mismos tuviésemos la dicha de descubrirlas. El que tenga oídos para oír, oiga. Esto lo decía Cristo cuando exponía algo profundo y que había que desmenuzarlo con el entendimiento.

Que el Señor os bendiga,

___________________________________________

 

 

 

Anexo I

EL CONCILIO DE NICEA  Extraído de http//:www.cristianismo-primitivo.org

Después de su victoria contra Licinus, el emperador de oriente, en septiembre de 324 d.C. Constantino dueño absoluto del Imperio Romano, se esforzó en arreglar los litigios entre los diferentes obispos de oriente, como ya hizo en occidente por causa del donatismo convocando los sínodos de Roma en el 311 y el de Arlés en el 314. Así convocó a los diferentes obispos a un sínodo comparable en todo a los comitia (comicios) de las órdenes civiles del Imperio. Este concilio fue convocado primeramente en Ancyra y después, por razones de comodidad el propio emperador, en Nicea, donde en sus inmediaciones más próximas se encontraba la residencia imperial de Nicomedia.

Vemos que el emperador, tras haber logrado la unificación y uniformidad total del imperio bajo su persona, trataba de hacer lo mismo con el cristianismo, a imagen del propio imperio. Este concilio no fue convocado por la iglesia o uno de sus obispos, sino por un emperador sobre el que aún hoy recaen serias dudas entorno a lo genuino de su fe cristiana, puesto que era un adorador del Solis Invictus (Sol Invicto). La pretensión posterior del obispado de Roma de ejercer una primacía jerárquica sobre el resto de la cristiandad tiene mucho que ver con este deseo de uniformidad imperial.

Por deseo del emperador romano Constantino, el concilio se reunió en la ciudad de Nicea, en el Asía Menor y cerca de Constantinopla, en el año 325 el 20 de mayo, la mañana de las fiestas de conmemoración de su victoria sobre su rival Licinio. Es esta asamblea la que la posteridad conoce como el Primer Concilio Ecuménico, es decir, universal.

El número exacto de los obispos que asistieron al concilio nos es desconocido, pero al parecer fueron unos trescientos. Para comprender la importancia de lo que estaba aconteciendo, recordemos que varios de los presentes habían sufrido cárcel, tortura o exilio poco antes, y que algunos llevaban en sus cuerpos las marcas físicas de su fidelidad. Y ahora, pocos años después de aquellos días de pruebas, todos estos obispos eran invitados a reunirse en la ciudad de Nicea, y el emperador cubría todos sus gastos. Muchos de los presentes se conocían de oídas o por correspondencia. Pero ahora, por primera vez en la historia de la iglesia, podían tener una visión física de la universalidad de su fe. En su Vida de Constantino Eusebio de Cesarea nos describe la escena:

 

"Allí se reunieron los más distinguidos ministros de Dios, de Europa, Libia [es decir, áfrica y Asia). Una sola casa de oración, como si hubiera sido ampliada por obra de Dios, cobijaba a sirios y cilicios, fenicios y árabes, delegados de la Palestina y del Egipto, tebanos y libios, junto a los que venían de la región de Mesopotamia. Había también un obispo persa, y tampoco faltaba un escita en la asamblea. El Ponto, Galacia, Panfilia, Capadocia, Asia y Frigia enviaron a sus obispos más distinguidos, junto a los que vivían en las zonas más recónditas de Tracia, Macedonia, Acaya y el Epiro. Hasta de la misma España, uno de gran fama [Osio de Córdoba] se sentó como miembro de la gran asamblea. El obispo de la ciudad imperial [ Roma] no pudo asistir debido a su avanzada edad, pero sus presbíteros lo representaron. Constantino es el primer príncipe de todas las edades en haber juntado semejante guirnalda mediante el vínculo de la paz, y habérsela presentado a su Salvador como ofrenda de gratitud por las victorias que había logrado sobre todos sus enemigos"

En este ambiente de euforia, los obispos se dedicaron a discutir las muchas cuestiones legislativas que era necesario resolver una vez terminada la persecución. La asamblea aprobó una serie de reglas para la readmisión de los caídos, acerca del modo en que los presbíteros y obispos debían ser elegidos y ordenados, y sobre el orden de precedencia entre las diversas sedes.

Pero la cuestión más escabrosa que el Concilio de Nicea tenía que discutir era la controversia arriana. En lo referente a este asunto, había en el concilio varias tendencias.

En primer lugar, había un pequeño grupo de arrianos convencidos, capitaneados por Eusebio de Nicomedia -personaje importantísimo en toda esta controversia, que no ha de confundirse con Eusebio de Cesarea. Puesto que Arrio no era obispo, no tenía derecho a participar en las deliberaciones del concilio. En todo caso, Eusebio y los suyos estaban convencidos de que su posición era correcta, y que tan pronto como la asamblea escuchase su punto de vista, expuesto con toda claridad, reivindicaría a Arrio y reprendería a Alejandro por haberle condenado.

En segundo lugar, había un pequeño grupo que estaba convencido de que las doctrinas de Arrio ponían en peligro el centro mismo de la fe cristiana, y que por tanto era necesario condenarlas. El jefe de este grupo era Alejandro de Alejandría. Junto a él estaba un joven diácono que después se haría famoso como uno de los gigantes cristianos del siglo IV, Atanasio.

Los obispos que procedían del oeste, es decir, de la región del Imperio donde se hablaba el latín, no se interesaban en la especulación teológica. Para ellos la doctrina de la Trinidad se resumía en la vieja fórmula enunciada por Tertuliano más de un siglo antes: una sustancia y tres personas.

Otro pequeño grupo -probablemente no más de tres o cuatro- sostenía posiciones cercanas al "patripasionismo", es decir, la doctrina según la cual el Padre y el Hijo son uno mismo, y por tanto el Padre sufrió en la cruz. Aunque estas personas estuvieron de acuerdo con las decisiones de Nicea, después fueron condenadas. Empero, a fin de no complicar demasiado nuestra narración, no nos ocuparemos más de ellas.

Por último, la mayoría de los obispos presentes no pertenecía ninguno de estos grupos. Para ellos, era una verdadera lástima hecho de que, ahora que por fin la iglesia gozaba de paz frente al Imperio, Arrio y Alejandro se hubieran envuelto en una controversia que amenazaba dividir la iglesia. La esperanza de estos obispos, al comenzar la asamblea, parece haber sido lograr una posición conciliatoria, resolver las diferencias entre Alejandro y Arrio, y olvidar la cuestión. Ejemplo típico de esta actitud es Eusebio de Cesarea.

En esto estaban las cosas cuando Eusebio de Nicornedia, el jefe del partido arriano, pidió la palabra para exponer su doctrina. Al parecer, Eusebio estaba tan convencido de la verdad de lo que decía, que se sentía seguro de que tan pronto como los obispos escucharan una exposición clara de sus doctrinas las aceptarían como correctas, y en esto terminaría la cuestión. Pero cuando los obispos oyeron la exposición de las doctrinas arrianas su reacción fue muy distinta de lo que Eusebio esperaba. La doctrina según la cual el Hijo o Verbo no era sino una criatura -por muy exaltada que fuese esa criatura- les pareció atentar contra el corazón mismo de su fe. A los gritos de " ¡blasfemia!", " ¡mentira!" y "¡herejía!", Eusebio tuvo que callar, y se nos cuenta que algunos de los presentes le arrancaron su discurso, lo hicieron pedazos y lo pisotearon.

El resultado de todo esto fue que la actitud de la asamblea cambió. Mientras antes la mayoría quería tratar el caso con la mayor suavidad posible, y quizá evitar condenar a persona alguna, ahora la mayoría estaba convencida de que era necesario condenar las doctrinas expuestas por Eusebio de Nicomedia.

Al principio se intentó lograr ese propósito mediante el uso exclusivo de citas bíblicas. Pero pronto resultó claro que los arrianos podían interpretar cualquier cita de un modo que les resultaba favorable -o al menos aceptable. Por esta razón, la asamblea decidió componer un credo que expresara la fe de la iglesia en lo referente a las cuestiones que se debatían. Tras un proceso que no podemos narrar aquí, pero que incluyó entre otras cosas la intervención de Constantino sugiriendo que se incluyera la palabra "consubstancial" -palabra ésta que discutiremos más adelante en este capítulo- se llegó a la siguiente fórmula, que se conoce como el Credo de Nicea:

"Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.

Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.

Y en el Espíritu Santo.

A quienes digan, pues, que hubo cuando el Hijo de Dios no existía, y que antes de ser engendrado no existía, y que fue hecho de las cosas que no son, o que fue formado de otra substancia o esencia, o que es una criatura, o que es mutable o variable, a éstos anatematiza la iglesia católica."

Esta fórmula, a la que después se le añadieron varias cláusulas -y se le restaron los anatemas del último párrafo- es la base de lo que hoy se llama "Credo Niceno", que es el credo cristiano más universalmente aceptado. El llamado "Credo de los Apóstoles", por haberse originado en Roma y nunca haber sido conocido en el Oriente, es utilizado sólo por las iglesias de origen occidental -es decir, la romana y las protestantes. Pero el Credo Niceno, al mismo tiempo que es usado por la mayoría de las iglesias occidentales, es el credo más común entre las iglesias ortodoxas orientales -griega, rusa, etc.

Detengámonos por unos instantes a analizar el sentido del Credo, según fue aprobado por los obispos reunidos en Nicea. Al hacer este análisis, resulta claro que el propósito de esta fórmula es excluir toda doctrina que pretenda que el Verbo es en algún sentido una criatura. Esto puede verse en primer lugar en frases tales como "Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero". Pero puede verse también en otros lugares, como cuando el Credo dice "engendrado, no hecho". Nótese que al principio el mismo Credo había dicho que el Padre era "hacedor de todas las cosas visibles e invisibles". Por tanto, al decir que el Hijo no es "hecho", se le está excluyendo de esas cosas "visibles e invisibles" que el Padre hizo. Además, en el último párrafo se condena a quienes digan que el Hijo "fue hecho de las cosas que no son", es decir, que fue hecho de la nada, como la creación. Y en el texto del Credo, para no dejar lugar a dudas, se nos dice que el Hijo es engendrado "de la substancia del Padre", y que es "consubstancial al Padre". Esta última frase, "consubstancial al Padre", fue la que más resistencia provocó contra el Credo de Nicea, pues parecía dar a entender que el Padre y el Hijo son una misma cosa, aunque su sentido aquí no es ése, sino sólo asegurar que el Hijo no es hecho de la nada, como las criaturas.

En todo caso, los obispos se consideraron satisfechos con este credo, y procedieron a firmarlo, dando así a entender que era una expresión genuina de su fe. Sólo unos pocos -entre ellos Eusebio de Nicomedia- se negaron a firmarlo. Estos fueron condenados por la asamblea, y depuestos. Pero a esta sentencia Constantino añadió la suya, ordenando que los obispos depuestos abandonaran sus ciudades. Esta sentencia de exilio añadida a la de herejía tuvo funestas consecuencias, como ya hemos dicho, pues estableció el precedente según el cual el estado intervendría para asegurar la ortodoxia de la iglesia o de sus miembros.

La controversia arriana después del concilio

El Concilio de Nicea no puso fin a la discusión. Eusebio de Nicomedia era un político hábil -y además parece haber sido pariente lejano de Constantino. Su estrategia fue ganarse de nuevo la simpatía del emperador, quien pronto le permitió regresar a Nicomedia. Puesto que en esa ciudad se encontraba la residencia veraniega de Constantino, esto le proporcionó a Eusebio el modo de acercarse cada vez más al emperador. A la postre, hasta el propio Arrio fue traído del destierro, y Constantino le ordenó al obispo de Constantinopla que admitiera al hereje a la comunión.

El obispo debatía si obedecer al emperador o a su conciencia cuando Arrio murió. En el año 328 Alejandro de Alejandría murió, y le sucedió Atanasio, el diácono que le había acompañado en Nicea, y que desde ese momento sería el gran campeón de la causa nicena. A partir de entonces, dicha causa quedó tan identificada con la persona del nuevo obispo de Alejandría, que casi podría decirse que la historia subsiguiente de la controversia arriana es la biografía de Atanasio. Baste decir que, tras una serie de manejos, Eusebio de Nicomedia y sus seguidores lograron que Constantino enviara a Atanasio al exilio. Antes habían logrado que el emperador pronunciara sentencias semejantes contra varios otros de los jefes del partido niceno. Cuando Constantino decidió por fin recibir el bautismo, en su lecho de muerte, lo recibió de manos de Eusebio de Nicomedia.

A la muerte de Constantino, tras un breve interregno, le sucedieron sus tres hijos Constantino II, Constante y Constancio. A Constantino II le tocó la región de las Galias, Gran Bretaña, España y Marruecos. A Constancio le tocó la mayor parte del Oriente. Y los territorios de Constante quedaron en medio de los de sus dos hermanos, pues le correspondió el norte de Africa, Italia, y algunos territorios al norte de Italia. Al principio la nueva situación favoreció a los nicenos, pues el mayor de los tres hijos de Constantino favorecía su causa, e hizo regresar del exilio a Atanasio y los demás. Pero cuando estalló la guerra entre Constantino II y Constante, Constancio, que como hemos dicho reinaba en el Oriente, se sintió libre para establecer su política en pro de los arrianos.

Una vez más Atanasio se vio obligado a partir al exilio, del cual volvió cuando, a la muerte de Constantino II, todo el Occidente quedó unificado bajo Constante, y Constancio tuvo que moderar sus inclinaciones arrianas. Pero a la larga Constancio quedó como dueño único del Imperio, y fue entonces que, como diría Jerónimo "el mundo despertó como de un profundo sueño y se encontró con que se había vuelto arriano". De nuevo los jefes nicenos tuvieron que abandonar sus diócesis, y la presión imperial fue tal que a la postre los ancianos Osio de Córdoba y Liberio -el obispo de Roma- firmaron una confesión de fe arriana.

Consecuencias del concilio

Pero, ¿Cuales fueron las consecuencias de que el Imperio Romano se aliase con el cristianismo?, ¿Cómo es posible que aquellos héroes de la fe que aún poseían en su cuerpo las marcas del martirio obedeciesen al poder temporal congregándose en un concilio convocado por un emperador pagano, o por condescender, cristianizado a medias?

Constantino colmó de privilegios a los cristianos y elevó a muchos obispos a puestos importantes, confiándoles, en ocasiones, tareas más propias de funcionarios civiles que de pastores de la Iglesia de Cristo. A cambio, él no cesó de entrometerse en las cuestiones de la Iglesia, diciendo de sí mismo que era «el obispo de los de afuera» de la Iglesia. Las nefastas consecuencias de este conturbenio no fueron previstas entonces. Debido, sin duda, al agradecimiento que querían expresar al emperador que acabó con las persecuciones, los cristianos permitieron que éste se inmiscuyera en demasía en el terreno puramente eclesiástico y espiritual de la Cristiandad. Las influencias fueron recíprocas: comenzaron a aparecer prelados mundanos que en el ejercicio del favor estatal que disfrutaban no estaban, sin embargo, inmunizados a las tentaciones corruptoras del poder y daban así un espectáculo poco edificante. Esta corriente tendría su culminación en la Edad Media y el Renacimiento. Como reacción a esta secularización de los principales oficiales de la Iglesia, surgieron el ascetismo y el monasticismo que trataban de ser una vuelta a la pureza de vida primitiva, pero que no siempre escogieron los mejores medios para ello.

La mentalidad romana fue penetrando cada vez más el carácter de la cristiandad se exigió la mas completa uniformidad en las cuestiones más secundarias, como la fijación de la fecha de la Pascua y otras trivialidades parecidas que ya habían agitado vanamente los espíritus a finales del siglo III. Estas tendencias a la uniformidad fueron consideradas por los emperadores como un medio sumamente útil del que servirse para lograr la más completa unificación del Imperio. Contrariamente a lo que generalmente se dice, el Edicto de Milán no estableció el Cristianismo como religión del imperio. Esto vendría después, en el año 380 bajo Teodosio. El cristianismo no se convirtió en la religión oficial en tiempos de Constantino, pero devino la religión popular, la religión de moda, pues era la que profesaba el emperador. Tal popularidad, divorciada en muchos casos de motivos espirituales fue nefasta: «La masa del Imperio romano -escribe Schaff- fue bautizada solamente con agua, no con el Espíritu y el fuego del Evangelio, y trajo así las costumbres y las prácticas paganas al santuario cristiano bajo nombres diferentes»: «Sabemos por Eusebio -nos explica Newman (un cardenal Católico Romano)-, que Constantino, para atraer a los paganos a la nueva religión, traspuso a ésta los ornamentos externos a los cuales estaban acostumbrados. . . El uso de templos dedicados a santos particulares, ornamentados en ocasiones con ramas de árboles; incienso, lámparas y velas; ofrendas votivas para recobrar la salud; agua bendita; fiestas y estaciones, procesiones, bendiciones a los campos; vestidos sacerdotales, la tonsura, el anillo de bodas, las imágenes en fecha más tardía, quizá el canto eclesiástico, el Kyrie Eleison, todo esto tiene un origen pagano y fue santificado mediante su adaptación en la Iglesia» J. H. Newman. An Essay on the Development of Christian Doctrine, pp. 359, 360.

Esta situación preparó el camino a la promulgación del Cristianismo como religión oficial del Imperio romano. De manera que, los primeros edictos de Constantino y Licinio, proclamando la libertad de todos los cultos, no significaron el fin de la intolerancia religiosa sino que se convirtieron en las simples etapas iniciales de otra intolerancia que estaba en puertas. La plena libertad de conciencia que legalizaron los decretos de 313 y 314 era algo demasiado anticipado a los tiempos y pronto fue echada en olvido. Sirvió tan sólo para que, de alguna manera, Constantino lograra la introducción de la nueva fe en la legalidad del Imperio.

F. F. Bruce, pregunta con razón: «¿Qué tiene que ver todo esto con la misión del Siervo del Señor que Jesús pasó a sus seguidores? ¿Cómo podría el cristianismo llevar a cabo la tarea que le había sido encomendada y traer la verdadera luz a las naciones si afeaba de tal manera el mensaje que debía proclamar? Afortunadamente, como veremos, hay otro aspecto del cuadro; y es en éste otro lado que el progreso del Cristianismo auténtico se pone de manifiesto. Pero, con todo, hemos de reconocer que este progreso se ha visto seriamente retarda. do hasta nuestros días por la presencia de piedras de tropiezo -escándalos, para usar la palabra de origen griego-, colocadas por vez primera en el siglo IV y algunas de las cuales todavía hoy no hemos acertado a quitar».

Mas, como hemos dicho, la influencia fue recíproca. Además, cuatro siglos de predicación del Evangelio, pese a todas las imperfecciones de los cristianos, habían dejado una huella cuyas Influencias se notaban cada vez más en la vida social. La doctrina del hombre creado a imagen de Dios impuso restricciones a la costumbre de marcar a los esclavos en la cara y aún inició la serie de medidas que, finalmente, darían fin a la esclavitud misma. Comenzaron las medidas tendentes a la protección de los niños abandonados por sus padres ya la salvaguardia de la santidad del matrimonio. Pese a la infiltración del espíritu y las maneras paganas en la Iglesia, y pese a la propia decadencia espiritual de ésta, el poder del Evangelio hizo su impacto en el Imperio y aún más allá de sus fronteras. Pero, es en estas épocas cuando resulta más difícil el trazar la línea que distingue lo que es meramente institución eclesiástica y la que es la verdadera Ecclesia.

La libertad ganada con la sangre de los mártires y el sufrimiento de los confesores, se buscó a partir de entonces en las adulaciones y los conturbenios con el gobierno imperial. Sin darse cuenta, las Iglesias se debilitaron pues perdieron un elemento básico de la vida espiritual: la libertad moral. En aquel tiempo, no obstante, creyeron que por el contrario, hallaban su más grande emancipación.

Los concilios que tuvieron lugar inmediatamente después de la paz de Constantino, se resintieron de la intervención estatal que habría de coartar la plena libertad espiritual de los sínodos y la vida de la Cristiandad.

Para Constantino, el cristianismo vendría a ser la culminación del proceso unificador que había estado obrando en el Imperio desde hacía siglos. Había logrado que sólo hubiera un emperador, una ley y una ciudadanía para todos los hombres libres. Sólo faltaba una religión única para todo el Imperio. Para ello era preciso que hubiera igualmente una sola Cristiandad, uniformada al máximo posible. De esta manera, las discusiones doctrinales o disciplinarias de la Iglesia se convirtieron en problema de Estado.

J. P. V.
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Anexo II


PADRES APOSTÓLICOS.
CITAS TRINITARIAS


[D.C. 100-200.] Los Padres Apostólicos se entienden aquí como que son los que estuvieron presentes durante el segundo siglo de nuestra era. Ireneo, es verdad, que es más bien del período subalterno-apostólico; no obstante, al igual que el discípulo Policarpo, él no debe ser disociado de esa compañía de Padres. éstos eran tiempos de heroísmo, no de palabras; una edad, no de escritores, sino de soldados; no de habladores, sino de mártires. Estos escritos nos llegan a nosotros como una respuesta temprana de un pueblo convertido al testimonio de Jesús. Ellos son la evidencia primaria del Canon y la credibilidad del Nuevo Testamento.
Los Padres hablaron con voces de hombres débiles y falibles, no como los escritores del Nuevo Testamento, que lo hicieron con lenguas de fuego del Espíritu Santo. Sin embargo, el espíritu pensativo y amoroso pronto aprende de su excedente valor.

Policarpo (70-155/160).

Obispo de Esmirna, discípulo del Apóstol Juan.

"Señor Dios omnipotente: Padre de tu amado y bendecido siervo Jesucristo ... Yo te bendigo, porque me tuviste por digno de esta hora, a fin de tomar parte ... en la incorrupción del Espíritu Santo... Tú, el infalible y verdadero Dios. Por lo tanto, yo te alabo ... por mediación del eterno y celeste Sumo Sacerdote, Jesucristo, tu siervo amado, por el cual sea gloria a Ti con el Espíritu Santo, ahora y en los siglos por venir" (Martirio de San Policarpo, 14:1-3, en D. Ruiz Bueno, Ed., Padres Apostólicos, p. 682).

Ignacio de Antioquía (aprox. 35-107).

Obispo de Antioquía. En su camino al martirio, escribió varias cartas en defensa de la fe cristiana.
"sois piedras del templo del Padre, preparadas para la construcción de Dios Padre, levantadas a las alturas por la palanca de Jesucristo, que es la cruz, haciendo veces de cuerda el Espíritu Santo." (Carta a los Efesios, 9: 1; Ruiz Bueno, o.c., pág. 452-453).

"La verdad es que nuestro Dios Jesús, el Ungido, fue llevado por María en su seno conforme a la dispensación de Dios [Padre]; del linaje, cierto, de David; por obra, empero, del Espíritu Santo." (Carta a los Efesios, 17:2; Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, pág. 457).

Ignacio de Antioquía (muerto entre el 98 y el 117): "Un médico hay, en la carne hecho Dios, hijo de María e hijo de Dios, Jesucristo nuestro Señor" (Ef 7,2).

Justino Mártir (aprox. 100-165).

Fue un maestro, apologista y mártir, discípulo de Policarpo.

"A El [el "Dios verdaderísimo"] y al Hijo, que de El vino y nos enseñó todo esto ... y al Espíritu profético, le damos culto y adoramos, honrándolos con razón y verdad" (Primera Apología 6: 2; en D. Ruiz Bueno, Ed., Padres Apologetas Griegos, pág. 187)

"entonces toman en el agua el baño en el nombre de Dios, Padre y Soberano del universo, y de nuestro Salvador Jesucristo, y del Espíritu Santo." ( Primera Apología 61:3; en Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, pág. 250).

Justino mártir (s. II): "Cristo preexiste como Dios antes de los siglos" (Diálogo con el judío Trifón 48,l) (en realidad los capítulos 48 a 108 están dedicados a mostrar con el Antiguo Testamento que el mesías es Dios y debe ser adorado).

Ireneo (115-190).
Originario de Asia Menor, de niño fue discípulo de Policarpo. Llegó a ser obispo de Lyon, en las Galias. Fue el principal teólogo del segundo siglo.

"La Iglesia, aunque dispersa en todo el mundo, hasta lo último de la tierra, ha recibido de los apóstoles y sus discípulos esta fe: ... un Dios, el Padre Omnipotente, hacedor del cielo y de la tierra y del mar y de todas las cosas que en ellos hay; y en un Jesucristo, el Hijo de Dios, quien se encarnó para nuestra salvación; y en el Espíritu Santo, quien proclamó por medio de los profetas las dispensaciones de Dios y los advenimientos y el nacimiento de una virgen, y la pasión, y la resurrección de entre los muertos, y la ascensión al cielo, en la carne, del amadísimo Jesucristo, nuestro Señor, y Su manifestación desde el cielo en la gloria del Padre, a fin de ‘reunir en uno todas las cosas’, y para resucitar renovada toda carne de la entera raza humana, para que ante Jesucristo, nuestro Señor, y Dios , y Salvador, y Rey, según la voluntad del Padre invisible, ‘se doble toda rodilla, de las cosas en los cielos, y las cosas en la tierra, y las cosas debajo de la tierra, y que toda lengua le confiese, y que El ejecute un justo juicio sobre todos..." (Contra todas las herejías, I, 10:1; en Ante-Nicene Fathers vol. 1).

Teófilo de Antioquía (Segunda mitad del siglo II).

Obispo de Antioquía y apologista. Presentó la doctrina cristiana a los paganos. Es el primero en utilizar el término "Trinidad" (griego, trias).

"Igualmente también los tres días que preceden a la creación de los luminares son símbolos de la Trinidad, de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría [el Espíritu]" (Tres libros a Autólico II:15; en Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, pág. 805).

Atenágoras de Atenas ( Segunda mitad del siglo II).

Defensor de la fe cristiana. Dirigió una "Legación" o defensa de los cristianos al emperador Marco Aurelio y su hijo Cómodo, hacia 177.

"¿Quién, pues, no se sorprenderá de oír llamar ateos a quienes admiten un Dios Padre y a un Dios Hijo y un Espíritu Santo, que muestran su potencia en la unidad y su distinción en el orden?" (Legación a favor de los cristianos, 10; en Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, pág. 661)

Tertuliano de Cartago (160-215).

Apologista y teólogo africano. De profesión abogado, escribió elocuentemente en defensa del cristianismo.
"Definimos que existen dos, el Padre y el Hijo, y tres con el Espíritu Santo, y este número está dado por el modelo de la salvación ... [el cual] trae unidad en trinidad, interrelacionando los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ellos son tres, no en dignidad, sino en grado; no en sustancia sino en forma; no en poder, sino en clase. Ellos son de una sustancia y poder, porque hay un Dios de quien estos grados, formas y clases se muestran en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo." (Contra Praxíteles, 23; PL 2.156-7).

Orígenes (aprox. 185-254).

Teólogo de Alejandría, crítico y exegeta bíblico, teólogo, prolífico autor. Discípulo de Clemente de Alejandría.
"Si alguno dijese que el Verbo de Dios o la Sabiduría (Espiritu) de Dios tuvieron un comienzo, advirtámosle no sea que dirija su impiedad también contra el ingénito Padre, ya que negaría que El fue siempre Padre y que El ha engendrado siempre al Verbo, y que siempre tuvo sabiduría en todos los tiempos previos o edades, o cualquier cosa que pueda imaginarse previamente. No puede haber título más antiguo del Dios omnipotente que el de Padre, y es a través del Hijo que El es Padre. " (Sobre los principios 1.2.; Patrologia Graeca 11.132).
"Pues si este fuera el caso [que el Espíritu Santo no fuese eternamente como El es, y hubiese recibido conocimiento en algún momento y entonces llegado a ser el Espíritu Santo] el Espíritu Santo nunca hubiese sido reconocido en la unidad de la Trinidad, es decir, junto con los inmutables Padre e Hijo, a menos que El siempre hubiese sido el Espíritu Santo... De todos modos, parece apropiado inquirir cuál es la razón por la cual quien es regenerado por Dios para salvación tiene que ver tanto con el Padre y el Hijo como con el Espíritu Santo, y no obtiene la salvación sino con la cooperación de toda la Trinidad; y por qué es imposible tener parte con el Padre y el Hijo, sin el Espíritu Santo" (Sobre los principios I, 3:4-5, en Alexander Roberts and James Donaldson, eds., The Ante-Nicene Fathers, Grand Rapids: Eerdmans, Reimpr. 1989, Vol. 4, pág. 253).
"Más aún, nada en la Trinidad puede ser llamado mayor o menor, ya que la fuente de la divinidad sola contiene todas las cosas por Su palabra y razón, y por el Espíritu de Su boca santifica todas las cosas dignas de ser santificadas... Habiendo hecho estas declaraciones concernientes a la Unidad del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, retornemos al orden en el cual comenzamos la discusión. Dios el Padre otorga, ante todo, la existencia; y la participación en Cristo, considerando que Su ser es la palabra de la razón, los torna seres racionales ... [y] es la gracia del Espíritu Santo presente por la cual aquellos seres que no son santos por esencia, pueden ser tornados santos por participar de ella" (Sobre los principios I, 3: 7-8, en Roberts and Donaldson, pág. 255).

Clemente (entre 100 y 150 d.C):Segunda epístola "Debemos sentir de Jesucristo, que es Dios, que es juez de vivos y muertos" (1,1)

San Dionisio, 259-268

Sobre la Trinidad y la Encarnación

[Fragmento de la Carta a contra los triteistas y los sabelianos, hacia el año 260]

(1) éste fuera el momento oportuno de hablar contra los que dividen, cortan y destruyen la más venerada predicación de la iglesia, la unidad de principio en Dios, repartiéndola en tres potencias e hipóstasis separadas y en tres divinidades; porque he sabido que hay entre vosotros algunos de los que predican y enseñan la palabra divina, maestros de semejante opinión, los cuales se oponen diametralmente, digámoslo así, a la sentencia de Sabelio. Porque éste blasfema diciendo que el mismo Hijo es el Padre y viceversa; aquéllos, por lo contrario, predican, en cierto modo, tres dioses, pues dividen la santa Unidad en tres hipóstasis absolutamente separadas entre sí. Porque es necesario que el Verbo divino esté unido con el Dios del universo y que el Espíritu Santo habite y permanezca en Dios; y, consiguientemente, es de toda necesidad que la divina Trinidad se recapitule y reúna, como en un vértice, en uno solo, es decir, en el Dios omnipotente del universo. Porque la doctrina de Marción, hombre de mente vana, que corta y divide en tres la unidad de principio, es enseñanza diabólica y no de los verdaderos discípulos de Cristo y de quienes se complacen en las enseñanzas del Salvador. éstos, en efecto, saben muy bien que la Trinidad es predicada por la divina Escritura, pero ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento predican tres dioses.

(2) Pero no son menos de reprender quienes opinan que el Hijo es una criatura, y creen que el Señor fue hecho, como otra cosa cualquiera de las que verdaderamente fueron hechas, como quiera que los oráculos divinos atestiguan un nacimiento que con él dice y conviene, pero no plasmación o creación alguna. Es, por ende, blasfemia y no como quiera, sino la mayor blasfemia, decir que el Señor es de algún modo hechura de manos. Porque si el Hijo fue hecho, hubo un tiempo en que no fue. Ahora bien, él fue siempre, si es que está en el Padre, como él dice (Ioh. 14, 10 s). Y si Cristo es el Verbo y la sabiduría y la potencia —todo esto, en efecto, como sabéis, dicen las divinas Escrituras que es Cristo [cf. Ioh. 1, 14 1 Cor. 1, 24]—, todo esto son potencias de Dios. Luego si el Hijo fue hecho, hubo un tiempo en que no fue todo esto; luego hubo un momento en que Dios estaba sin ello, lo cual es la cosa más absurda.

¿A qué hablar más largamente sobre este asunto a vosotros, hombres llenos de Espíritu y que sabéis perfectamente los absurdos que se siguen de decir que el Hijo es una criatura? A estos absurdos paréceme a mí no haber atendido los cabecillas de esta opinión y por eso ciertamente se han extraviado de la verdad, al interpretar de modo distinto de lo que significa la divina y profética Escritura: El Señor me creó principio de sus caminos [Prov. 8, 22: LXX]. Porque, como sabéis, no es una sola la significación de “creó”. Porque en este lugar “creó” es lo mismo que lo antepuso a las obras hechas por él mismo, hechas, por cierto, por el mismo Hijo. Porque “creó” no hay que entenderlo aquí por “hizo”; pues “crear” es diferente de “hacer” ¿No es este mismo tu Padre que te poseyó y te hizo y te creó?, dice Moisés en el gran canto del Deuteronomio [Deut. 32, 6; LXX]. Muy bien se les podrá decir: “Oh hombres temerarios, ¿conque es hechura el primogénito de toda la creación [Col. 1, 15], el que fue engendrado del vientre, antes del lucero de la mañana [Ps. 109, 3; LXX], el que dice como Sabiduría: Antes de todos los collados me engendró? [Prov. 8, 25: LXX]. Y es fácil hallar en muchas partes de los divinos oráculos que el Hijo es dicho haber sido engendrado, pero no que fue hecho. Por donde patentemente se argüye que opinan falsamente sobre la generación del Señor los que se atreven a llamar creación a su divina e inefable generación.

(8) Luego ni se debe dividir en tres divinidades la admirable y divina unidad, ni disminuir con la idea de creación la dignidad y suprema grandeza del Señor; sino que hay que creer en Dios Padre omnipotente y en Jesucristo su Hijo y en el Espíritu Santo, y que en el Dios del universo está unido el Verbo. Porque: Yo —dice— y el Padre somos una sola cosa [Ioh. 10, 30]; y: Yo estoy en el Padre y el Padre en mí [Ioh. 14, 10]. Porque de este modo es posible mantener íntegra tanto la divina Trinidad como la santa predicación de la unidad de principio.

Más citas:

Teología de orígenes

-Un médico hay, que es a la vez carnal y espiritual, engendrado y no engendrado, Dios hecho carne, vida verdadera aunque mortal, hijo de María e hijo de Dios, primero pasible y luego impasible, Jesucristo nuestro Señor (Carta a los Efesios, 7).

Carta a los de Magnesia 8:Los divinos profetas vivieron según Cristo Jesús, y por eso fueron perseguidos, estando inspirados por su gracia para convencer a los incrédulos de que hay un solo Dios que se manifestó en Jesucristo, su Hijo, que es la Palabra suya proferida en el silencio, y que agradó en todo al que le había enviado.

También (Dios) juzgará a los Ebionitas. ¿Cómo podrán salvarse si no es Dios aquel que llevó a cabo su salvación sobre la tierra? (puesto que negaban estos judaizantes la Divinidad del Señor) ¿Y cómo el ser humano se acercará a Dios, si Dios no se ha acercado al hombre?" (Ireneo de Lión, Contra las Herejías, Libro IV, 33:4)

Las citas se extrajeron de Eerdmans, la serie The Ante-Nicene Fathers [“Los Padres Antes de Nicea”] (Grand Rapids: Eerdmans, 1978) en inglés.

***


Ignacio, llamado también Teóforo, a aquella que es grandemente bendecida en la plenitud de Dios Padre, predestinada antes de los siglos a estar por siempre, para una gloria que no pasa, inquebrantablemente unida y elegida en la pasión verdadera, por la voluntad del Padre y de Jesucristo nuestro Dios, a la Iglesia digna de ser llamada bienaventurada, que está en éfeso de Asia, mi saludo en Jesucristo y en un gozo irreprochable. (la versión corta)

La Epístola de Ignacio a los Efesios

***


Porque nuestro Dios, Jesús el Cristo, fue concebido en la matriz de María según una dispensación de la simiente de David, pero también del Espíritu Santo; y nació y fue bautizado para que por su pasión pudiera purificar el agua. (versión corta)

La Epístola de Ignacio a los Efesios capítulo XVIII


***

A partir de entonces toda hechicería y todo encanto quedó disuelto, la ignorancia de la maldad se desvaneció, el reino antiguo fue derribado cuando Dios apareció en la semejanza de hombre en novedad de vida eterna;

Cada ley de maldad se desapareció; la oscuridad de ignorancia fue desvanecida; y la autoridad tiránica fue destruida, Dios siendo manifestado como hombre, y hombre que desplegaba poder como Dios. (la versión larga en inglés)

La Epístola de Ignacio a los Efesios capítulo XIX

***
Que vuestra diligencia sea, pues, confirmada en las ordenanzas del Señor y de los apóstoles, para que podáis prosperar en todas las cosas que hagáis en la carne y en el espíritu, por la fe y por el amor, en el Hijo y Padre en el Espíritu, en el comienzo y en el fin, con vuestro reverenciado obispo y con la guirnalda espiritual bien trenzada de vuestro presbiterio, y con los diáconos que andan según Dios. Sed obedientes al obispo y los unos a los otros, como Jesucristo lo era al Padre [según la carne], y como los apóstoles lo eran a Cristo y al Padre, para que pueda haber unión de la carne y el espíritu. (la versión corta)

La Epístola de Ignacio a los Magnesianos capítulo XIII


***

Ya que ellos enajenan a Cristo del Padre, y la ley de Cristo. Ellos también difaman al Que es nacido de la Virgen; ellos se avergüenzan de Su cruz; niegan Su pasión; y no creen en Su resurrección. Ellos presentan a Dios como un Ser desconocido; ellos suponen que Cristo no es el unigénito; y en cuanto al Espíritu, ellos no confiesan que él existe. Algunos de ellos dicen que el Hijo es un mero hombre, y que el Padre, Hijo y Espíritu Santo son sólo la misma persona, y que la creación es la obra de Dios, no por Cristo, pero por algún otro poder extraño.

La Epístola de Ignacio a los Trallianos, capítulo VI


***

Estad, pues, en guardia contra estos hombres. Y será así ciertamente si no os envanecéis y si sois inseparables de Jesucristo su Dios y del obispo y de las ordenanzas de los apóstoles. (la versión corta)

La Epístola de Ignacio a los Trallianos, capítulo VII

***

María entonces concibió un cuerpo que verdaderamente tenía a Dios habitando en el. Y Dios la Palabra nació de la Virgen, después de haberse vestido con un cuerpo de pasiones como el nuestro. él quién forma a todos los hombres en el vientre, él mismo realmente estuvo en el vientre, y se hizo para sí él mismo un cuerpo de la simiente de la Virgen, pero sin conocer a ningún hombre. (traducido de la versión larga en inglés)

La Epístola de Ignacio a los Trallianos, capítulo X

***

Ignacio, que es llamado también Teóforo, a aquella que ha hallado misericordia en la benevolencia del Padre Altísimo y de Jesucristo su único Hijo; a la iglesia que es amada e iluminada por medio de la voluntad de Aquel que quiso todas las cosas que son, por la fe y el amor a Jesucristo nuestro Dios; a la que tiene la presidencia en el territorio de la región de los romanos, siendo digna de Dios, digna de honor, digna de parabienes, digna de alabanza, digna de éxito, digna en pureza, y teniendo la presidencia del amor, andando en la ley de Cristo y llevando el nombre del Padre; iglesia a la cual yo saludo en el nombre de Jesucristo el Hijo del Padre; a los que en la carne y en el espíritu están unidos a cada uno de sus mandamientos, siendo llenos de la gracia de Dios sin fluctuación, y limpiados de toda mancha extraña; salutaciones abundantes en Jesucristo nuestro Dios en su intachabilidad. (la versión corta)

La Epístola de Ignacio a los Romanos (Introducción)


***

Ignacio, que también es llamado Teóforo, a la iglesia que ha obtenido la misericordia, a través de la majestad del Dios Altísimo el Padre, y de Jesucristo, Su Hijo unigénito; a la iglesia que es santificada e iluminada por medio de la voluntad de Dios, que formó todas las cosas que están según la fe y el amor de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador; la iglesia que preside en el lugar de la región de los romanos, y qué es digna de Dios, digna de honor, digna de la felicidad más alta, digna de alabanza, digna de crédito, digna de ser juzgada santa, y qué preside sobre el amor, llevando el nombre de Cristo, y del Padre, y posee el Espíritu, a quien también saludo en el nombre del Omnipotente Dios, y de Jesucristo Su Hijo: a aquellos que están unidos, ambos según la carne y el espíritu, a cada uno de Sus mandamientos, que están inseparablemente llenos de toda la gracia de Dios, y purificados de toda mancha extraña, [yo les deseo] abundancia de intachable felicidad, en Dios, incluyendo al

Padre, y nuestro Señor Jesucristo. (traducido de la versión larga en inglés)

La Epístola de Ignacio a los Romanos (Introducción)

(Ignacio/ Dios)

***

Puesto que, también, hay un sólo Ser no creado, Dios, incluyendo al Padre; y un Hijo unigénito, Dios, la Palabra y hombre; y un Consolador, el Espíritu de la verdad; y también una sola predicación, y una fe y un bautismo; y una iglesia la que los santos apóstoles establecieron desde un extremo de la tierra al otro por medio de la sangre de Cristo... (la versión larga)

La Epístola de Ignacio a Filadelfia, capítulo IV

***

Si alguien dice que hay un solo Dios, y también confiesa a Cristo Jesús, pero piensa que el Señor simplemente es un hombre, y no el Dios unigénito y la Sabiduría, y la Palabra de Dios, y lo juzga de consistir meramente de un alma y cuerpo, el tal es una serpiente que predica engaños y errores para la destrucción de los hombres... Si cualquiera confiesa al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, y alaba la creación, pero llama la encarnación simplemente una apariencia, y se avergüenza de la pasión, el tal ha negado la fe, igual como lo hicieron los judíos que mataron a Cristo. Si cualquiera confiesa estas cosas, que Dios la Palabra moró en un cuerpo humano, estando dentro de él como la Palabra, así como el alma también está en el cuerpo, porque fue Dios quien lo habitó, y no una alma humana, pero afirma que las uniones ilícitas son una cosa buena, y pone en lugares altos la felicidad en el placer, como lo que hace el hombre que se le llama nicolaíta falsamente, esta persona no puede ser un amante de Dios, ni un amante de Cristo, sino es un corruptor de su propia carne, y por consiguiente ha sido nulificado por el Espíritu Santo, y es un extraño para Cristo. (traducido de la versión larga en inglés)

La Epístola de Ignacio a Filadelfia, capítulo VI


***

Doy gloria a Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por él os concede tal sabiduría. Porque he percibido que estáis afianzados en fe inamovible, como si estuvierais clavados a la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en carne y en espíritu, y firmemente arraigados en amor en la sangre de Cristo, plenamente persuadidos, en la verdad, en lo que se refiere a nuestro Señor Jesucristo, que él es verdaderamente el Hijo de Dios, “el artífice de toda la creación”, Dios la Palabra, el Hijo unigénito, y era del linaje de David según la carne. (traducido de la versión larga en inglés)

La Epístola de Ignacio a Esmirna, capítulo. I

(Ignacio/ Dios)

***

Y yo sé que él no sólo poseyó un cuerpo en Su nacimiento y en su crucifixión, sé y creo que él estaba en la carne incluso después de la resurrección, y creo que él está así ahora. Cuándo, por ejemplo, cuando El se presentó a Pedro y su compañía, les dijo: “Palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” Y él luego le dice a Tomás: “Mete tu dedo aquí, y ve mis manos: y alarga acá tu mano, y métela en mi costado” e inmediatamente ellos creyeron que él era Cristo. Por lo cual Tomás también le llama a él: “¡Señor mío, y Dios mío!” Por lo cual ellos despreciaron la muerte, es más, fueron hallados superiores a la muerte. Y esto no fue todo; pero también después de que él Mismo se les había mostrado a ellos, que él de hecho sí había resucitado, y no sólo en apariencia, él después comió y bebió con ellos durante cuarenta días enteros. Y así él estuvo, en su carne, y fue recibido arriba al lado de él mismo que lo envió a él, estando en la misma carne que vendrá, acompañado de gloria y poder. Porque, así lo dice el [santo] oráculo: “éste mismo Jesús, que ha sido tomado de entre vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” Porque sí él ha de volver al final del mundo sin un cuerpo, cómo entonces se cumplirá en aquellos: “y mirarán a mí, a quien traspasaron,” cuándo le reconozcan “le llorarán, afligiéndose por él”? (traducido de la versión larga en inglés)

La Epístola de Ignacio a Esmirna, capítulo. III

***
Nuestro maestro de estas cosas es Jesucristo, quien también nació para este propósito, y fue crucificado bajo Poncio Pilato, procurador de Judea, por los tiempos de Tiberio César; y a quien nosotros razonablemente Le adoramos, hemos aprendido que él es el Hijo del verdadero Dios en sí Mismo, y sosteniéndolo en el segundo lugar, y el Espíritu profético en el tercero, que nosotros demostraremos.

Primera Apología de Justino, capítulo XIII

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Anexo III

Versiones

ASV Isaiah 66:17 They that sanctify themselves and purify themselves to go unto the gardens, behind one in the midst, eating swine's flesh, and the abomination, and the mouse, they shall come to an end together, saith Jehovah.

RSV Isaiah 66:17 "Those who sanctify and purify themselves to go into the gardens, following one in the midst, eating swine's flesh and the abomination and mice, shall come to an end together, says the LORD.

LXT Isaiah 66:17 oi` a`gnizo,menoi kai. kaqarizo,menoi eivj tou.j kh,pouj kai. evn toi/j proqu,roij e;sqontej kre,aj u[eion kai. ta. bdelu,gmata kai. to.n nu/n evpi. to. auvto. avnalwqh,sontai ei=pen ku,rioj

VUL Isaiah 66:17 qui sanctificabantur et mundos se putabant in hortis post unam intrinsecus qui comedebant carnem suillam et abominationem et murem simul consumentur dicit Dominus

DRB Isaiah 66:17 Ceux qui se sanctifient et se purifient dans les jardins, en suivant un seul [qui est] au milieu, mangeant la chair du porc et des choses exécrables et des souris, périront tous ensemble, dit l'éternel.

NEG Isaiah 66:17 Ceux qui se sanctifient et se purifient dans les jardins, Au milieu desquels ils vont un à un, Qui mangent de la chair de porc, Des choses abominables et des souris, Tous ceux-là périront, dit l'Eternel.

RVA Isaiah 66:17 "Los que se consagran y se purifican para ir a los jardines, siguiendo a uno que está en el centro y comiendo carne de cerdo y de cosas detestables como el ratón, serán aniquilados juntos, dice Jehovah.

SRV Isaiah 66:17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de puerco, y abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová.

RV95 «Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, y los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados», ha dicho Jehová.
Reina-Valera 1995—Edición de Estudio

DHH Versión popular 8 El Señor afirma: “Los que se consagran y purifican para el culto pagano en los jardines siguiendo a uno que va en medio, los que comen carne de cerdo, de rata o de otros animales impuros, serán exterminados de una sola vez, porque yo conozco sus acciones y sus pensamientos.
Dios Habla Hoy -

Lo mismo dice la versión en hebreo BHS 4ª edición: detrás de (uno) o (a una)

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Anexo IV

En esta carta dice que ante la nueva fechación del papiro 46 se debilita su teoría de la sustitución del tetragrámaton de las escrituras griegas cristianas como el pensaba.

 

Traducción de la posdata: Los Testigos de Jehová se han pasado con mis artículos. No apoyo sus teorías.